Reportaje

Expertos internacionales se reúnen para hablar sobre la circuncisión masculina

07 de marzo de 2007

Expertos de todo el mundo se reúnen esta semana en Montreux, Suiza, para estudiar los resultados de unas pruebas recientes que establecen que la circuncisión masculina reduce en cerca de un 60% el riesgo de que un hombre se infecte por el VIH al practicar el coito vaginal. Los resultados, anunciados en diciembre de 2006 y detallados en publicaciones recientes en la revista médica The Lancet, despertaron el interés y el debate en el mundo del VIH. ¿Es realmente la circuncisión masculina un avance tan importante como afirman sus partidarios?

La Dra. Kim Dickson, del Departamento del VIH de la Organización Mundial de la Salud, es una figura reconocida y respetada en el campo de la salud reproductiva y el VIH. Actualmente coordina el grupo de trabajo OMS/ONUSIDA sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH, así como el Equipo de Trabajo Interinstitucional sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH. Kim Dickson ha aceptado amablemente a hablarnos sobre la reunión y lo que se espera conseguir.

 

Unaids.org: Dra. Dickson, usted coordina el grupo de trabajo OMS/ONUSIDA sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH. ¿Podría explicarnos por qué la OMS y el ONUSIDA han convocado esta reunión sobre la circuncisión masculina?

KD: Cuando los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos decidieron en diciembre de 2006 dar por finalizadas las pruebas que estaban financiando en Kenya y Uganda sobre la circuncisión masculina y el VIH, quedó claro que necesitábamos valorar esta práctica como una posible intervención de salud pública en la respuesta al sida. Las pruebas, tal como se detalla en The Lancet, confirmaron los resultados obtenidos en diversos estudios de observación que se habían realizado previamente, los cuales ya sugerían que la circuncisión masculina reducía significativamente el riesgo de que los hombres se infectaran por el VIH durante el coito vaginal.

Era muy importante que la Organización Mundial de la Salud y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA estudiaran los resultados de estas investigaciones y consideraran lo que significaban para las políticas de prevención y los programas nacionales del VIH. Se decidió convocar una reunión para juntar a las partes interesadas con el fin de que analicen y debatan los problemas que pueden surgir con la circuncisión masculina, y si es posible, dar orientaciones y recomendaciones a los Estados Miembros y a otros interesados.

 

Unaids.org: ¿Cuántos participantes acudirán a la reunión y qué o a quién representan?

KD: Hemos invitado a los investigadores que participaron en las pruebas para que presenten la metodología que utilizaron y los resultados que obtuvieron. También hemos invitado a otros científicos de diferentes disciplinas como las ciencias sociales, los derechos humanos y las comunicaciones para que puedan realizar preguntas a los investigadores. También contaremos con la presencia de 16 representantes de los Estados Miembros y 11 de la sociedad civil, incluidos los defensores de la salud de la mujer y un representante de la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH/SIDA, quienes presentarán su propia valoración de los resultados y hablarán sobre los problemas que surgen en sus países y en el contexto de sus actividades.

Hemos intentado invitar a personas que representen posiciones diferentes. Por último, pero no por ello menos importante, también su unirán a nosotros ocho organismos de financiación y seis asociados en la ejecución. En total, esperamos unos 80 participantes en Montreux. No es necesario mencionar que probablemente los debates serán intensos, ya que tocarán cuestiones muy delicadas.

 

Unaids.org: ¿Cuáles cree que serán los resultados de la reunión?

KD: Ya hay un primer resultado: el debate que va a celebrarse esta semana. Es la primera vez que una gama tan diversa de partes interesadas intercambia opiniones y estudia las consecuencias de la circuncisión masculina como un método de prevención adicional en la respuesta al sida. En este momento, no podemos adelantar cuales serán los resultados. Puede que finalicemos la reunión con más interrogantes de los que teníamos al empezar, aunque espero que al menos se resuelvan algunas cuestiones y seamos capaces de poner en práctica algunas recomendaciones.

También se identificará que pasos hay que dar para seguir avanzando. En cualquier caso, se elaborará un informe sobre la reunión que publicaremos poco después.

Finalmente, me gustaría recalcar una y otra vez que nuestro objetivo es examinar la circuncisión masculina como un método de prevención adicional que debe siempre formar parte de un conjunto de medidas más amplio que incluya, entre otros elementos, el uso del preservativo masculino y femenino de manera sistemática y correcta, la demora en la iniciación sexual y la reducción del número de parejas sexuales. En la reunión se debatirá cómo podemos fortalecer las comunicaciones para no socavar otros métodos de prevención si queremos ampliar los servicios de circuncisión masculina.

Si las Naciones Unidas deciden seguir avanzando y orientar a los países para que consideren la circuncisión masculina como una intervención de salud pública para la prevención del VIH, siempre promoverá esta práctica como una intervención adicional a las medidas para prevenir el VIH, y nunca como una alternativa. Las personas deben comprender que la circuncisión masculina no ofrece protección total y se les debe animar a que utilicen más de una de las opciones de prevención a las que pueden acceder.




Enlaces:

Lea la serie de tres partes sobre la circuncisión masculina:

Parte 1 – Circuncisión masculina: contexto, criterios y cultura
Parte 2 – Circuncisión masculina y VIH: aquí y ahora
Parte 3 - Avanzando: Políticas y acción de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina