Reportaje

Un proyecto de ONUDD ofrece servicios del VIH transfronterizos a los consumidores de drogas afganos

16 de abril de 2010

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Para ayudar a poner el proyecto en práctica con éxito y capacitar al personal de organizaciones no gubernamentales y del gobierno, se llevaron a cabo unas jornadas de formación sobre el VIH durante cinco días en Kabul.  Fotografía: ONUDD

Proporcionar servicios relacionados con el VIH integrales a los consumidores de drogas inyectables es crucial para conseguir que la respuesta al virus sea eficaz. Como consecuencia, la Oficina del las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) apoya la puesta en marcha de una iniciativa que facilita el acceso a estos servicios a los refugiados afganos en Irán y Pakistán que consumen drogas, así como a los usuarios afganos que han regresado a su país.

Utilizar agujas y jeringas sin esterilizar constituye una de las formas de transmisión del VIH más eficaz y sigue siendo una de las principales actividades de riego que alimenta la epidemia entre los consumidores de drogas, que pueden contagiar a sus parejas sexuales y a otros grupos de población vulnerables, como los trabajadores del sexo.

El proyecto pretende crear un entorno que apoye a una red regional transfronteriza de servicios relacionados con el VIH para que los refugiados afganos puedan acceder a ellos cuando regresen a su país. ONUDD concedió dos subvenciones a organizaciones no gubernamentales para que proporcionen servicios a los consumidores de drogas afganos que se encuentran en la provincia de Herat, en la frontera con Irán, y en Nangarhar, que limita con Pakistán.

La Organización Khatiz para la Rehabilitación, en Herat, y la Organización para el Desarrollo Social y Sanitario, en Nangarhar, utilizan unidades móviles de difusión para ofrecer una amplia variedad de servicios. Entre sus tareas se encuentran las de facilitar información específica y materiales educativos a los consumidores de drogas; distribuir agujas y jeringas esterilizadas; promover el uso del preservativo y repartirlos; tratar y ayudar a prevenir las infecciones de transmisión sexual; suministrar atención sanitaria primaria, como servicios de asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH, así como tratamiento antirretrovírico.

Formación sobre VIH y consumo de drogas 

Para ayudar a poner el proyecto en práctica con éxito y capacitar al personal de organizaciones no gubernamentales y del gobierno, se llevaron a cabo unas jornadas de formación sobre el VIH durante cinco días en Kabul, en las que participaron médicos, enfermeros, trabajadores sociales, directores de proyecto y empleados de la cárcel de mujeres.

Durante estas jornadas, a las que también acudieron delegaciones de alto nivel pertenecientes al gobierno, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, se habló sobre la gravedad de la situación de Afganistán. El Dr. Mohammad Zafar, viceministro encargado de la lucha contra los estupefacientes, informó a los participantes de que, según una encuesta realizada por UNODC en 2005, un millón de personas consume drogas en el país, de las cuales, entre 19.000 y 25.000 son usuarias de drogas inyectables. Esta cifra supone el 3,8% de la población total.

De acuerdo con el Dr. Ajmal Sabaoon, Director del programa nacional de control del sida, Afganistán está pasando de una epidemia del VIH de nivel bajo a una concentrada. El Dr. Sabaoon habló a los participantes sobre los resultados de una encuesta biológica y conductual integrada que llevó a cabo la Universidad John Hopkins en 2009, que señalan que la prevalencia del VIH entre los usuarios de drogas inyectables en tres ciudades importantes del país (Kabul, Herat y Mazar) había pasado del 3% al 7% entre 2007 y 2010.

Los conocimientos sobre el VIH entre los consumidores de drogas inyectables también son muy escasos. Según el estudio, solo el 29% pudo identificar correctamente las formas de prevenir la transmisión sexual del virus y rechazar las principales ideas equivocadas que se tienen en torno a la misma. Cerca del 22% se había hecho alguna vez las pruebas de detección del VIH y conocía su estado serológico.

Los usuarios de drogas inyectables encuestados eran personas móviles, ya que casi el 80% indicó que había cambiado de residencia al menos una vez. Gran parte de esta movilidad parece estar relacionada con las diferentes fases del conflicto en el país, ya que la mayoría se había trasladado a Pakistán o Irán. ONUDD y sus asociados confían en que los servicios del VIH que van a proporcionar a los consumidores de drogas inyectables de estas zonas fronterizas les permitan invertir el crecimiento de la prevalencia del VIH entre este grupo de población en el país, así como en el área subregional.

Proteger a los usuarios de drogas de la infección por el VIH es una de las nueve áreas prioritarias de acción del Marco de resultados de ONUSIDA 2009-2011, a la que se puede contribuir mediante intervenciones integrales contrastadas y basadas en el respeto de los derechos humanos (como la reducción de daños y de la demanda) accesibles para todos aquellos que las necesiten.