Reportaje

La mejora del acceso a los medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión maternoinfantil protege a más niños del VIH

30 de septiembre de 2009

Este reportaje también ha sido publicado en  www.who.int/hiv

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Fotografía: OMS/James Oatway 2009

La desesperación está dando paso a un optimismo prudente hasta en las naciones africanas más afectadas por el VIH puesto que cada vez se dispone de más medicamentos antirretrovíricos para evitar que las madres seropositivas transmitan el virus a sus hijos durante el embarazo o la lactancia. Así, el objetivo de las Naciones Unidas de tener una generación de niños libres del VIH está hoy más cerca.

La prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI) es una de las herramientas más poderosas de la prevención del VIH y tiene un potencial enorme de mejorar la salud de madres e hijos. No obstante, a pesar de los progresos conseguidos últimamente, queda mucho trabajo por hacer.

Según el informe de progresos de 2009 Hacia el acceso Universal, "2009 Towards universal access progress report",publicado por la OMS, UNICEF y ONUSIDA, el 45% de las mujeres embarazadas en los países de ingresos medios y bajos recibió terapia antirretrovírica para evitar transmitir el VIH a sus bebés en 2008, una cifra superior al 35% de 2007 y al 10% de 2004. En las naciones de África oriental y meridional, donde las tasas de infección son más altas, la cobertura ha aumentado de un 46% en 2007 a un 58% en 2008 gracias al aumento del compromiso nacional y al apoyo internacional.

Una de las principales razones que explica este progreso es que las pruebas del VIH y el asesoramiento para mujeres embarazadas están aumentando con la expansión de los enfoques iniciados por los proveedores en los entornos de atención sanitaria. En 2008, el 21% de las mujeres embarazadas que dieron a luz en países de ingresos medios y bajos se realizaron las pruebas del VIH, una cifra superior al 15% de 2007. El porcentaje correspondiente en África subsahariana se incrementó de un 17% a un 28%, un aumento especialmente significativo en los países de África oriental y meridional. Esto se explica en parte por el aumento del número de clínicas prenatales que ofrecen servicios de PTMI y que atraen a un gran número de mujeres que acuden a su primera consulta durante el embarazo.

En todo el mundo, el sida es la principal causa de mortalidad entre las mujeres en edad fértil. Según el informe, se estima que en 2008 dieron a luz 1,4 millones de mujeres embarazadas seropositivas, el 91% de ellas en África subsarahariana. Un tercio de los bebés que nacieron con el virus murieron antes de cumplir su primer año, y prácticamente la mitad en el segundo año.

En 2008, 70 países de ingresos medios y bajos establecieron un plan nacional con objetivos adaptados a cada población para ampliar los servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, una cifra superior a los 34 países que lo hicieron en 2005. En 2008, 54 países contaban con planes para ampliar los servicios pediátricos del VIH (en 2005 fueron solo 19). Se estima que en 2008 se suministraron medicamentos antirretrovíricos al 32% de los bebés nacidos de madres seropositivas, una cifra cinco veces superior a la de 2004.

Las recomendaciones de las Naciones Unidas con relación a la prevención de la transmisión maternoinfantil se articulan en torno a cuatro enfoques: prevención de la infección por el VIH en mujeres en edad de procrear; evitar los embarazos no deseados en mujeres seropositivas; prevenir que las madres que viven con el VIH transmitan el VIH a sus hijos, y facilitar servicios de tratamiento, atención y apoyo adecuados para las madres seropositivas, sus hijos y sus familias.

La Asamblea General de las Naciones Unidas se ha marcado el objetivo de conseguir que el 80% de las mujeres embarazadas y sus hijos tengan acceso a la prevención, el tratamiento y la atención esenciales para 2010, con el fin de reducir la proporción de niños seropositivos en un 50%. Para conseguir este objetivo se necesitaría que al menos 500.000 mujeres embarazadas más accedan a los servicios de la PTMI. Como la PTMI representa el punto de contacto entre el VIH y los servicios de salud materna e infantil, esto tendría un impacto positivo en la salud de mujeres y niños en general. Conseguir esta meta sigue siendo un grandísimo reto, pero cada vez son más los países que están dando grandes zancadas en la dirección correcta.

