Declaración de prensa

Las leyes que penalizan tanto a grupos como conductas amenazan con poner en peligro el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH


Ginebra, 1 de diciembre de 2009 – En el Día Mundial del Sida, según reflexionamos sobre el acceso universal y los derechos humanos, el ONUSIDA pide a los gobiernos que se abstengan de aprobar leyes que exacerban la discriminación, obstaculizan las respuestas nacionales al VIH y violan los derechos humanos.

En 2009 se han producido logros importantes en lo que respecta a la creación de un entorno jurídico propicio para la prevención del VIH, especialmente para uno de los grupos más afectados, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, con el ejemplo notable la decisión del Tribunal Supremo de Delhi de eliminar la ley antisodomía en la India.

ONUSIDA pide a los gobiernos que eviten aquellas leyes que penalizan a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, lesbianas o transexuales, así como aquellas leyes que imponen penas por la “promoción o el reconocimiento” de tales conductas o por no informar de éstas a la policía. Estas leyes, que están vigentes o que ahora se están considerando en algunos países, plantean una grave amenaza para los derechos humanos y pueden socavar las respuestas efectivas a la epidemia del VIH.

“La comunidad gay ha encabezado históricamente la respuesta mundial al sida. Como movimiento social, ha conseguido que el sida pase a ser de una simple enfermedad más a una cuestión de justicia, dignidad, seguridad y derechos humanos", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Desde mi punto de vista, cualquier ataque a la homosexualidad es un ataque a todos los aspectos de la respuesta al sida y un contratiempo en el avance hacia los objetivos de acceso universal". 
 
En la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA (2001), adoptada por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas, los gobiernos se comprometieron a abordar las necesidades de aquellos expuestos a un mayor riesgo de infección por sus prácticas sexuales. En la Declaración política sobre el VIH/SIDA (2006), los gobiernos reiteraron su compromiso de respaldar la participación completa y activa de los grupos vulnerables y de eliminar toda forma de discriminación hacia ellos, respetando al mismo tiempo su privacidad y confidencialidad. Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas también se comprometieron a promover un entorno social y jurídico donde se pueda revelar de manera segura y voluntaria el estado serológico.

El ONUSIDA ayuda a los países y a las comunidades a cumplir estos compromisos ya que son esenciales para alcanzar el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH y para conseguir el sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio: detener y reducir la epidemia del VIH para 2015. No será posible alcanzar estos objetivos si no se acaba con la discriminación y la penalización de las personas que viven con el VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las lesbianas y los transexuales. 

Se deben respetar todos los derechos de las personas que viven con el VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las lesbianas y los transexuales. Cuando han podido acceder a información, prevención y tratamiento del VIH sin ser discriminadas, estas poblaciones se han convertido en una fuerza para la salud y la capacitación comunitaria. Los países que protegen a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres de la discriminación suelen tener un mayor acceso a los servicios de prevención del VIH que los países que no cuentan con esta protección.

Actualmente, 80 países penalizan la homosexualidad. El ONUSIDA pide a los gobiernos que protejan a sus ciudadanos frente a la discriminación, la negación de la atención sanitaria, el acoso y la violencia de los que son víctima bien sea por su estado de salud, su orientación sexual o su identidad de género.

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