Reportaje

Impulso del debate sobre el fortalecimiento de los sistemas de salud

04 de noviembre de 2008

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Dr Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA hablando en una sesión sobre el papel de los principales interesados en el fortalecimiento de los sistemas de salud. Créditos: JCIE

Representantes de los países pertenecientes y no pertenecientes al G8, de organizaciones internacionales, fundaciones y la sociedad civil se han reunido en Tokio (Japón) para abordar el fortalecimiento de los sistemas de salud. La conferencia internacional sobre la Acción Mundial para Fortalecer los Sistemas de Salud tuvo lugar los días 3 y 4 de noviembre como seguimiento de la cumbre del G8 celebrada en Tokio en julio de 2008. El objetivo de la conferencia era mantener la salud mundial como una cuestión prioritaria en los planes de los líderes del G8 y desarrollar un marco coordinado para emparejar mejor las iniciativas de salud mundial.

El día 3 de noviembre, el Dr. Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA, intervino en una sesión dedicada a examinar el papel de las principales partes interesadas en el fortalecimiento de los sistemas de salud. En su presentación, el Dr. Piot expuso el problema de la repercusión del sida –y de otras enfermedades específicas - sobre los sistemas de salud en los países de ingresos bajos y medios. El Dr. Piot destacó que la respuesta al sida ha reforzado los sistemas de salud débiles, por ejemplo a través del suministro de servicios básicos de tratamiento, atención y apoyo para las personas que viven con el VIH. En su intervención, el Dr. Piot también hizo énfasis en la necesidad de mejorar la coordinación entre los asociados internacionales que trabajan en el campo de la salud, de hacer rendir con mayor eficacia el dinero existente y de asegurar recursos financieros previsibles a largo plazo.

Una de las mayores limitaciones encontradas a la hora de abordar la epidemia de sida y el acceso mundial a los servicios básicos de salud es la grave escasez de trabajadores de salud. El déficit actual en la fuerza de trabajo relativa a la atención de salud es el principal obstáculo al suministro de tratamiento antirretrovírico y de otros servicios relacionados con el VIH en muchos países de Europa oriental, África y Asia. Muchos sistemas de salud tienen poca disponibilidad y calidad de asesoramiento previo y posterior a las pruebas, educación de salud, atención domiciliaria, y diagnóstico y tratamiento de infecciones oportunistas.

La necesidad de recopilar de forma más activa y coordinada la información sanitaria, así como la importancia de contar con recursos sostenibles y previsibles, fueron identificados como dos aspectos de suma trascendencia que era necesario mejorar con miras a fortalecer los sistemas de salud en todo el mundo. También es preciso mejorar la vigilancia mundial de datos para un uso más eficaz de los recursos existentes.

El Japón, que actualmente ocupa la presidencia del G8, concede la máxima prioridad al fortalecimiento de los sistemas de salud en sus planes, y desde su posición ha animado a las otras naciones del G8 a dar pleno apoyo a una mayor acción en ese campo por medio de la organización de diversas reuniones de alto nivel y la creación de grupos de trabajo para abordar áreas prioritarias de los sistemas de salud, como el financiamiento, la recolección de información y datos, y la fuerza de trabajo.

El Japón se ha comprometido a asegurar una transición sin contratiempos del expediente relativo a los sistemas de salud al próximo país que ocupe la presidencia del G8, eso es, Italia, en 2009.