Reportaje

La región Asia-Pacífico y su férreo compromiso por lograr el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH

08 de abril de 2011

Steve Kraus, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, aportó una visión general acerca de la epidemia y la respuesta en la región. Créditos: ONUSIDA / V. Dithajohn

Casi una treintena de países de Asia y el Pacífico se comprometieron unánimemente a trabajar con empeño por un único fin: que, para 2015, en toda la región se haya alcanzado el acceso universal a los servicios relacionados con el VIH.

Dicho compromiso se oficializó en el encuentro celebrado del 30 al 31 de marzo en Bangkok (Tailandia) y en el que se dieron cita más de 250 representantes del Gobierno, de la sociedad civil, de las personas que viven con el VIH, de organismos de las Naciones Unidas y de asociados para el desarrollo. Todos ellos tenían el mismo propósito: constatar los logros alcanzados y poner en marcha una serie de acciones fundamentales para lograr el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

Por medio de la resolución adoptada de manera unánime al término del encuentro, los participantes instaron a una revolución en la prevención del VIH. Para todos, el foco de atención debería ir puesto en los grupos de población clave que corren mayor riesgo. Asimismo, hicieron hincapié en la necesidad de mantener los logros conseguidos en cuanto al acceso al tratamiento del VIH, y de intensificar urgentemente los esfuerzos destinados a acabar con las barreras jurídicas, el estigma, la discriminación y los déficits de financiación que impiden el avance de la respuesta al sida de la región. El siguiente paso será presentar ahora la resolución a la 67.ª Comisión de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico, que valorará si ha de ser oficialmente adoptada por sus 62 Gobiernos miembros.

Somos una región que demuestra que no vacilará a la hora de responder al sida. Los países de Asia y del Pacífico nos sentimos con fuerza para actuar de manera más efectiva. Daremos la cara por los profesionales del sexo, los consumidores de drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas transexuales. No pararemos de defender las políticas que salvaguardan los derechos de las personas que viven con el VIH.

Steve Kraus, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico.

“Somos una región que demuestra que no vacilará a la hora de responder al sida. Los países de Asia y del Pacífico nos sentimos con fuerza para actuar de manera más efectiva. Daremos la cara por los profesionales del sexo, los consumidores de drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas transexuales. No pararemos de defender las políticas que salvaguardan los derechos de las personas que viven con el VIH”, manifestó convencido el Sr. Steve Kraus, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico. Continuó diciendo que “gracias a nuestro compromiso y a nuestro vigor, ya hemos acordado cómo lograr el acceso universal en la región Asia-Pacífico. Hemos alzado la voz, y el eco de la región seguirá bien presente en la reunión de alto nivel de la ONU que tendrá lugar en el mes de junio en la ciudad de Nueva York”.

A lo largo de los dos días que duró este encuentro organizado por ONUSIDA en colaboración con la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico, los participantes pudieron enorgullecerse de los grandes éxitos cosechados hasta la fecha en la región. Entre ellos destaca la significativa caída experimentada, o estabilidad alcanzada, en cuanto a las epidemias causadas por el virus. Del mismo modo, se les reconoce a muchos países el considerable progreso conseguido en lo referente a la cobertura del tratamiento antirretrovírico.

No obstante, también se plantearon nuevos retos, pues aún ningún país de la región goza de acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH. En estas zonas, una de cada tres personas continúa sin tener acceso al tratamiento para combatir el VIH. Además, el 60% de las personas que viven con el VIH desconocen su estado serológico y, del mismo modo, las comunidades afectadas siguen siendo susceptibles de sufrir estigma social y discriminación. También son víctimas de leyes punitivas, políticas y prácticas que impiden su acceso a los servicios relacionados con el VIH. Muchos países de la región, incluyendo aquellos con niveles de ingresos medianos, o casi medianos, dependen demasiado de fondos internacionales que les permitan financiar su respuesta al sida. 

En la apertura del evento, el Dr. Siriwat Tiptaradol, secretario adjunto del Ministerio de Salud de Tailandia, recordó a todos los países que la prioridad política ha de ser velar por la salud y garantizar una respuesta conjunta: “Solo iremos dando pasos hacia el acceso universal cuando los distintos brazos del Gobierno y la sociedad civil se unan en pro de los mismos objetivos. Debemos ver la forma de ayudarnos unos a otros, sobre todo a nivel regional, para que los fondos requeridos para el sida sean responsabilidad de todos”.

Igor Mocorro, miembro de “Youth Lead”, dirigiéndose al plenario en la Consulta regional Asia-Pacífico en materia de acceso universal. Créditos: ONUSIDA / V. Dithajohn

Durante toda la consulta se incidió en la necesidad de seguir aumentando el ímpetu en la respuesta al sida, una actitud que se ha de fomentar en épocas como las actuales, en las que reina la austeridad económica y la preocupación por no quedar atrás frente el resto. “La región más poblada del mundo no puede permitirse un exceso de confianza en lo referente al sida. Los líderes políticos, la sociedad civil y las comunidades más afectadas son la piedra angular de la respuesta al virus. Por ello, han de estar unidos y darle una nueva orientación a sus esfuerzos, atentos siempre a los tiempos que corren”, apuntó Nanda Krairiksh, directora de la División de Desarrollo Social de la CESPAP.

Al tiempo, se resaltó la enorme importancia del compromiso y la motivación de la juventud, especialmente de aquella procedente de los grupos de población más expuestos al VIH. Los líderes más jóvenes destacaron el importante papel que ha de desempeñar la juventud en la respuesta al sida, y pidieron a los gobiernos nacionales y los asociados que tuvieran en cuenta la voz juvenil. 

“Nos gusta cambiar. Ha llegado el momento de que los líderes vean en los más jóvenes a unos asociados más, y valoren su papel en la sociedad”, dijo Igor Mocorro, miembro de “Youth Lead”, programa que impulsa la participación de la juventud de las poblaciones afectadas en la respuesta al sida. “Nosotros sabemos cómo están las cosas, y podemos lograr el cambio”.