Reportaje

Muchos avances de los que informar: UNGASS 2008

12 de marzo de 2008

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La noche ya era bastante fría en Dushanbe (Tayikistán), pero además estaba cortada la calefacción del edificio, con lo que la temperatura interior había caído hasta 40ºC bajo cero. Sin embargo, ese 31 de enero de 2008 era la fecha límite para que los países enviaran sus respuestas al sistema de elaboración de informes de la UNGASS. Sin dejarse intimidar por las gélidas temperaturas, los delegados de los distintos gobiernos continuaron su trabajo para concluirlo en plazo.

Cada dos años, en cumplimiento de la Declaración de Compromiso sobre el VIH y el sida firmada por los Estados miembros de la ONU en junio de 2001, los países inforrman a ONUSIDA sobre los avances logrados en la respuesta a la epidemia de sida. Este año, tanto los países como todos los miembros a título personal most raron un extraordinario compromiso en este proceso de elaboración de informes.

Esfuerzos extraordinarios para presentar los informes a tiempo

Mientras Kenya vivía un clima de agitación civil postelectoral, los miembros de la sociedad civil y los delegados de los gobiernos ponían en riesgo su integridad física al continuar el trayecto hasta sus oficinas en medio de los disturbios callejeros para poder concluir sus informes.

El hecho de que tantos países hayan entregado sus informes de progreso, y que en algunos casos hayan tenido que realizar un esfuerzo tan excepcional para lograrlo, supone un testimonio de la seriedad con la que los Estados miembros han asumido dicha responsabilidad emanada de la Declaración de Compromiso que se adoptó de forma unánime en 2001 en el periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida.

Mayor grado de cumplimiento

El 7 de marzo de 2008, 147 de los 192 países habían entregado sus informes, lo que supone un gran incremento con respecto a los 115 de 189 que lo hicieron en 2006.

Cabe destacar que el grado de cumplimiento es del 100% en el Caribe, del 95% en Europa oriental y Asia central, del 95% en América Latina y del 94% en África subsahariana.

Sin embargo, en esa misma fecha, solo habían entregado sus informes el 50% de los países de América del Norte, el 53% de Europa occidental y central y el 50% de Oriente Medio y África septentrional. Por su parte, el grado de cumplimiento de Asia oriental es del 60% y el de Oceanía, del 57%.

El alto porcentaje de entregas en varias regiones es indicativo del grado de responsabilidad pública que están dispuestos a asumir muchos países. La Secretaría de ONUSIDA publica estos informes en el sitio web de ONUSIDA tal y como los presentaron los países, sin modificación o alteración alguna. Lejos de considerarse una pesada carga burocrática, este proceso de trabajo resulta para los países una oportunidad para ofrecer una declaración pública de su compromiso y para aprovechar el ejercicio comparativo.

"La actitud que se ha apreciado en el proceso de elaboración de informes de este año no tiene precedentes por el grado de coordinación y participación, y los resultados hablan por sí solos", afirmó la Dra. Deborah Rugg, jefa de la Sección de Monitorización y Evaluación de ONUSIDA.

"Tanto los gobiernos como la sociedad civil, los copatrocinadores y la Secretaría de ONUSIDA llevaron a cabo todos ellos un esf uerzo concertado para conseguir que los informes de los países fueran más exhaustivos que nunca. El resultado hace honor al compromiso demostrado por todos los participantes, que también refleja la extraordinaria respuesta que requiere esta epidemia".

Participación de la sociedad civil

La participación de la sociedad civil constituye una parte esencial del proceso de elaboración de informes y desempeña un papel muy importante en la recopilación de los indicadores del Índice compuesto de política nacional (ICPN).

ONUSIDA convocó un consorcio de organizaciones de la sociedad civil, dirigido por el Consejo internacional de organizaciones de servicios sobre el sida (ICASO) y la Coalición internacional por la salud de las mujeres (IWHC) para prestar apoyo en el proceso de elaboración de los informes nacionales. Esta tarea se realiza a nivel region al a través de una serie de redes que trabajan en asociación con el ICASO y la IWHC.

