Reportaje

El Caribe responde a la llamada mundial para acabar con el estigma y la discriminación

11 de abril de 2014

La respuesta al VIH en el Caribe ha sido un gran éxito en los últimos años. Desde el año 2001, las muertes relacionadas con el sida se han reducido en un 54%, mientras que las nuevas infecciones por el VIH han descendido en un 49%. Actualmente, la cifra de personas que tienen acceso al tratamiento contra el VIH se ha multiplicado por veinte en comparación con la de hace diez años. Además, varios países van por el camino de conseguir eliminar prácticamente las nuevas infecciones por el VIH en niños para el año 2015.

No obstante, el estigma y la discriminación siguen siendo obstáculos para reducir las nuevas infecciones, aumentar el número de personas con acceso al tratamiento antirretrovírico, y asegurar que todas las personas que viven con el VIH pueden llevar una vida plena y productiva. Los prejuicios contra las personas que viven con el VIH y contra otros grupos de población clave —entre los que destacan los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero, los trabajadores sexuales, las personas que consumen drogas, las personas sin hogar y las personas presas—, siguen siendo el principal obstáculo en la región.

"El VIH es una consecuencia de las desigualdades de la sociedad", declaró Carolyn Gomes, directora ejecutiva de la Coalición Caribeña de Comunidades Vulnerables durante la Conferencia caribeña sobre justicia para todos celebrada en Kingston, Jamaica. "Necesitamos fomentar un acercamiento. Hay que encontrar la forma de hacernos oír. Tenemos que emplear los recursos que sabemos que pueden conseguir un cambio que transforme las cosas."

La iniciativa "Justicia para todos" pretende unir las voces y las acciones de los miembros de la sociedad civil y de los gobiernos, comunidades religiosas y del sector privado. Se trata de un intento para impulsar de forma colectiva a los países del Caribe para que mejoren el acceso a la justicia y a la igualdad de los ciudadanos. Asimismo, busca construir alianzas para aumentar la sensibilización y el apoyo a los derechos humanos.

La iniciativa está coordinada por la Alianza pancaribeña contra el VIH y el sida (PANCAP), y dirigida por el enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para el VIH en el Caribe, el profesor Edward Greene, que cuenta con el apoyo de ONUSIDA.

"Hoy en día el mundo sabe qué hacer para acabar con esta epidemia", dijo Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA, a los participantes. "Tenemos las herramientas necesarias para hacerlo, pero hemos llegado a un punto en el que hay personas a las que se está dejando atrás. El Caribe forma parte de esta contradicción. La epidemia general está reduciéndose, pero aún persisten leyes, actitudes y prácticas que nos impiden alcanzar nuestras metas". El Dr. Loures animó a los participantes de la conferencia a fijarse objetivos concretos y marcarse etapas con el fin de medir sus avances para acabar con el estigma y la discriminación.

El director ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Mark Dybul, destacó que esta estrategia regional para construir una cultura de respeto a los derechos humanos es única. "El Caribe podría ser la primera región en acabar con el sida", declaró el Sr. Dybul. "Nos encontramos en un momento histórico en el que podemos poner fin a la amenaza para la salud pública que supone el sida. Ninguna otra epidemia nos está haciendo responder, unos a otros, de forma distinta, ni aceptar a todo el mundo, a cada colectivo de personas, como parte de la familia humana".

El Sr. Greene destacó algunos ámbitos en los que resulta fundamental centrarse, entre los que se incluyen la desigualdad de género, el fomento de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y la derogación de leyes discriminatorias que atentan contra los derechos humanos. Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo es un delito penal en once naciones de la región, y varios países caribeños prohíben ciertos aspectos del trabajo sexual. Del mismo modo, en algunos países existen leyes que restringen la entrada al país por motivos de orientación sexual, estado serológico y discapacidad. Denzil Douglas, primer ministro de San Cristóbal y Nieves, afirmó que la "Justicia para todos" será un tema de debate para los dirigentes de la región".