Reportaje

Ponte en mi lugar - la Junta de ONUSIDA dedica una sesión clave al VIH, los adolescentes y la juventud

20 de diciembre de 2013

Una de las principales preocupaciones de la respuesta global al VIH es garantizar que los jóvenes ocupen el lugar que les corresponde como participantes activos con acceso a unos servicios contra el VIH de gran calidad y a las capacidades y conocimientos adecuados para adoptar estrategias que les mantengan protegidos en un entorno favorable. Conocedora de la necesidad vital de ampliar urgentemente las respuestas eficaces al VIH para los adolescentes y la juventud, la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA reunida en Ginebra esta semana dedicó toda una jornada al tema del VIH, los adolescentes y la juventud.

La situación es extremadamente grave. Aunque ha habido una reducción del 32% en el número estimado de nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, este importante grupo se enfrenta a una crisis incipiente. Aunque el número de muertes relacionadas con el sida disminuyó en general en un 30% entre 2005 y 2012, los cálculos sugieren que el número de muertes entre los jóvenes aumentó en un 50%. Además, las infecciones entre los 15 y los 24 años representaron el 39% de todas las infecciones nuevas en adultos en 2012.

"Es el momento de volver a imaginar la respuesta al VIH en los adolescentes y jóvenes. Los jóvenes son "el presente y el futuro", nacidos en la era del VIH y el tratamiento antirretrovírico", dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Sin abordar sus necesidades, no habrá una generación sin sida y los logros realizados para eliminar las nuevas infecciones por el VIH entre los niños se perderá, ya que el riesgo de que contraigan el VIH simplemente se pospondrá a la segunda década de la vida".

Debates animados y sinceros

Con el tema de Ponte en mi lugar, la reunión del 19 de diciembre juntó a un grupo de jóvenes de todo el mundo que dirigieron las principales sesiones sobre prevención, pruebas y tratamiento del VIH. Los jóvenes analizaron con la Junta ideas, experiencias y soluciones sobre la forma y el alcance de programas significativos contra el VIH que abarcan a jóvenes y adolescentes en un momento de sus vidas de gran cambio psicológico, físico y social. Los debates fueron animados, sinceros y abiertos.

Se hizo especial hincapié en cómo fomentar una mayor inclusión y garantizar que los jóvenes no sean simplemente receptores pasivos de los programas, sino que tengan un papel integral en su diseño, puesta en marcha y evaluación. Se observó que en la actualidad el uso de los servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH por parte de los jóvenes es con frecuencia inferior al de las personas de más edad y que sigue existiendo la necesidad de ampliar servicios y programas para jóvenes que gocen de todos los recursos y estén totalmente adaptados a sus necesidades específicas. También se estudiaron las oportunidades de vincular el VIH con otros servicios de salud sexual y reproductiva, así como con la educación, la igualdad de género y la protección social.

En una sesión sobre los aspectos de una prevención del VIH exitosa para los jóvenes se destacaron las necesidades de prevención exclusivas de los jóvenes, incluidas aquellas para poblaciones clave, como hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas que se inyectan la droga y profesionales del sexo. Los líderes juveniles compartieron las buenas prácticas en todo el país. Renata Bayazitova, de la Fundación Pública "Ganesha" de Kirgizistán dijo que los elementos fundamentales de éxito para los servicios de reducción de daños para las mujeres jóvenes que se inyectan drogas, es un mayor acceso a espacios seguros, donde no se las juzgue, y a los que los jóvenes puedan acudir en cualquier momento sin miedo a la incomprensión, donde puedan obtener información y apoyo sobre toda una serie de asuntos.

En todos los programas el elemento común para el éxito era la implicación de los jóvenes en el diseño de los servicios. Los participantes destacaron que los servicios que se desarrollen sólo serán buenos para los jóvenes si se trabaja con ellos, se prestan de forma adecuada, mediante los proveedores adecuados y en los lugares correctos.  Jerson See de la organización comunitaria Cebu Plus de Filipinas afirmó: "Debéis trabajar con nosotros, porque nosotros conocemos el mercado... somos el mercado".

También se examinó la creación de un entorno jurídico y social favorable en el que los jóvenes se sientan motivados a realizarse las pruebas del VIH en una sesión en la que se planteó la pregunta: "¿Todas las pruebas deben ser complicadas?". Se indicó que los actuales niveles de realización de pruebas del VIH entre los adolescentes y los jóvenes aún son muy bajos y que con el tratamiento disponible era obligatorio asegurar que los jóvenes que viven con el VIH reciben un diagnóstico y se les pone en contacto con los servicios de atención y tratamiento.

Uno de los principales obstáculos presentados repetidamente por los participantes eran las leyes relativas a la edad de consentimiento para acceder a los servicios de realización de las pruebas del VIH. "En México se te permite realizarte la prueba del VIH si eres menor de 18 años, pero según la ley un progenitor o tutor tiene que acompañarte a recibir el resultado", dijo Corina Martínez, de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, A.C. "Afortunadamente en México dicha norma ya se está revisando, pero es importante tomar este ejemplo y vigilar para garantizar que en todos los países se refuerzan las medidas que aseguran el acceso universal a las pruebas del VIH".

Los participantes también escucharon el innovador proyecto de tecnología móvil de Zambia, U-report, que ha ampliado la demanda de las pruebas del VIH entre los jóvenes, así como al Dr. Nono Simelela, asesor especial del vicepresidente, presidente de la Comisión Nacional sobre el Sida de Sudáfrica, quien resumió el proceso que vivió su país y que condujo al descenso de la edad de consentimiento para acceder a las pruebas del VIH a los 12 años.

También se estableció un animado diálogo sobre los retos y soluciones relacionados con el acceso al tratamiento y cómo este acceso puede integrarse en servicios para jóvenes que también ofrezcan intervenciones de salud sexual y reproductiva y apoyo para el cumplimiento terapéutico y la divulgación del estado serológico.

Tras todo un día de debates, se animó a los jóvenes delegados y los miembros de la Junta a redoblar sus esfuerzos por garantizar que los jóvenes tengan las herramientas y el espacio necesarios para colocarse al frente y en el centro de la respuesta al sida y tener un papel activo a la hora de lograr poner fin a la epidemia de sida.

"Como movimiento juvenil, nunca hemos estado más organizados que ahora", dijo Pablo Aguilera, director del Fondo para jóvenes líderes sobre el VIH. "Estamos preparados para trabajar a fin de garantizar que el VIH siga siendo una prioridad en el marco de desarrollo posterior a 2015".