Comunicado de prensa

Los líderes piden que se fortalezca la repuesta a la epidemia del VIH en Oriente Medio y África septentrional


Dubai, 29 de junio de 2010 — En un diálogo político de alto nivel organizado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH (ONUSIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, altos funcionarios del gobierno, agencias donantes, asociados para el desarrollo y la sociedad civil han presentado hoy una declaración de consenso que pide que se acelere la repuesta regional a la epidemia del VIH en Oriente Medio y África septentrional.

La declaración reafirma el objetivo de conseguir el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, un compromiso consagrado en la Declaración política sobre VIH/sida de 2006. Aunque reconoce los logros conseguidos recientemente, esboza asimismo una serie de recomendaciones clave para reforzar la respuesta al VIH en la región. Estas incluyen:

  • mayor acceso a la prevención del VIH;
  • acceso libre y equitativo al tratamiento antirretrovírico y la atención para todos los que lo necesitan;
  • mejores datos y vigilancia de la epidemia del VIH, especialmente para las poblaciones en mayor riesgo de infección;
  • aumento de los fondos internos y externos para la respuesta al sida;
  • eliminación de las barreras políticas y legales que bloquean las respuestas efectivas al sida; y
  • participación de la sociedad civil y de las personas que viven con el VIH en la respuesta al sida.

Este diálogo político, celebrado durante dos días bajo el patrocinio de Sheikh Maktoum Bin Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, Vicepresidente de Dubai, en colaboración con la policía de la ciudad, enfoca de manera excepcional una epidemia que apenas recibe atención en la región. 

Al dirigirse a los participantes de la conferencia, el Tte. General Dhahi Khalfan Tamim, Comandante en Jefe de la Policía de Dubai, resaltó la importancia de coordinar la respuesta al VIH. “El sida no conoce fronteras ni límites, y no tiene nacionalidad”, afirmó. “Unificar los esfuerzos de todas las partes implicadas es crucial para detener la propagación del sida en la región”.

El VIH sigue siendo una enfermedad muy estigmatizada en la región. En muchos lugares el estigma y la discriminación impiden que las comunidades afectadas accedan a los servicios del VIH que necesitan. “Estoy aquí hoy para garantizar que se escuchen las voces de todos aquellos afectados por el VIH”, afirmó el actor egipcio Amr Waked, embajador de buena voluntad de ONUSIDA, quien también acudió a la reunión. “Se debe abordar urgentemente el estigma y la discriminación social en esta región”.

En su discurso inaugural, Tim Martineau, director de Efectividad de programas y apoyo nacional de ONUSIDA, señaló que dirigir recursos a las poblaciones clave, como los usuarios de drogas inyectables o los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, puede cambiar el curso de la epidemia en la región. “Los objetivos de acceso universal son alcanzables si así lo queremos” afirmó. “Podemos romper la trayectoria de la epidemia en esta región con un liderazgo sólido, prestando atención a los derechos humanos y con sistemas de salud efectivos”.

Según las estimaciones de ONUSIDA, a finales de 2008 vivían unas 412.000 personas seropositivas en la región, una cifra superior a las 270.000 de 2001. Sin embargo, la falta de datos fiables ha impedido hasta la fecha comprender mejor las dinámicas y las tendencias del VIH. “Oriente Medio y África septentrional son las únicas regiones donde el conocimiento sobre el VIH sigue siendo muy limitado, inaccesible o polémico”, afirmó Akiko Maeda, directora del Sector de Salud, Nutrición y Población del Departamento de Desarrollo Humano del Banco Mundial.

Según un nuevo informe desarrollado por el Banco Mundial, la OMS y ONUSIDA, la región tiene una prevalencia baja del VIH entre la población general, a excepción de Djibouti, Somalia, y el sur de Sudán. La mayoría de las infecciones se dan en las poblaciones más expuestas al riesgo. El informe, titulado “Caracterizando la epidemia del VIH en Oriente Medio y África septentrional” es la síntesis científica más completa de la propagación del VIH en la región desde el comienzo de la epidemia.

A pesar de que todos los países de la región ofrecen antirretrovíricos gratuitamente, la mayoría están muy lejos de alcanzar el objetivo del acceso universal al tratamiento. A finales de 2008, solo el 14% de las 68.000 personas que se estima que necesitan tratamiento lo seguía. “La mayoría de aquellos que viven con el VIH no conocen su estado serológico”, afirma Jaouad Mahjour, director de la División de control de enfermedades transmisibles de la OMS en la región del Mediterráneo oriental. “Este sigue siendo el mayor reto a la hora de ampliar la terapia antirretrovírica en la región. Es esencial que aumente el acceso al asesoramiento y las pruebas voluntarias y confidenciales del VIH, adaptado a las necesidades de las poblaciones más expuestas al riesgo”.

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