Reportaje

AIDS 2012: garantizar la apropiación real de los países de las respuestas nacionales al sida

23 de julio de 2012

El director ejecutivo adjunto de programa de ONUSIDA, Dr. Paul De Lay y Kathleen McLaughlin, directora de McKinsey & Company, comoderadores de la reunión satélite en AIDS2012, Country Ownership: Using Global Partnerships to Accelerate Health System Transformation.
Fotografía: ONUSIDA/Y.Gripas

La apropiación y el liderazgo de los países ofrecen una base sólida para el desarrollo de respuestas nacionales al sida que sean eficaces, eficientes, sostenibles y, en última instancia, exitosas. ¿Cómo lograr dicho resultado y reforzarlo de una manera coherente? Durante la Conferencia internacional sobre el sida, una serie de debates de alto nivel exploró, el 23 de julio, el modo en que los países pueden desempeñar una apropiación importante y un papel de liderazgo en las respuestas a sus epidemias y la manera en que los socios pueden contribuir a este proceso para aumentar la sostenibilidad de las respuestas nacionales al sida.

La reunión satélite, Country Ownership: Using Global Partnerships to Accelerate Health System Transformation (Apropiación nacional: uso las colaboraciones mundiales para acelerar la transformación del sistema sanitario), estuvo patrocinada por el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), la Fundación Bill y Melinda Gates, McKinsey & Company y los gobiernos de Rwanda, Nigeria y Botswana. 

En sus palabras de inauguración, el director ejecutivo adjunto de programa de ONUSIDA, el Dr. Paul De Lay recordó a los delegados que garantizar una respuesta sostenible al sida es una responsabilidad compartida entre países, donantes, sociedad civil, organizaciones, personas que viven con el VIH y otras partes interesadas. "Cada socio tiene que desempeñar un papel específico en el respaldo a las respuestas nacionales al sida y todos los socios son mutuamente responsables de mantener sus compromisos", dijo el Dr. De Lay.

El primer debate de expertos giró en torno al estado actual de la apropiación de los países de las respuestas nacionales al sida y examinó los éxitos y desafíos para acelerar la responsabilidad. Los participantes reconocieron que a pesar de los recientes progresos, se necesitan más esfuerzos para alcanzar los ambiciosos objetivos internacionales, como los establecidos en la Declaración política sobre el sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011. Se acordó que dichos objetivos solo podrían alcanzarse si los países eran dueños y lideraban sus respuestas por completo.

"Rwanda se ha apropiado de su propia respuesta al sida y ha tenido éxito", dijo la Dra. Agnes Binagwaho, ministra de Sanidad de Rwanda. "Hemos desarrollado una visión de hacia dónde queremos ir en la respuesta al sida y hemos escogido el camino que nos lleva hasta allí. Tenemos que alinearnos internamente primero y antes de comenzar a preocuparnos sobre alinear a nuestros socios", añadió.

Durante el debate, hubo consenso acerca de la existencia de un número necesario de condiciones para una auténtica apropiación nacional. Estas son: fuerte compromiso político y liderazgo inclusivo; información estratégica de gran calidad; coordinación eficaz; desarrollo de las capacidades; planes estratégicos nacionales sólidos con decisiones de inversión inteligentes; integración del VIH en estrategias de salud y desarrollo más amplias; y un amplio compromiso de la sociedad civil y de las personas que viven con el VIH.

“Las organizaciones de la sociedad civil deben apropiarse de su respuesta. Tienen el potencial de desempeñar papeles importantes en el desarrollo, la ejecución y el control de las estrategias nacionales, pero con frecuencia no son del todo bienvenidas por los gobiernos y por tanto, no se comprometen totalmente", dijo Rolake Odetoyinbo, directora ejecutiva de Acción positiva para el acceso al tratamiento de Nigeria. "Sin el compromiso total de las organizaciones de la sociedad civil, no existe apropiación nacional", añadió.

En el segundo grupo, se exploró con mayor profundidad la idea de responsabilidad compartida. Se indicó que existe un reconocimiento creciente por parte de países, donantes y otras partes interesadas clave de que una respuesta a largo plazo a la epidemia requiere exactamente dicho mecanismo. Esto es especialmente así porque las colaboraciones sólidas han sido, y seguirán siendo, la columna vertebral de las respuestas nacionales al sida. Los países y sus socios reconocen ahora que "estamos juntos en esto".

Cada socio tiene que desempeñar un papel específico en el respaldo a las respuestas nacionales al sida y todos los socios son mutuamente responsables de mantener sus compromisos

El Dr. Paul De Lay, director ejecutivo adjunto de programa de ONUSIDA

“Por sostenibilidad, necesitamos trasladar los programas de los socios de ejecución del PEPFAR a los gobiernos", afirmó el embajador Eric Goosby, coordinador mundial de Estados Unidos para el sida. "Esto no es un intento de "salir corriendo", sino de garantizar que los servicios que salvan y prolongan vidas que hemos puesto en marcha estén ahí para las personas que los necesiten durante el resto de sus vidas. Los países deben diversificar los recursos que respaldan dichos programas, incluido el aumento de financiación de fuentes nacionales", añadió.

El principio de responsabilidad compartida engloba la necesidad de los países de conseguir flujos financieros estables y predecibles, de fuentes tanto nacionales como internacionales.  Esto es particularmente así en el África Subsahariana, donde dos tercios de los gastos para el sida proceden de fuentes externas. 

"Un riesgo importante para los programas contra el sida en África es la falta de financiación a largo plazo.  Muchas economías africanas, sin embargo, están creciendo con rapidez.  Esto ofrece la oportunidad a los países de aumentar la financiación nacional de sus respuestas nacionales al sida", dijo el profesor John Idoko, director general de la Agencia nacional para el control del sida en Nigeria. "Podemos y debemos aumentar las inversiones nacionales para el sida", agregó.

Se acordó que para alcanzar dicha responsabilidad compartida y solidad global, los países deben demostrar liderazgo político mediante la articulación de una visión nacional sobre el sida, la sanidad y el desarrollo que alinee los esfuerzos de los socios. Los socios de desarrollo y los gobiernos pueden trabajar juntos para cubrir juntos la carencia de inversiones para el VIH, mediante medios tradicionales e innovadores, invirtiendo su "parte equitativa" basada en su capacidad y en compromisos anteriores. Los recursos se pueden asignar entonces según las necesidades y prioridades de los países para lograr un mayor impacto.

"El Fondo Mundial está trabajando estrechamente con los países para ayudarles a invertir en aquellas actividades que ofrecen un mayor rendimiento de las inversiones", dijo Mark Edington, jefe de Gestión de subvenciones en el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. "El Fondo Mundial está comprometido con la apropiación de los países y con garantizar la sostenibilidad financiera de los programas nacionales. A este respecto, cada vez trabajamos más con los ministros de Economía para debatir la financiación a largo plazo", añadió.

Se han realizado grandes progresos en la respuesta a la pandemia mundial de sida, pero quedan muchos retos.  Garantizar la apropiación de los países y reconocer que responder al sida requiere una responsabilidad compartida ayudará a los países y socios a avanzar hacia el logro de la visión de cero nuevos casos de infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el sida.