Botswana, que durante mucho tiempo ha sido considerada como la insignia de África subsahariana en materia de prevención, tratamiento y atención, ha sobrepasado este objetivo con facilidad, y se estima que el 95% de las mujeres embarazadas y sus bebés se someten a las pruebas y reciben asesoramiento y medicamentos antirretrovíricos. Según el representante nacional de la OMS, Eugene Nyarko, la PTMI ha sido durante mucho tiempo uno de los pilares de los programas nacionales de prevención. “El compromiso y la responsabilidad del Gobierno han sido clave”, reconoce.

El Swazilandia, que tiene la mayor prevalencia del VIH del mundo, los progresos han sido inmensos. Según Derek von Wissel, director del Comité Nacional de Respuesta de Emergencia al VIH y al Sida de Swazilandia, más del 90% de las mujeres embarazadas que acuden a las instalaciones de salud pública disponen ahora de asesoramiento y pruebas, y la mayoría de las que resultan seropositivas reciben antirretrovíricos. “La disponibilidad del tratamiento es un elemento realmente positivo. Las personas ya no tienen tanto miedo de someterse a las pruebas porque saben que el VIH ya no es una sentencia de muerte y que existen remedios”. Swazilandia ha disminuido su tasa de transmisión maternoinfantil del VIH desde su nivel máximo de más de un 30% a un 20%, y el objetivo es reducirla hasta un 5% para 2014, afirma von Wissel.

Igualmente importante es el hecho de que cada vez más países sigan las recomendaciones de la OMS sobre el uso de una combinación de dos o tres medicamentos antirretrovíricos para evitar la transmisión vertical de la madre al niño. En 2007, el 49% de las mujeres que recibían antiretrovíricos seguían un régimen de un dosis única de nevirapina. En 2008, esta cifra ha disminuido hasta situarse en alrededor de un 31%, pues son más las mujeres que reciben una combinación más eficaz de varios antirretrovíricos.

Un estudio sobre los bebés a los que se realizaron pruebas del VIH durante una inmunización rutinaria en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica, mostró que la tasa de transmisión vertical del VIH en la sexta semana era de un 7% en 2008-2009, comparada con un 20,8% en 2004-2005. Esta reducción dramática se debe en gran parte al aumento de los servicios de pruebas, asesoramiento y tratamiento, así como al cambio a una combinación de más de un medicamento antirretrovírico.

Según el informe de progresos Hacia el acceso universal, “Estos datos demuestran que las intervenciones antirretrovíricas efectivas se pueden realizar a gran escala y que las tasas de transmisión se pueden reducir exponencialmente. “Desde donde nos encontrábamos hace cinco años, se ha producido un aumento tremendo de la cobertura", comenta Hoosen Coovadia, uno de los principales profesores de pediatría y científicos de la PTMI de Sudáfrica. Sin embargo, también señala que las limitaciones en la capacidad a nivel local siguen siendo un problema, y que las autoridades sanitarias deben hacer más para utilizar la PTMI como un catalizador que permita ampliar los servicios de salud reproductiva e implicar a los compañeros sexuales.

Los progresos realizados de manera general en África occidental y central se ven contrarestados por los bajos niveles de cobertura en Nigeria y en la República Democrática del Congo, que soportan la mayor carga del VIH de la región. Solamente Nigeria representa el 30% del déficit mundial para conseguir el objetivo de las Naciones Unidas de llegar al 80% de las mujeres para 2010.

En África del Norte y Oriente Medio, menos del 1% de las mujeres embarazadas seropositivas recibieron un régimen antirretrovírico para evitar transmitir el VIH a sus hijos. Es Asia oriental, meridional, y en el sudeste de Asia, esta cifra fue de un 25%. La cobertura en América Latina creció de un 47% en 2007 a un 54% en 2008, y en el Caribe, de un 29% a un 52%. En Europa y Asia central, la cobertura pasó de un 74% en 2007 a un 94% en 2008.

Incluso en aquellos países que cuentan con programas de PTMI sólidos, no hay lugar para la autocomplacencia. Según Siripon Kanshana, secretaria permanente adjunta del Ministerio de Salud Pública, Tailandia, por ejemplo, ha reducido sus tasas de transmisión maternoinfantil a menos de un 5%. No obstante, Siripon también afirma que se necesita seguir fomentando las capacidades y formando al personal sanitario (especialmente a los enfermeros) sobre las pruebas, el asesoramiento y la monitorización de los efectos secundarios de los antirretrovíricos y de la posible resistencia a los medicamentos. “El Ministerio de Salud ha adoptado el compromiso, pero el gobierno todavía necesita la promoción de los organismos de las Naciones Unidas para ayudar a fortalecer nuestros sistemas de atención sanitaria".