Reportaje

UNICEF: La falta de atención a las necesidades de los jóvenes acarrea consecuencias sociales, económicas, políticas y sanitarias perjudiciales para todos

28 de febrero de 2011

Fotografía: UNICEF

Invertir en los 1.200 millones de adolescentes del mundo con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años puede romper los arraigados ciclos de pobreza y desigualdad, según afirma UNICEF en su principal informe El estado mundial de la infancia 2011 llamado «Adolescencia:  una edad de oportunidades».

Este informe, publicado el 25 de febrero, sostiene que aunque la mayor inversión realizada en las últimas dos décadas haya supuesto un gran beneficio para los niños pequeños (tal y como indica la caída del 33% de la tasa de mortalidad mundial en niños menores de 5 años[i]), se han conseguido menos logros entre los adolescentes más mayores, quienes se encuentran en un momento crucial de sus vidas. Muchos de ellos se han beneficiado de tasas de supervivencia infantil más altas, de asistencia a la escuela primaria y de acceso a agua potable. Sin embargo, todos esos logros comienzan a peligrar si durante su crecimiento no se asegura la inversión en su futuro.

Tenemos que centrarnos ahora en llegar a los adolescentes, sobre todo a las chicas adolescentes, invertir en educación y asistencia sanitaria , y debemos tomar otras medidas que les involucren en el proceso de mejora de sus propias vidasAnthony

Anthony Lake, Director ejecutivo de UNICEF

Según afirmó el Director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, «la adolescencia es como un pilar, es una oportunidad que se tiene para consolidar los logros realizados durante la infancia. De otro modo, esas ganancias podrían desvanecerse. Tenemos que centrarnos ahora en llegar a los adolescentes, sobre todo a las chicas adolescentes, invertir en educación y asistencia sanitaria , y debemos tomar otras medidas que les involucren en el proceso de mejora de sus propias vidas».

Una atención insuficiente a las necesidades generales de los jóvenes acarrea consecuencias sociales, económicas, políticas y sanitarias. El informe sostiene asimismo que los gobiernos, los responsables de elaborar políticas y la sociedad civil deben invertir significativamente en los adolescentes con el fin de beneficiar a toda la sociedad. 

La cuestión de la educación nos muestra un ejemplo revelador, ya que más de setenta millones de jóvenes de los primeros cursos de secundaria no asiste a la escuela[ii]. De hecho, casi el 40% de los adolescentes del África subsahariana se encuentra en esta situación[iii]. A nivel mundial, las chicas se mantienen por detrás de los chicos en la tasa de asistencia a la escuela secundaria.  Sin educación, los adolescentes tienen más probabilidades de sufrir pobreza y marginación.  Además, les resulta más difícil desarrollar el conocimiento y las destrezas que necesitan para evitar la explotación, los abusos y la violencia. Según este informe, el peligro es mayor durante la segunda década de vida. Cuando se consigue llegar con éxito a los adolescentes, estos son capaces de estar a la vanguardia de cambios que les benefician tanto a ellos como al resto de la sociedad.

Los jóvenes se enfrentan a otros muchos retos muy variados. En el terreno económico destaca que en 2009, 81 millones de jóvenes en el mundo se encontraba sin empleo[iv] y la actual crisis financiera mundial está teniendo efectos devastadores. Alrededor de una tercio de las chicas del mundo en desarrollo (sin incluir a China) contraen matrimonio antes de cumplir 18 años y en algunos países casi el 30% de la población femenina menor de 15 años está casada[v]. Esto puede conducir a un ciclo negativo de embarazos prematuros y altas tasas de mortalidad materna.

El informe arguye que para permitir a los niños y adolescentes enfrentarse al gran número de obstáculos que se les presentan se necesitan inversiones específicas. Entre ellas:  

  • Bienestar infantil general
  • Inversión en educación y formación
  • Fomento de leyes, políticas y programas que salvaguarden los derechos de los adolescentes y les protejan de la violencia, la explotación y los abusos.
  • Capacitar a los adolescentes para superar las barreras de acceso a los servicios básicos, como un servicio sanitario de calidad, y superar la pobreza y las desigualdades.

Si se realizan estas inversiones, surgirá una nueva generación de adultos con vidas más sanas y productivas.

UNICEF dedica «El estado mundial de la infancia 2011» a los adolescentes. Vea el siguiente vídeo:


[i] Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de las Naciones Unidas. División de Población. Previsiones demográficas mundiales: Revisión de 2008, (en inglés) <http://esa.un.org/unpd/wpp2008/index.htm>, consultado en octubre de  2010; bases de datos  mundiales de UNICEF, consultadas en octubre de 2010.

[ii] Alcanzar los ODM con igualdad, n º 9, UNICEF, Nueva York, 2010; and Tablas estadísticas 1–10, pp. 88–129.

[iii] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Instituto de estadística.  Out-of-School Adolescents, UIS, Montreal, 2010, p. 10.

[iv] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.  Informe de seguimiento Educación para todos en el mundo 2010: Llegar a los marginados. UNESCO,

París, 2010, p. 74.

[v] Organización Mundial del Trabajo. Tendencias mundiales del empleo juvenil: agosto de 2010: Edición especial sobre las repercusiones de la crisis económica mundial en los jóvenes. Organización Mundial del Trabajo. Ginebra, 2010, pp. 3–6.