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Portada del informe del UNFPA: La prevención del HIV logra un nuevo impulso: éxitos conseguidos con los programas de preservativos femeninos.
Fotografía: Jack Hollingsworth/Blend

Garantizar la disponibilidad de forma generalizada de preservativos de alta calidad, ya sea de forma gratuita o a un precio asequible, es fundamental para lograr una respuesta al sida pragmática y eficaz. En un informe recientemente publicado, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se centra principalmente en el crecimiento experimentado en el uso de preservativos femeninos y resalta que millones de mujeres de todo el mundo ya utilizan en la actualidad este método para protegerse contra el VIH.   

Prevención del VIH controlada por las mujeres

El informe titulado La prevención del HIV logra un nuevo impulso: éxitos conseguidos con los programas de preservativos femeninos, trata el problema desde la perspectiva de estudios de casos nacionales. En dichos estudios se muestran de qué modo diversos socios se han unido para compartir ideas, experiencia y recursos a fin de facilitar a las mujeres el acceso al uso de preservativos femeninos. Se trata de un aspecto crucial dado que el VIH es la causa principal de muerte entre las mujeres en edad fértil a nivel mundial, y en el África Subsahariana el 60 por ciento de la población con VIH son mujeres.  

“Las niñas y las mujeres siguen siendo la población más vulnerable al VIH y debemos, por todos los medios, exigir con valentía y voluntad política su capacitación y protección,” dijo el Dr. Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, citado en el prólogo del informe. “Debemos invertir en herramientas prácticas y ponerlas a disposición de las mujeres para que puedan protegerse, como por ejemplo, el preservativo femenino,” agregó.

Sin duda alguna, los esfuerzos conjuntos han tenido sus repercusiones: en el informe se indica que el acceso a los preservativos femeninos ha experimentado un aumento espectacular en los últimos años, hasta alcanzar la cifra de 50 millones en 2009. En la actualidad, los preservativos se encuentran disponibles en más de 90 países a través de programas de salud pública. Sin embargo, dado que el precio unitario del condón femenino puede costar hasta 1 dólar estadounidense, la disponibilidad y el precio siguen siendo el principal problema. Además, a pesar de los importantes progresos conseguidos, en 2009 solo se disponía de un preservativo femenino para cada 36 mujeres a nivel mundial.

Podemos destacar las historias incluidas en el informe de los Éxitos conseguidos con los programas de preservativos femeninos entre las que se encuentran las reuniones sociales realizadas en Etiopía donde las mujeres casadas se reúnen para intercambiar consejos prácticos y romper los tabúes asociados a los preservativos femeninos, o las redes de peluqueros y pequeños comerciantes de Guyana, Malawi y Zimbabue, que animan a sus clientes a utilizarlos.

Puntos de distribución innovadores

Por ejemplo, Langton Ziromba es propietario de una pequeña barbería en la capital de Zimbabue, Harare, y además de cortar el pelo y afeitar también fomenta y vende preservativos femeninos a su clientela masculina. El señor Ziromba es uno de los casi 70 barberos y 2000 peluqueros del país que han sido formados por la organización Population Services International (PSI), un socio del UNFPA. En el informe se destaca que dichas actividades han contribuido a que las ventas de preservativos femeninos, a través de programas del sector público y de marketing social, hayan pasado de un millón de unidades en 2005 a más de 5 millones en 2009.

En otros países, como Myanmar, las estrategias se han centrado concretamente en poblaciones clave, como por ejemplo, los profesionales del sexo y los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres. En 2006, el UNFPA firmó un acuerdo con el gobierno de Myanmar y el PSI con el objetivo de proporcionar 700.000 preservativos femeninos a estos grupos durante un período de tres años. Según el informe, el progreso fue “extraordinario” y durante el primer año del proyecto el uso de preservativos femeninos entre profesionales del sexo casi se duplicó, pasando de un 20 por ciento en 2004 a un 36 por ciento en 2006.

Crear la capacidad nacional para llevar a cabo el programa

En el informe también llama la atención la presión ejercida para aumentar la capacidad de los gobiernos nacionales y sus asociados a fin de poner en práctica programas integrales sobre los preservativos, entre los que los preservativos femeninos son una parte fundamental, con la perspectiva de retirar finalmente la asistencia.  

Desde 2002, el UNFPA ha sido la agencia principal para el Equipo Especial Interinstitucional sobre los programas integrales de los preservativos y desempeña una función clave a la hora de negociar el financiamiento, la asistencia técnica y el apoyo tanto mundial como regional. Asimismo, colabora con los gobiernos y socios para estimular la demanda y facilitar el diseño y la implementación de programas de preservativos que sean culturalmente apropiados, de modo que todas las personas del mundo cuenten con los medios apropiados para protegerse contra el VIH.