Reportaje

Balance de la Conferencia sobre retrovirus e infecciones oportunistas (CROI) de este año

18 de febrero de 2008

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La XV Conferencia sobre retrovirus e infecciones
oportunistas (CROI) tuvo lugar en Boston
4-6 Febrero 2008. Crédito: CROI

La Conferencia sobre retrovirus e infecciones oportunistas (CROI) empezó en 1994 como una pequeña reunión entre científicos que estudiaban el VIH y médicos que trataban a las personas que vivían con este virus. A día de hoy es una de las reuniones anuales sobre el VIH más importantes y sirve de forum en el que tanto científicos como investigadores clínicos y de salud mundial presentan, analizan y critican las investigaciones realizadas dentro del marco de la epidemiología y biología de los retrovirus humanos, y las enfermedades que estos producen.

La XV sesión de la CROI finalizó en Boston el día 6 de febrero y, aunque los resultados anunciados no hayan sido halagüeños, se trataron varios temas importantes. La falta de avances científicos en el desarrollo de la vacuna del VIH pone de relieve la necesidad de ampliar las estrategias existentes para la prevención y para el tratamiento.

Ensayo con el VHS-2- No se observa reducción en el riesgo

Los ensayos que se están llevando a cabo con el virus que causa el herpes en humanos, el virus del herpes simple tipo 2, que podría reducir el riesgo de transmisión del VIH, han dado malos resultados. En ellos se pidió a varias personas VIH-negativas que iniciaran el tratamiento para evitar brotes de herpes. Sin embargo, los resultados del ensayo no mostraron diferencia alguna en los índices de infección por VIH entre personas que habían tomado medicación y los que no.

Los datos que manejan los científicos muestran una relación entre la infección por VHS-2 y la susceptibilidad a ser infectado por el VIH. Además, se están llevando a cabo otros ensayos para explorar diversos aspectos de dicha conexión, por lo que los investigadores se muestran todavía optimistas con el futuro de esta investigación.

Circuncisión masculina

La investigadora María Wawer presentó los datos ya publicados de los estudios finalizados en diciembre del 2006 sobre la circuncisión masculina en Uganda. El ensayo versó sobre la posibilidad de si al circuncidar a un hombre VIH-positivo se reducía el riesgo de transmisión del virus a su pareja de sexo femenino VIH-negativa. Los resultados arrojados mostraron una tendencia positiva a la transmisión del VIH de los hombres hacia las mujeres. Esta tendencia se acentúa aún más, aunque todavía no es estadísticamente significativa, cuando los varones reanudan sus relaciones sexuales antes de que la herida haya cicatrizado por completo.

A pesar de que estos datos no sean nuevos, su presentación al CROI brindó la oportunidad de discutir y analizar sus implicaciones. Sus partidarios insistieron en la necesidad de que todos los programas de circuncisión masculina abordaran directamente la creciente vulnerabilidad de las mujeres a ser infectadas por medio de las relaciones sexuales con un hombre VIH-positivo recién circuncidado.

La consejera jefa científica, la Dra. Catherine Hankins, afirmó que "esto subraya la importancia de considerar la circuncisión masculina como parte de un amplio conjunto de medidas de prevención que incluye asesoramiento de pareja y de postoperatorio a la pareja”. Además añadió que “éstas deberían comprometerse a asumir la abstención hasta que la herida esté curada por completo".

Las directrices de ONUSIDA recomiendan que se debería instruir y apoyar a todo hombre al que se le haya practicado la circuncisión para que se abstenga de mantener relaciones sexuales antes de que la herida haya cicatrizado completamente, lo cual puede durar unas seis semanas; y de este modo evitar el riesgo de ser contagiado o transmitir el VIH.

Más importante aún, se debe tener en cuenta que la circuncisión masculina no proporciona una protección completa ante la infección por VIH y que no puede reemplazar otros métodos de prevención como el uso correcto y continuado de preservativos tanto masculinos como femeninos, la reducción del número de parejas sexuales, la evitación de penetración, y el tratamiento de las infecciones sexuales ya transmitidas.

Vacunas

El pasado septiembre fracasó la vacuna candidata, que estaba basada en adenovirus, desarrollada por Merk. La respuesta consensuada de los expertos de la CROI indica que sería necesario que los científicos acudieran de nuevo a la ciencia básica para adquirir un mayor conocimiento del funcionamiento del virus así como de las respuestas que ofrece el sistema inmunitario humano. Se ha pedido una mayor inversión en la investigación científica de base y un menor énfasis en los ensayos clínicos, muy caros; aunque se sabe a ciencia cierta que ambos son necesarios.

Existe una mayor aceptación de la idea de que la búsqueda de esta vacuna va a durar algo de tiempo. Esto pone de relieve la necesidad de aumentar las estrategias de prevención y tratamiento actuales y subraya la importancia de mejorar el acceso por parte de las personas a la información sobre salud sexual, a las pruebas de VIH y a servicios de asesoramiento, amén de la disponibilidad de preservativos masculinos y femeninos.

Otros temas interesantes que se trataron en la CROI fueron la mejora de las pruebas para la tuberculosis, la ampliación de la representación del papel de la mujer en los ensayos con el VIH, el envejecimiento y el sida, y el tratamiento del VIH en niños y en adolescentes.