Reportaje

Movilidad, migración y vulnerabilidad al VIH: una realidad en los puertos del Mar Rojo y el Golfo de Adén

28 de septiembre de 2010

Su Excelencia Ismail Omar Guelleh, presidente de la República de Djibouti junto al señor Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Fotografía: ONUSIDA/P.Virot

Cada año, más de 200 millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y convertirse en desplazadas. Según las estimaciones de las Naciones Unidas, habría entre 20 y 30 millones de migrantes en situación irregular. Asimismo, la ONU considera que las guerras y los conflictos han sido la causa del desplazamiento de 16 millones de refugiados.  

Muchos de los países situados en la zona del Mar Rojo y el Golfo de Adén se han visto afectados por una pobreza inestimable y por conflictos violentos internos,  situación que ha forzado a un gran número de migrantes a vivir en los puertos y sus alrededores. A todo ello hay que sumarle la existencia de una gran comunidad de desplazados entre los que se encuentran conductores de camiones, cargadores de muelle, trabajadores portuarios, personal de seguridad, tripulaciones de barcos y trabajadores del sexo que presentan un elevado riesgo de exposición al VIH.

La pobreza, la exclusión social, la separación de las familias y las comunidades, la soledad, el miedo y la marginación son solo algunos de los factores capaces de convertir a los desplazados y los migrantes en un grupo especialmente vulnerable al VIH.  Por si ello no fuera suficiente, la falta de acceso a la prevención, el tratamiento y la atención del virus dificulta aún más las cosas.

Para Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), "es imprescindible que los desplazados y migrantes que viven y se mueven por los puertos tengan acceso a los servicios de VIH. Del mismo modo, urge incluirlos en los planes nacionales de respuesta ante el VIH". Además, declara que "si logramos el acceso universal, sabremos con seguridad que hemos llegado a todos los sectores de la sociedad, especialmente a aquellos más vulnerables al virus".

El gobierno de Djibouti, en estrecha colaboración con ONUSIDA, la Organización Internacional para las Migraciones y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés) están entre las instituciones asociadas que convocaron una reunión con el fin abordar el asunto referente a estos grupos sitos en los puertos del Mar Muerto y el Golfo de Adén y tan expuestos a la transmisión del VIH. El encuentro se celebró del 26 al 29 de septiembre de 2010, y en él participaron líderes tanto de los países del Mar Rojo como de otros del continente africano.

Su Excelencia el ministro de salud de Djibouti valoró positivamente la conferencia ya que, en su opinión, "ha sido muy instructiva para nosotros. Sin duda, hemos aprendido mucho de los expertos y, sobre todo, de las personas que viven con el VIH, quienes se han ofrecido voluntarias para contarnos su propia experiencia". De igual modo, afirma que "este encuentro ha reafirmado mi convicción de que debemos continuar trabajando para alcanzar el acceso universal a la prevención y el tratamiento del virus, y la atención y el apoyo necesarios para quienes viven con él. Tenemos que tener la certeza de que cualquier persona, incluso las más marginadas y vulnerables, tenga acceso a estos servicios cuando así lo precise".

Expertos y líderes han acordado adoptar medidas concretas con el objeto de fortalecer su compromiso con el VIH y la movilidad, incorporar ambas cuestiones en los planes de estrategia nacional y garantizar el perfeccionamiento de los mismos. Por otro lado, su objetivo es promover la capacidad de la sociedad civil y fomentar su relación con el sector privado, todo ello con el propósito de desarrollar una estrategia común de comunicación que haga especial hincapié en los derechos humanos.