Reportaje

Las lecciones de la respuesta al sida pueden configurar un nuevo paradigma para el desarrollo posterior a 2015, según afirma Michel Sidibé en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas

01 de marzo de 2013

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, en su intervención en la 22ª sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas el pasado 28 de febrero.
Fotografía: ONUSIDA

En un discurso de alto nivel en la 22ª sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que tuvo lugar el 28 de febrero, Michél Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, hizo hincapié en la importancia fundamental de ver la epidemia del sida a través del prisma de los derechos humanos.  Sostuvo que la respuesta al sida está estrechamente relacionada con el programa de los derechos humanos. Es fundamental asegurar los derechos, la justicia social, la equidad y la igualdad de género si se quiere conseguir el objetivo de cero nuevas infecciones, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. 

El Sr. Sidibé destacó que la respuesta al sida ha allanado el camino para un progreso de transformación en la amplia gama de derechos al proporcionar el motor para lograr los objetivos de desarrollo. Señaló que "las lecciones fundamentales aprendidas de la respuesta al sida pueden ayudar a asegurar que el programa de desarrollo posterior a 2015 se centre en los derechos humanos". Estas lecciones incluyen promover la inclusión y la participación, proveer de recursos y espacio político a la sociedad civil con el fin de que impulse el cambio social desde dentro, y asegurar la atención a los más marginados.

Al señalar cómo el reto de la epidemia ha sido pionero en lidiar con la desigualdad, habló sobre el poder de las personas que viven con el VIH, que han sido los motores del progreso en la respuesta al sida. Los llamó "verdaderos defensores de los derechos humanos que luchan por sus vidas y por las de millones de personas".

Las lecciones fundamentales aprendidas de la respuesta al sida pueden ayudar a asegurar que el programa de desarrollo posterior a 2015 se centre en los derechos humanos

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

El Sr. Sidibé reconoció que se han logrado progresos en la respuesta a la epidemia, pero recalcó que todavía queda mucho por hacer. Hizo especial hincapié en la necesidad de reducir los prejuicios, la discriminación, la exclusión y la penalización existentes de personas que viven con el VIH, así como de abordar los enfoques punitivos a los más vulnerables y con mayor riesgo de infección como los trabajadores del sexo, los usuarios de drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y los profesionales del sexo transgénero.

El Sr. Sidibé apuntó que "es indignante que, en 2013, cuando contamos con todas las herramientas para hacer frente a esta epidemia, más de 1,7 millones de personas mueran por no tener acceso al tratamiento". Añadió que "debemos trabajar en el ámbito de los derechos humanos para acabar con esta epidemia, para llegar a todos los que necesitan la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH".

El Sr. Sidibé instó a que el marco de desarrollo posterior a 2015 adopte explícitamente el marco de los derechos humanos, así como un enfoque basado en el derecho al desarrollo. Refiriéndose a los miembros del Consejo como los líderes más importantes del mundo en materia de derechos humanos, el Sr. Sidibé pronunció ante el Consejo que "acabar con el sida es un legado de derechos humanos para todos.  Podemos detener y revertir el sida si mantenemos nuestro entusiasmo y compromisos durante y después del 2015".

Creado en 2006 para reemplazar a su predecesor, el Consejo de los Derechos Humanos es el encargado de promover el respeto universal para la protección de todos los derechos humanos y de abordar situaciones en las que se violan los mismos.
Fotografía: ONUSIDA

El Director ejecutivo de ONUSIDA se unió a otros dignatarios para abordar el segmento de alto nivel de la sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, entre los que se encontraban el presidente alemán Joachim Gauck y los vicepresidentes de Colombia e Iraq.

El Consejo de los Derechos Humanos, creado en 2006 para reemplazar a su predecesor (la Comisión de Derechos Humanos), es el encargado de promover el respeto universal para la protección de todos los derechos humanos y de abordar situaciones en las que se violan los mismos. Asimismo, a través del mecanismo de Examen periódico universal supervisa si las obligaciones y compromisos sobre derechos humanos de los estados miembros se cumplen.

Durante la 22ªsesión, que está teniendo lugar desde el 25 de febrero hasta el 22 de marzo, se están tratando una amplia gama de cuestiones. Entre ellas se incluyen la negociación de una resolución histórica para proteger a los defensores de los derechos humanos, los derechos de los niños al más alto nivel posible de salud, así como resoluciones sobre los derechos de las personas con discapacidad, de las minorías y de los sometidos al racismo y a la xenofobia.

En el período previo a su intervención en el Consejo de los Derechos Humanos, el Sr. Sidibé celebró una serie de reuniones bilaterales para promover el programa de derechos humanos. En ellas estuvieron el ministro de Relaciones exteriores de Nigeria, el profesor Viola Onwuliri; la subsecretaria de estado adjunto de los Estados Unidos para Asuntos de organizaciones internacionales, la Dra. Esther Brimmer; la ministra delegada de la francofonía, la Sra. Yamina Benguigui; y el Ministro de cooperación para el desarrollo de Dinamarca, Christian Friis Bach.