En muchos países, la sociedad civil se ha involucrado en el proceso de elaboración de informes nacionales, ofreciendo datos sobre diferentes aspectos de tipo cualitativo o de apoyo, organizando talleres sobre este cometido o creando informes "sombra" o paralelos, que, en algunos casos, pueden presentarse también si un país no ha incluido adecuadamente a la sociedad civil en su proceso de elaboración, o no ha presentado el informe de progreso en absoluto.

En el último año, se ha producido un descenso significativo en el número de informes paralelos presentados en ONUSIDA, lo que refleja el gran esfuerzo realizado en muchos países para incrementar la participación de la sociedad civil en este proceso. De hecho, estos instrumentos paralelos a menudo permiten incorporar el punto de vista de algunos sectores marginados que, de otro modo y por diversas razones, tendrían difícil formar parte de los procesos formales de elaboración de informes.

Los informes paralelos creados por las organizaciones de la sociedad civil pueden consultarse en la web de ICASO.

La inversión da sus frutos

La Secretaría de ONUSIDA también aumentó su inversión para la formación organizando talleres regionales para encargados gubernamentales de monitorización y evaluación, y enviando a 25 asesores expertos a diferentes países para ayudarles en el proceso de elaboración de informes.

Armonización de datos

El proceso celebrado este año también consiguió un importante grado de armonización de los datos. En los casos en los que había discrepancias entre los datos de los indicadores presentados a la UNGASS y a otros organismos de la ONU (por ejemplo, las cifras de transmisión maternoinfantil o de tratamiento del VIH), se crearon equipos conjuntos de la ONU para trabajar de forma concertada con el fin de armonizar las cifras. Así, analizaron los datos y las metodologías utilizadas, para terminar acordando cuáles constituían los indicadores más válidos para cada caso.

Se trataba de la primera vez que se indentificaban divergencias en los datos a nivel mundial para después armonizarlos a nivel nacional mediante un sistema cooperativo. La Secretaría de ONUSIDA dirigió esta iniciativa, para la que se estableció un foro de trabajo compuesto por cinco copatrocinadores y asociados: la OMS, UNICEF, el PEPFAR, MEASURE/DHS y el Fondo mundial.

En opinión de los países, el proceso fue un catalizador qu e promovió un diálogo sano entre organismos y reforzó el principio de la propiedad nacional de la respuesta.

Base de datos sobre la respuesta mundial (GRD)

Cada país presenta los datos de sus indicadores de la UNGASS mediante un programa informático llamado Sistema Nacional de Información de la Respuesta (CRIS). Además, ONUSIDA ha creado una base de datos mundial de gran tamaño, conocida como la Base de datos sobre la respuesta mundial (GRD) La GRD permite realizar un mejor análisis de la respuesta mundial, país a país y región a región, y por primera vez ofrece la posibilidad de mostrar las tendencias a lo largo de distintos años sobre algunos indicadores de la UNGASS y desagregar por género y edad.

Además de permitir la importación de datos de otras fuentes, la GRD también incorporará la utilidad de inte rcambio de datos del UNGASS con copatrocinadores de ONUSIDA como UNICEF y la OMS y los equipos de apoyo regional de ONUSIDA.

Utilización de los datos del UNGASS

Los indicadores del UNGASS servirán para monitorizar los avances conseguidos para alcanzar el acceso universal a la prevención, el tratamiento y la atención en 2010, y finalmente lograr el Objetivo de Desarrollo del Milenio consistente en frenar la propagación del VIH para 2015.

Estos datos, además, constituirán la base del informe del secretario general de la ONU a la Asamblea General en junio, así como del Informe sobre la epidemia mundial de sida de 2008, que se presentará en la Conferencia Internacional sobre el sida, que se celebrará en México D.F., entre el 3 y el 8 de agosto de este año.

Dado que hemos presenciado muchos avances en el proceso de este año en lo referido a la calidad de los datos, la participación de la sociedad civil, el número de informes presentados y la capacidades de análisis de los datos, se nos presenta un panorama mucho más despejado en cuanto a la respuesta mundial a la epidemia.

La mejora en el proceso de elaboración de informes también comporta que los propios países pueden "conocer su epidemia" mejor, facilitándoles una mejor orientación de su respuesta estratégica.