Reportaje

Un informe muestra que el estigma y la discriminación contra las personas que viven con el VIH siguen estando muy extendidos en Asia y el Pacífico

29 de agosto de 2011

El estigma relacionado con el VIH está omnipresente en las vidas de las personas que viven con el VIH. El estigma marca a las personas como diferentes y desgraciados... El estigma se manifiesta en un trato discriminatorio y, a veces, violento con las personas que viven con el VIH, sus familias y con otros afectados por el VIH”.

Estas son las palabras con las que comienza el informe Índice de estigma de personas que viven con el VIH: análisis regional de Asia y el Pacífico presentado durante el cuarto día del X Congreso Internacional sobre el Sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), celebrado en Busán (República de Corea).

Aunque los datos del análisis difieren con frecuencia en función del contexto del país, el análisis muestra que el estigma y la discriminación siguen estando extendidos por toda la región y que son evidentes en muchos entornos, entre los que se incluyen la vida familiar y comunitaria, así como en el trabajo y los servicios sanitarios.

Por ejemplo, el estudio encontró altos porcentajes de personas que viven con el VIH que perdieron su empleo o fuente de ingresos en los últimos 12 meses en función de su estado serológico respecto al VIH: del 16% de los encuestados en Fiji al 50% en Camboya. En otros sitios, estas personas han sufrido el rechazo ante la oportunidad de trabajo: del 9% en Bangladesh al 38% de los encuestados en Filipinas.

“El estigma y la discriminación basadas en el estado serológico respecto al VIH, la orientación sexual y el estilo de vida no son aceptables y suponen un obstáculo para la respuesta al sida”, dijo Michel Sidibé, mientras compartía algunas conclusiones en una sesión anterior al ICAAP. “El Índice de estigma es una importante iniciativa para la fundamentación en pruebas que permita que los gobiernos y los colaboradores de la sociedad civil puedan trabajar con mayor efectividad para reducir el estigma y la discriminación relacionados con el VIH”.

El estigma y la discriminación basados en el estado serológico respecto al VIH, la orientación sexual y el estilo de vida no son aceptables y suponen un obstáculo para la respuesta al sida

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Análisis de nueve países 

El informe es la síntesis de los estudios realizados en nueve países de la región de Asia y el Pacífico: Bangladesh, Camboya, China, Fiji, Filipinas, Myanmar, Pakistán, Sri Lanka y Tailandia, y ofrece la primera comparación regional a gran escala de indicadores de estigma normalizados relacionados con el VIH.

En los nueve países, se documenta la discriminación en entornos sanitarios como un tema recurrente. En todos los países del análisis, los datos muestran que muchas personas que viven con el VIH evitan clínicas y hospitales por miedo a ser discriminados por su estado serológico respecto al VIH. En los entornos sanitarios, la confidencialidad y las pruebas involuntarias del VIH también fueron mencionadas como temas de preocupación.

El informe muestra que la discriminación es una realidad independientemente de la edad. Por ejemplo, un 35% de las personas que viven con el VIH en China menores de 25 años informaron que los maestros los discriminaban por su estado serológico respecto al VIH.

Una cuestión dominante en los nueve países analizados fue la incidencia de insultos y amenazas verbales experimentadas por las personas que viven con el VIH: en Myanmar hasta el 45% de los encuestados dijeron haber experimentado este tipo de discriminación.

El informe sugiere que incluso cuando los encuestados en el estudio no habían experimentado directamente este tipo de discriminación, tenían un miedo generalizado a la discriminación y modificaron su comportamiento en consecuencia.

El análisis estudia como el “auto” estigma también es un problema para las personas que viven con el VIH. Según los informes de los países analizados, más de un tercio de las personas que viven con el VIH en Tailandia decidieron no casarse. En Bangladesh esta cifra es incluso mayor, llegando hasta el 77%. Por otro lado, el 85% de las personas que viven con el VIH en el país también decidieron no tener más hijos por su estado serológico respecto al VIH.

En la presentación del análisis, Sangeeth Dolapihilla, coordinadora de juventud de la Red de Mujeres Positivas, subrayó lo común que este estigma es para las personas que viven con el VIH. “El Índice de estigma mostró que las personas que viven con el VIH tienen un gran estigma interno: sentimos que no podemos tener relaciones sexuales, que no podemos tener hijos”, dijo. “¿Qué tiene que pasar para que nuestras necesidades se resuelvan y poder deshacernos de este estigma interiorizado?”  

Pruebas para la acción 

Las conclusiones del estudio se utilizarán para dar información a las respuestas nacionales al VIH con el objetivo de documentar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH y ofrecer mecanismos para compartir experiencias en entornos distintos y a lo largo del tiempo. Estos estudios también pueden servir como línea de partida desde la cual medir el avance en la disminución del estigma y la discriminación.

El informe incluye recomendaciones para los países, como asegurar que se integran medidas contra el estigma en políticas nacionales para el VIH y respuestas basadas en programas coherentes, mejorar las respuestas jurídicas y políticas a la discriminación y el estigma relacionados con el VIH y fortalecer las políticas y las prácticas para reducir la discriminación y el estigma relacionados con el VIH en los servicios de atención sanitaria. 

La iniciativa del Índice de estigma es una colaboración entre la Red Mundial de Personas que Viven con VIH/Sida, la Comunidad Internacional de Mujeres que Viven con VIH/Sida, la Federación Internacional de Planificación Familiar y ONUSIDA.

La iniciativa es importante no solo por las conclusiones sino por el proceso: el Índice de estigma emplea un enfoque totalmente participativo donde la estrategia de investigación y recopilación de datos está dirigida por organizaciones de personas que viven con VIH con el apoyo de colaboradores nacionales e internacionales.