Reportaje

ONUDD y Brasil promueven iniciativas sobre el sida en las cárceles

22 de abril de 2009

HIV IN PRISON
The first national consultation on HIV in prison settings took place in Brasilia 31 March to 2 April 2009.
Credit: UNODC

Debemos hacer mucho más para mejorar los servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH en las cárceles brasileñas.  Esta fue la principal conclusión de la primera consulta nacional sobre el VIH en las instalaciones carcelarias, celebrada en Brasilia entre el 31 de marzo y el 2 de abril.

Organizada por los Ministerios de Salud y Justicia de Brasil, en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el objetivo de la consulta era debatir y proponer una agenda con un plan de acción con el fin de ofrecer servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo para hacer frente al VIH y otras infecciones de transmisión sexual y coinfecciones como la tuberculosis y la hepatitis en las cárceles.

“ONUDD se compromete a ayudar al Gobierno de Brasil a facilitar servicios de prevención y atención del VIH a las personas que viven en las cárceles", afirmó el representante de la ONUDD en Brasil y el Cono Sur, Giovanni Quaglia.

Cerca de 150 profesionales participaron en esta consulta nacional, entre los que estaban especialistas de los principales ministerios, representantes de los 26 estados de Brasil y el Distrito Federal (donde se encuentra la capital), profesionales sanitarios que trabajan en instalaciones carcelarias, miembros de la red nacional de reducción de daños, representantes del segmento brasileño de la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica, y miembros de la Red nacional de personas que viven con el VIH y el sida.

ONUDD se compromete a ayudar al Gobierno de Brasil a facilitar servicios de prevención y atención del VIH a las personas que viven en las cárceles.

El representante de la ONUDD en Brasil y el Cono Sur, Giovanni Quaglia

Como en la mayoría de los países, Brasil tiene una prevalencia del VIH más alta entre los reclusos que en la población general. Según las últimas investigaciones, un estudio local publicado en 2007 encontró tasas de hasta un 5,7% en algunas cárceles, mientras que los informes de ONUSIDA de finales de 2007 mostraban que la prevalencia general en adultos era de un 0,6%.

Se calcula que el país tiene unos 420.000 prisioneros que frecuentemente viven en condiciones violentas, en instalaciones saturadas donde no pueden acceder a los servicios médicos y en condiciones de insalubridad, todo lo cual puede aumentar la vulnerabilidad ante el VIH y otros virus infecciosos como la tuberculosis y la hepatitis. Estas condiciones pueden también aumentar las muertes relacionadas con el sida y hacer fracasar los esfuerzos de implantar una respuesta efectiva a la epidemia en las cárceles. 

Liliana Pittaluga, asesora técnica de la Unidad de prevención del Programa nacional de ETS y sida, afirmó que la consulta es un símbolo de la sólida colaboración entre el Gobierno de Brasil y ONUDD. “La cooperación entre los sectores es crucial para mejorar la disponibilidad de la atención sanitaria y los servicios de prevención dentro de las instalaciones penitenciarias. Confiamos en que los resultados de esta consulta no solo se traduzcan en un intercambio de experiencias, sino también en la construcción de una serie de acciones que tengan una repercusión positiva en el sistema penitenciario a nivel nacional."

El principal resultado de la consulta fue el compromiso del Ministerio de Sanidad, de Justicia y ONUDD de formar un grupo de trabajo que diseñe un plan de acción nacional con orientaciones, objetivos y plazos. Asimismo, las organizaciones de la sociedad civil, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y ONUSIDA formarán parte de este grupo.

Además de ONUDD, ONUSIDA, la OPS y la Organización Mundial de la Salud, también participaron en la reunión la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Expertos en salud y justicia de la región del Cono Sur, invitados por ONUDD, también asistieron a la consulta como observadores.