Reportaje

La falta de recursos debilita la respuesta al VIH en Pakistán

05 de febrero de 2010



La capacidad de Pakistán de responder de manera efectiva a la epidemia del VIH podría verse entorpecida debido a la falta de recursos para aplicar un nuevo Marco estratégico nacional revisado. El marco, aprobado por todos los asociados implicados en la respuesta, ofrece orientaciones estratégicas contrastadas para hacer frente de manera urgente al aumento de los niveles de infecciones por el VIH entre usuarios de drogas inyectables y para evitar su propagación a la población general.

A pesar de tener una prevalencia del VIH de menos de un 0,1% entre la población general, la epidemia del VIH de Pakistán ha pasado de ser baja a concentrada debido a que la prevalencia entre usuarios de drogas inyectables ha aumentado sin cesar de un 10,8% en 2005 a cerca de un 21% en 2008.

En parte, esta gran importancia del uso de drogas inyectables en la región se debe a la presencia desde hace tiempo de rutas de tráfico de opio ilegal. Los opiáceos son la droga utilizada por el 65% de los pacientes que están en rehabilitación en Asia, aunque las tendencias de consumo varían significativamente dentro de la región. Se estima que en Pakistán viven 92.000 usuarios de drogas inyectables, de los que, en los entornos urbanos, casi uno de cada cuatro (el 23%) está infectado por el VIH.

En vistas de las pautas de la epidemia entre usuarios de drogas inyectables, el programa de intercambio de jeringas y la reducción de daños relacionados con las drogas, incluido un programa de desintoxicación para usuarios de drogas inyectables, son esenciales. En Pakistán, los servicios de reducción de daños y de prevención del VIH comenzaron en 2002-2003, y el país ahora debe poner a prueba la terapia de sustitución entre usuarios. Las ONG asociadas se están encargando de poner en marcha los servicios de reducción de daños, ya que pueden desempeñar un papel crucial a la hora de difundir y ampliar la provisión de los estos servicios.

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Si se tuvieran más recursos disponibles, aumentaría la provisión de servicios para la reducción de daños que, están consiguiendo resultados positivos mitigando la propagación del VIH entre usuarios de drogas inyectables. Fotografía: P.Virot

Los estudios de vigilancia biológica y de conductas muestran que ha mejorado el conocimiento del VIH, se utiliza más el preservativo y que entre los usuarios de drogas inyectables que están en contacto con las actividades de reducción de daños ha disminuido el uso compartido de jeringas y agujas. Sin embargo, la cobertura de estos programas sigue siendo baja, pues los servicios de prevención del VIH solo llegan a unos 17.000 usuarios de drogas inyectables en el país. Si se tuvieran más recursos disponibles, aumentaría la provisión de servicios de reducción de daños que, como estos, están consiguiendo resultados positivos mitigando la propagación del VIH entre usuarios de drogas inyectables.

Conocer tu epidemia

Al igual que la tendencia de otros países de Asia, también conocida como el Modelo de epidemia asiático, la epidemia en Pakistán se caracteriza por la rápida transmisión del VIH y su la alta prevalencia entre usuarios de drogas inyectables en las fases iniciales y la posibilidad de que la infección se propague entre otras poblaciones en riesgo como profesionales del sexo u hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Posteriormente, mediante poblaciones puente como los clientes de los profesionales del sexo o los transportistas, la epidemia podría abrirse paso entre la población general. Los vínculos y los puntos comunes entre el consumo de drogas y el trabajo sexual, junto con la alta prevalencia de las prácticas sexuales sin protección y la falta de concienciación sobre los riesgos, indican que hay posibilidades de que la infección por el VIH se propague rápidamente entre estas poblaciones clave.

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La prevalencia entre usuarios de drogas inyectables ha aumentado sin cesar de un 10,8% en 2005 a cerca de un 21% en 2008. Fotografía: P.Virot

Uno de los logros del país ha sido la aplicación de la vigilancia de segunda generación para hacer un seguimiento de las pautas de la epidemia. Se ha desarrollado una metodología específica para el país que localiza a los grupos de alto riesgo en la primera fase y posteriormente recopila datos biológicos y de conductas. Esto ha generado información actualizada del tamaño de los grupos de riesgo y de la prevalencia del VIH entre ellos.

Los datos epidemiológicos recopilados en los últimos años han permitido confirmar que Pakistán tiene una epidemia “concentrada”. También han puesto de manifiesto que la población general, los jóvenes y los usuarios de drogas inyectables adoptan pocas medidas de prevención del VIH,

Adaptar la respuesta

En función del patrón de la epidemia, y con la ayuda de los últimos datos de vigilancia, el Gobierno de Pakistán ha revisado recientemente su Marco estratégico nacional (NSF-II). La nueva iniciativa (para 2008-2011) se basa en las iniciativas indicadas en el primer marco estratégico nacional y contempla además un nuevo enfoque renovado para ampliar rápidamente los programas de prevención y de prestación de servicios del VIH dirigidos a las poblaciones más expuestas al riesgo de infección, especialmente a los usuarios de drogas inyectables.

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El sida podría repercutir gravemente en algunas comunidades durante la próxima década. Se necesitan por tanto urgentemente recursos económicos y humamos para ampliar la provisión de servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo del VIH.
Fotografía: P.Virot

El país también ha intentado adaptar su política y marco legislativo sobre el sida mediante la Ley sobre la prevención y el tratamiento del VIH y el sida, con el fin de apoyar la labor del gobierno en lo que respecta a la prestación de servicios a las poblaciones más expuestas al riesgo de infección por el VIH debido a su ocupación y/o a sus conductas. Las disposiciones básicas de esta ley pretenden garantizar el acceso a la atención, el apoyo y al tratamiento en condiciones de igualdad para todas las personas que viven con el VIH. También pretende reducir el estigma y la discriminación que sufren las personas seropositivas y mejorar el acceso a la información y a los servicios de prevención del VIH.

Falta de recursos

A pesar de contar con un plan de acción completo, articulado en torno a recomendaciones debidamente contrastadas, el país se enfrenta a una carencia de recursos que podría impedir que se responda de manera efectiva y oportuna a la epidemia.

Un ejercicio de cálculo realizado por el Gobierno estimaba que aplicar el marco NSF II requeriría un total de US$ 293 millones para los cinco años. Durante 2006 y 2007 se destinaron al sida US$ 29,67 millones, de los cuales la mayor parte (el 61%) se utilizó para actividades de prevención.

Aunque el Banco Mundial, la financiación bilateral y los recursos gubernamentales han aportado recursos al país, estos fondos no son suficientes para cubrir las necesidades actuales ni para crear una base sostenible a largo plazo que permita mantener la respuesta al VIH en el futuro.

El sida podría repercutir gravemente en algunas comunidades durante la próxima década. Se necesitan por tanto urgentemente recursos económicos y humamos para ampliar la provisión de servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo del VIH para conseguir controlar el impacto de la epidemia y mitigar sus consecuencias sociales y sanitarias.

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