Reportaje

Los usuarios de drogas hablan sobre el VIH en Europa oriental y Asia central

13 de julio de 2012

Se estima que en Europa oriental y Asia central hay 3,7 millones de usuarios de drogas inyectables en la actualidad y se cree que aproximadamente uno de cada cuatro vive con el VIH.
Fotografía: ONUSIDA/J. Spaull

Durante el Foro internacional sobre el sida celebrado del 9 al 10 de julio de 2012 en Kiev (Ucrania), la comunidad de usuarios de drogas hizo un llamamiento para que haya un cambio urgente de las políticas represivas hacia enfoques humanos y basados en la salud pública en relación a los usuarios de drogas en Europa oriental y Asia central.

Dirigiéndose a los participantes a través de un mensaje grabado en vídeo, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, afirmó: “ONUSIDA les apoya firmemente en su llamamiento para el levantamiento de las restricciones a la reducción de daños y para que, con carácter de urgencia, se realicen intervenciones vitales y basadas en pruebas”.

Con el título “Asegurando que nuestra voz se oye”, el Foro reunió a representantes de las comunidades de usuarios de drogas, la sociedad civil, el mundo académico y las Naciones Unidas para hablar sobre los retos existentes para que se aborden los asuntos relacionados con el uso de drogas y el VIH. También acordaron y formularon los mensajes que se comunicarán a los respectivos gobiernos nacionales así como a la comunidad internacional en la próxima XIX Conferencia internacional sobre el sida, que se celebrará del 22 al 27 de julio de 2012 en Washington D.C. (Estados Unidos).

El número estimado de adultos y niños que viven con el VIH en Europa oriental y Asia central se ha triplicado desde 2001, alcanzando los 1,5 millones de personas en 2009. El uso de drogas inyectables sigue siendo la primera causa de transmisión del VIH en la región. Se estima que hoy por hoy hay 3,7 millones de usuarios de drogas inyectables en la región y se cree que aproximadamente uno de cada cuatro vive con el VIH.

Los asuntos más preocupantes, según expresaron los participantes, incluyen el creciente acoso y abuso policial de los que son objeto los usuarios de drogas, la severidad de las leyes actuales y la escasez de servicios para la reducción de daños —incluyendo la terapia de sustitución de opiáceos y los programas de suministro de jeringas y agujas. El alto nivel de estigma y discriminación por parte de los proveedores de atención sanitaria hacia los usuarios de drogas evita que estos obtengan una atención médica y un apoyo social que puede salvarles la vida.

“Las estrictas políticas sobre drogas y la estigmatización desaniman a los usuarios de drogas de acudir a los servicios de prevención y tratamiento para el VIH. Si los gobiernos y las comunidades internacionales siguen haciendo la vista gorda ante las violaciones de los derechos de los usuarios de drogas en sus países, no serán capaces de controlar la creciente epidemia de VIH en Europa oriental y Asia central”, afirmó Dasha Ocheret, subdirectora de Política y Defensa de la Red euroasiática de reducción de daños, una de las organizadoras del Foro.

Durante una sesión especial dedicada a los derechos y a la salud de las mujeres usuarias de drogas en la región organizada por ONUSIDA, los participantes hablaron sobre los riesgos y las vulnerabilidades específicas a las que se enfrentan las mujeres que utilizan drogas. Según Natalia, una participante procedente de Tomsk (Federación de Rusia), las mujeres usuarias de drogas se enfrentan al doble, o incluso al triple, de estigma y discriminación: por el hecho de ser mujeres, por ser usuarias de drogas y por su estado serológico respecto al VIH. Muchas de ellas también son víctimas de la violencia sexual y están estigmatizadas por su actividad como profesionales del sexo.

ONUSIDA les apoya firmemente en su llamamiento para el levantamiento de las restricciones a la reducción de daños y para que, con carácter de urgencia, se realicen intervenciones vitales y basadas en pruebas

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

“El papel de ONUSIDA y de otras organizaciones internacionales es promover los derechos de los usuarios de drogas en las más altas esferas políticas tanto a nivel nacional como internacional y desarrollar políticas basadas en pruebas para garantizar una financiación adecuada destinada a la reducción de daños y a los servicios del VIH”, afirmó Jean-Elie Malkin, director regional de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central.

La terapia de sustitución de opiáceos está disponible en todos los países de la región, a excepción de la Federación de Rusia, Uzbekistán y Turkmenistán. Sin embargo, los participantes hicieron énfasis en que los programas de sustitución de opiáceos de la mayoría de los países no han ido más allá del proyecto piloto a pesar de su probada efectividad.

Según Michel Kazatchkine, miembro de la Comisión mundial de políticas sobre drogas: “Solo podremos avanzar en este asunto eliminando los tabús y abriendo el debate sobre la reducción de daños tanto a nivel nacional como internacional. Hoy ya se habla en todo el mundo sobre las drogas y las políticas en materia de drogas, más de lo que se ha hablado nunca, así que no deberíamos desanimarnos sino presionar a los responsables políticos todavía más”.

También se puso de relieve la falta de financiación para los servicios de prevención del VIH destinados a los usuarios de drogas, especialmente desde que la mayoría de los países de la región ya no pueden optar a las ayudas del Fondo mundial. La comunidad hizo un llamamiento para que se incluya la prevención del VIH entre los usuarios de drogas en la agenda política como un asunto de urgencia que necesita inversiones importantes. De lo contrario, la región no tendrá éxito en su respuesta a la epidemia.

El Foro mundial consistió en sesiones plenarias, sesiones para el desarrollo de las capacidades de comunicación y promoción, y sesiones de documentales de vídeo donde los participantes grabaron pequeños mensajes de vídeo para los delegados de la Conferencia internacional sobre el sida.

La Conferencia internacional sobre el sida es el encuentro más importante para los responsables de formular políticas, activistas, personas que viven con el VIH y otras personas comprometidas con la erradicación de la epidemia de sida. El programa para el sida de 2012 presentará nuevos conocimientos científicos y ofrecerá muchas oportunidades para que se produzca un diálogo estructurado sobre los principales retos a los que se enfrenta la respuesta mundial al VIH. Se espera que reúna a más de 20 000 delegados de cerca de 200 países, incluyendo a 2000 periodistas.