Reportaje

ACNUR: un nivel sin precedentes de desplazamientos forzados en todo el mundo

19 de junio de 2015

El número de personas y familias obligadas a huir de sus hogares ha alcanzado un máximo histórico, ya que cerca de 60 millones de personas en todo el mundo están desplazadas en la actualidad por los conflictos y las persecuciones, afirma un nuevo informe publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el Día Mundial del Refugiado celebrado el 20 de junio.

Según las Tendencias mundiales 2014 de ACNUR, este número está aumentando con rapidez. A finales de 2014, unos 59,5 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse, en comparación con los 51,2 millones de 2013. El pasado año, una media de 42 500 personas al día se convirtieron en refugiados, solicitantes de asilo o desplazados internos. Este cuádruple incremento en cuatro años se debe en gran medida a la guerra en la República Árabe Siria, aunque las cifras aumentan en todo el planeta por el estallido de nuevos conflictos o la reactivación de los antiguos.

Al tiempo que pone de relieve la cifra sin precedentes de desplazamientos forzados y de personas que cruzan las fronteras, ACNUR reconoce que el miedo y la intolerancia hacia estas personas también crece.

Para subsanar este problema el objetivo del Día Mundial del Refugiado 2015 es poner rostro humano a la crisis y mostrar quiénes son los refugiados y por qué necesitan ayuda. Al insistir en el dato de que son personas normales en circunstancias extraordinarias, ACNUR espera incitar a los gobiernos y al público a hacer más cosas para mejorar las condiciones, generar empatía y crear oportunidades para las personas que se ven obligadas a desplazarse.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, subrayó: "Debido a los enormes recortes en la financiación y a las enormes deficiencias en el régimen mundial para proteger a las víctimas de las guerras, se abandona a las personas que necesitan compasión, ayuda y refugio". Y añadió: "En una época de desplazamientos masivos sin precedentes, necesitamos una respuesta humanitaria sin precedentes y la renovación del compromiso mundial de tolerancia y protección hacia las personas que huyen de conflictos y persecuciones".

Una parte fundamental de la campaña de ACNUR es la narración de las historias de una serie de refugiados y desplazados internos que tratan de forjarse una nueva vida. Varias de esas historias tratan sobre personas que viven con o están afectadas por el VIH. Las personas obligadas a desplazarse pueden volverse más vulnerables al VIH, ya que el acceso a los servicios sanitarios se hace más complicado. Es más probable que se dediquen al comercio sexual si no tienen las necesidades básicas cubiertas y, con frecuencia, la violación se utiliza como arma de guerra.

Este fue el caso, recogido por ACNUR, de Maria Kamwendo, a quien los rebeldes violaron en la República Democrática del Congo. Logró escapar y llegar hasta Sudáfrica. Tras el impacto que sufrió al saber que era seropositiva, ha construido una nueva vida en aquel país y en la actualidad es asesora en materia de VIH. "Disfruto con lo que hago", dice. "El VIH no es una sentencia de muerte y se puede tener un papel fundamental a la hora de dotar a las personas de las herramientas necesarias para enfrentarse a la enfermedad".

Al animar a los refugiados a que den a conocer sus historias, ACNUR pretende establecer un vínculo entre la gente lo bastante afortunada como para llevar una vida estable y aquellas personas que luchan para sobrevivir al trauma de tener que huir de sus hogares por motivos que les son totalmente ajenos.