Reportaje

La importancia de recordar: el Tapiz en Memoria del Sida queda al descubierto en AIDS 2012

21 de julio de 2012

De izquierda a derecha: Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA; Annie Lennox, embajadora de buena voluntad: Trina Scott, de Advocates for Youth; Patrick Holzfaster, de Levi Strauss & Co.; y Julie Rhoad, directora ejecutiva del Proyecto NAMES. Washington DC, 21 de julio de 2012.
Fotografía: ONUSIDA/C. Kleponis

Conforme miles de delegados de todo el mundo se reúnen para la XIX Conferencia internacional sobre el sida en Washington, el Tapiz en Memoria del Sida del Proyecto NAMES (AIDS Memorial Quilt Project), uno de los símbolos más importantes en la respuesta global al sida, fue dado a conocer en toda el área metropolitana del Distrito de Columbia en Estados Unidos.

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y la embajadora de buena voluntad de ONUSIDA, Annie Lennox, se unieron a la Fundación del Proyecto NAMES, a varias personalidades de alto nivel y a unos 300 miembros de la coalición de activistas YouthForce en la ceremonia de inauguración en el Mall. Después de que parte del tapiz quedase al descubierto, los allí reunidos hicieron turnos para leer la larga lista de nombres.

Parte del tapiz, que ya tiene más de 30 años, será expuesto en 50 lugares del 21 al 24 julio, incluido el National Mall. El tapiz al completo, el proyecto comunitario de arte más gran del mundo, contiene los nombres de 94 000 personas que han perdido sus vidas a causa del sida en más de 48 000 piezas individuales. Durante la ceremonia, una única pieza de 1988 que todavía hay que coser al resto del tapiz fue expuesta públicamente por primera vez. El diseño de esta pieza simplemente dice: “El último”.

El objeto conmemorativo, que ya mide 80 kilómetros de largo, supone una oportunidad de volver la mirada décadas atrás en la epidemia de sida y de reflexionar sobre lo que necesita hacerse en el futuro para dejar de añadir nombres, ya que cada nuevo nombre debería ser el último.

“Es posible imaginar el día en el que coseremos la última pieza al tapiz del sida”, afirmó el Sr. Sidibé. “Hasta que llegue ese día, debemos hacer todo lo posible por conseguir una generación sin sida. Tenemos un objetivo claro, así que vamos a hacerlo realidad”.

A lo largo de su historia, que dio comienzo en 1987 cuando activistas de San Francisco encontraron una forma impactante de recordar a los amigos y a las personas amadas perdidas, el tapiz del sida se ha utilizado para hacer frente al prejuicio y para concienciar y conseguir financiación. Hasta la fecha se han recaudado 4 millones de dólares en donaciones para servicios destinados a personas que viven con el VIH. También se ha utilizado como una forma de unir los esfuerzos de toda la comunidad internacional en la respuesta al sida y como una herramienta efectiva para educar y prevenir el VIH. Con base en los Estados Unidos, el tapiz tiene ahora un perfil internacional con piezas procedentes de casi 30 países más.

Según Annie Lennox, el coste en vidas humanas de la epidemia y el coste real de no actuar quedan fuerte y dramáticamente representados de una forma visualmente fascinante.

“Durante treinta años, activistas y defensores de los afectados por sida de todo el mundo han estado trabajando para llevar a cabo los cambios efectivos y duraderos que necesitamos ver antes de llegar a la fase de cero nuevas infecciones por el VIH”, afirmó Annie Lennox. “Nos encontramos en un momento crucial de la historial en la que realmente podríamos ver hecho realidad un sueño durante nuestra vida. Por esta razón, es absolutamente necesario que lleguemos a ver esto. Podemos y debemos”, añadió.

Es posible imaginar el día en el que coseremos la última pieza al tapiz del sida. Hasta que llegue ese día, debemos hacer todo lo posible por conseguir una generación sin sida. Tenemos un objetivo claro, así que vamos a hacerlo realidad

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Durante la ceremonia, el énfasis estuvo puesto en la juventud, dado la importantísima función que los jóvenes deben realizar en la respuesta al sida ahora y en el futuro. Los jóvenes soportan una pesada carga, con 2400 nuevas infecciones por el VIH diarias en las edades que van de los 15 a los 24 años: suponen el 40% de los adultos a los que se les diagnostica por primera vez como seropositivos. En la reunión se pudo escuchar cómo los jóvenes necesitan liderar el desafío a la epidemia y que tienen el poder para cambiar las cosas.

La ceremonia, aunque sombría, también estuvo llena con la esperanza de que, al recordar a aquellos que habían perdido su vida, la comunidad del sida se vea impulsada y revigorizada aún más en su esfuerzo por conseguir la visión de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida.