Reportaje

Fomentar una mayor atención al VIH en las emergencias humanitarias

06 de julio de 2015

Las estrategias y los trabajos contra el sida deben dar una mayor prioridad a las emergencias humanitarias y a los millones de personas afectadas, esto es lo que acordaron los miembros del organismo directivo de ONUSIDA en el segmento temático de las 36ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa (JCP) de ONUSIDA, que se celebró el 2 de julio en Ginebra (Suiza).

Los nuevos datos presentados en la sesión temática por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el secretariado de ONUSIDA estiman que de los 314 millones de personas afectadas por emergencias humanitarias en 2013, 1,6 millones - o 1 de cada 22 - viven con el VIH, y muchos miles más están en riesgo.

"Hablamos de una cantidad increíble de personas y de varias capas de vulnerabilidad. La escala y el impacto son demasiado grandes como ser obviados. Debemos garantizar que los servicios de prevención y tratamiento del VIH se integren sistemáticamente en las respuestas a las emergencias", dijo el Sr. Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.

La sesión temática contempló el vasto y complejo asunto del VIH en las situaciones de emergencia, incluida la prestación de servicios de atención sanitaria y contra el VIH en situaciones de conflicto, desastres naturales, emergencias de salud pública, desplazamientos y migración. En materia de protección, se debatieron temas como la vulnerabilidad al VIH debido a la violencia sexual, las violaciones de los derechos humanos, las restricciones y las leyes y políticas punitivas. En lo referente a la resiliencia, los participantes hablaron sobre la necesidad de refuerzo y preparación de las comunidades.

Los expertos, procedentes de una amplia variedad de países como Burundi, República Centroafricana, Djibouti, Haití, Líbano, Liberia, Nepal, Nigeria, Sierra Leona y Ucrania, comentaron las realidades sobre el terreno. Hablaron de obstáculos y oportunidades y dieron ejemplos de acciones exitosas emprendidas por gobiernos y sociedad civil para combatir el VIH en una amplia variedad de situaciones de emergencia humanitaria.

En su discurso inaugural, el antiguo refugiado, el Sr. Noé Seisaba, de Burundi, quien fundó la organización Stop SIDA que lleva iniciativas esenciales contra el VIH a campos y entornos de refugiados, hizo un llamamiento a la comunidad de personas que viven con el VIH para que se implique en todos los aspectos de la planificación y la puesta en práctica. "Me enfrenté a una fuerte discriminación, pero rompí el silencio sobre el VIH para conseguir que trabajar en el VIH fuera un asunto comunitario y mostrar que podemos intervenir como refugiados, porque realmente conocemos los problemas y las realidades", afirmó. "Me alegra constatar que estamos hablando de este tema, pero quiero ver acciones concretas".

Muchos participantes reiteraron que es esencial la implicación y el empoderamiento de la comunidad de personas que viven con el VIH y están más afectadas por el virus para alcanzar resultados para las personas en estos contextos tan difíciles. "Si queremos poner fin a la epidemia de sida para 2030, debemos poner de relieve las causas principales de vulnerabilidad en situaciones de emergencia humanitaria y aumentar las acciones para fomentar el respeto por los derechos y la dignidad humana básica", declaró el Sr. George Okoth-Obbo, ayudante del Alto Comisionado de Operaciones en ACNUR.

Se animaron las estrategias entre diversas regiones para lograr un impacto y un alcance máximos. El problema de la violencia sexual en situaciones de emergencia y la desigualdad entre sexos se destacaron como aspectos fundamentales a los que se debe prestar más atención, acción e inversión.