Reportaje

Zambia aprende de la experiencia de Kenya en el desarrollo de programas sobre el VIH para los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición

17 de octubre de 2012

La delegación de Zambia con miembros del personal del Instituto de Investigación Médica de Kenya, Centro de acogida en Mtwapa, Mombasa.

La cooperación Sur-Sur —o cooperación entre países de ingresos bajos y medios— puede ayudar a los países a entender cómo reaccionar ante el VIH, especialmente en ámbitos delicados tanto desde el punto de vista político como cultural, como por ejemplo los programas de desarrollo para grupos de población clave con mayor riesgo de exposición.

Del 24 al 28 de septiembre de 2012, algunos miembros del Consejo Nacional del Sida de Zambia, con el respaldo de los equipos conjuntos de las Naciones Unidas sobre el sida propios del país, visitaron Kenya para aprender de sus programas sobre el VIH y conseguir que lleguen a grupos de población clave, incluyendo trabajadores del sexo, personas que se inyectan la droga, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y transgéneros.

Aunque ambos países cuentan con entornos legales restrictivos que criminalizan el comercio sexual, las relaciones homosexuales y el uso de drogas, Kenya reconoció hace tiempo que los grupos de población clave —que suponen un 33% de los VIH-positivos— viven una compleja epidemia de VIH. El país puso en marcha un grupo de trabajo técnico dentro del ministerio de sanidad para desarrollar programas que se adecuaran a las necesidades de la mayor parte de las poblaciones en riesgo.

"El estudio sobre los Modos de Transmisión realizado en 2009 mostró claramente que necesitaríamos intervenir en los grupos de población clave si quisiéramos tener un efecto considerable sobre la epidemia", expresó el profesor Orago, director del Consejo Nacional de Control del Sida en Kenya.

El Marco Estratégico Nacional para el Sida de Zambia ha reconocido la necesidad de reunir más información sobre la epidemia entre los grupos de población clave. Actualmente ya se han planeado dos estudios para recopilar la información necesaria. Sin embargo, los programadores del VIH reconocen que tener acceso a esta información es solo uno de los pasos para conseguir que los grupos de población clave obtengan los servicios que necesitan. Se tardará mucho más tiempo en hacer frente al estigma y a la discriminación hacia estos grupos de población, ya que se trata de ideas muy arraigadas en la sociedad de Zambia. 

El liderazgo político de Kenya se ha considerado un elemento clave que ha contribuido a centrar la respuesta al sida en grupos de población clave a pesar de la existencia de un entorno social desfavorable. En octubre de 2010, por ejemplo, la ministra de Programas Especiales, Esther Murugi, inauguró el simposio nacional sobre los "grupos de población más vulnerables" ("Most at Risk Populations") del país. Allí recomendó más tolerancia y aceptación hacia los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Además, algunos parlamentarios destacados han apoyado la puesta en marcha de los programas centrados en los consumidores de drogas de la provincia costera. "Por lo que hemos visto en Kenya, está claro que necesitamos organizar a las partes interesadas y establecer un mecanismo que nos ayude a conseguir el apoyo político de las altas esferas", dijo Harold Witola, del Consejo Nacional del Sida de Zambia.  

La piedra angular de la respuesta en Kenya es un marco de colaboración entre el gobierno, las ONG y los grupos organizados de población clave. Kenya ha alcanzado el punto en que el gobierno y sus colaboradores están poniendo en práctica programas sobre el VIH fundamentados en pruebas que se centran en las necesidades de los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición. Estos incluyen la compra y distribución de preservativos y lubricantes de base acuosa para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y para trabajadores del sexo; la elaboración de materiales de información sobre prevención del VIH específicamente dirigidos a los grupos de población clave, y el diseño de un programa que facilite jeringas desechables a las personas que se inyectan drogas.

El estudio sobre los Modos de Transmisión realizado en 2009 mostró claramente que necesitaríamos intervenir en los grupos de población clave si quisiéramos tener un efecto considerable sobre la epidemia

Profesor Orago, director del Consejo Nacional de Control del Sida en Kenya

La delegación de Zambia, que incluía programadores del VIH y responsables de la toma de decisiones de diferentes departamentos del Gobierno, así como de la sociedad civil y colaboradores de las Naciones Unidas, visitaron varios programas para entender cómo trabajan los proveedores de servicios dentro del marco legal y de política nacional para aportar un paquete efectivo de actividades relacionadas con el VIH para los grupos de población clave.  

Visitaron dos programas de grupos de pares de apoyo para consumidores de drogas, una clínica del gobierno en Nairobi centrada en los trabajadores del sexo y en hombres que tienen sexo hombres, una clínica de una ONG para trabajadores y trabajadoras del sexo, y un grupo de pares de apoyo para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. También se reunieron con miembros de medios de comunicación para encontrar el modo de mejorar la capacidad de sensibilización y aumentar el apoyo.

El equipo también mantuvo conversaciones colectivas con grupos de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores y trabajadoras del sexo, personas que se inyectan drogas y con camioneros. "Lo que me impresiona es la emoción y el compromiso de todos aquellos que hemos conocido, incluyendo oficiales del gobierno, miembros de la sociedad civil y beneficiarios de estos servicios, de cumplir las necesidades de salud pública de los importantes grupos de respuesta al sida", expresó el doctor Mwango, como jefe del equipo de Zambia. 

Centrarse en las necesidades de salud de grupos de población clave es uno de los derechos humanos esenciales, fundamental para proteger la salud pública y crucial para alcanzar la meta del acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH. El equipo de Zambia partió de Kenya con la determinación de cambiar radicalmente la vida de aquellos zambianos con más riesgo de convertirse en VIH-positivos. "No va a ser fácil, pero en Kenya hemos visto que se puede conseguir", dijo Helen Frary, coordinadora nacional de ONUSIDA en Zambia.