Reportaje

La primera red rusa para mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas por el VIH

17 de marzo de 2011

Anastasia Solovieva, directora de "Unity Fidelity Advocacy" (izquierda), y María Godlevskaya, miembro de la red y directora de la fundación benéfica Candle (derecha), durante la presentación oficial de la red rusa de mujeres que viven con el VIH. San Petersburgo, 5 de marzo de 2011

"Las mujeres necesitan ayuda para superar el miedo y defender sus derechos", afirma Anastasia Solovieva, directora de la primera red rusa de mujeres que viven con el VIH, conocida en inglés como "Unity Fidelity Advocacy".

La red, presentada en la víspera del Día Internacional de la Mujer en San Petersburgo, cuenta con el apoyo de ONUSIDA. Une a mujeres y organizaciones que las apoyan desde diversos puntos de Rusia para mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas por el VIH. Mediante servicios integrados para el VIH, la red defiende un mayor acceso al tratamiento, atención y apoyo en relación con el VIH, así como la protección de los derechos humanos. 

En la última década, la propagación del VIH ha cambiado en Rusia. La transmisión del VIH ha pasado de deberse al consumo de drogas inyectables a incluir la transmisión heterosexual. Además, se ha producido un incremento en el número de mujeres que viven con el VIH.

Natalya Ladnaya, directora del Centro federal ruso para el sida, señala que el 65% de las mujeres que contrajeron la enfermedad durante el 2010 se infectaron mediante el contacto sexual. Muchas mujeres han sido contagiadas por sus maridos, y las primeras noticias de su estado seropositivo las recibieron durante el embarazo.

Necesitamos trabajar de forma conjunta para adaptar el sistema sanitario a las necesidades de las mujeres afectadas por la epidemia

Anastasia Solovieva, directora de la red rusa de mujeres que viven con el VIH “Unity Fidelity Advocacy"

Según la Sra. Ladnaya, la falta de programas de prevención del VIH entre las mujeres y los niveles de concienciación tan bajos que existen en lo relativo al virus y la prevención de la transmisión son algunas de las razones que se esconden detrás de esta situación. "A menudo, las mujeres no insisten en usar preservativo"; añadió María Godlevskaya, miembro de la nueva red y directora de la fundación benéfica Candle.

En Rusia, nada menos que el 95% de las mujeres embarazadas que viven con el VIH reciben terapia antirretrovírica para prevenir la transmisión del VIH a sus bebés. Sin embargo, el país todavía tiene que hacer frente a numerosos desafíos en el amplio ámbito de la salud sexual y reproductiva. Numerosas mujeres que se encuentran en una situación de riesgo ante la infección por el VIH no cuentan con el acceso a servicios para la prevención de la transmisión del VIH de la madre al niño (PMTCT, por sus siglas en inglés).

Según informes de organizaciones de la sociedad civil procedentes de distintas regiones de Rusia, el estigma en la sociedad e incluso entre los trabajadores de la atención sanitaria desanima a las mujeres embarazadas que viven con el VIH a acercarse a los centros de atención sanitaria. Además, los trabajadores del sexo y las mujeres que se inyectan drogas tienen todavía menos posibilidades de tener acceso a los servicios de prevención de la transmisión de la madre al niño por miedo a la discriminación.

"En las regiones remotas de Rusia resulta especialmente complicado", afirma la Sra. Solovieva. "Necesitamos trabajar de forma conjunta para adaptar el sistema sanitario a las necesidades de las mujeres afectadas por la epidemia".