Reportaje

Una infatigable médica india dedicada a la salud de las mujeres

28 de octubre de 2016

Gita y su marido llegaron al hospital Sir Jamsetjee Jeejebhoy (Sir J.J.) hace más de 15 años deseando desesperadamente tener hijos. Como vivían con el VIH, los médicos les habían disuadido de ser padres, así que viajaron durante cinco horas hasta la bulliciosa Bombay para ver a Rekha Daver, con la esperanza de encontrar una solución. La que fuera.

La Sra. Daver es médica y dirige el servicio de ginecología en el hospital estatal. Bajo su dirección, el hospital se ha convertido en el centro de referencia para las mujeres seropositivas embarazadas, que con frecuencia son rechazadas en otros centros.

"Entonces no podía garantizarles que su hijo no fuera seropositivo, pero incluí a Gita en nuestro programa de tratamiento antirretrovírico", recuerda la Sra. Daver. Posteriormente, el marido de Gita también fue incluido en el programa. En un año, Gita dio a luz a una niña en el hospital.

"Nunca faltaron a una cita y tenía que haber visto su felicidad cuando su hija nació siendo seronegativa", dijo. La pareja, con su hija adolescente a remolque, sigue visitando a la Sra, Daver, algo que a ella le encanta. "No es solo una cuestión de evitar la transmisión maternoinfantil del VIH, se trata además de tener a dos adultos que viven la vida con buena salud".

La Sra. Daver lo sabe todo acerca de dar vida. Desde el año 2000 su equipo ha asistido más de 1000 partos de mujeres seropositivas. Hace poco hubo un motivo de celebración, porque en los dos últimos años 100 mujeres que han recibido la nueva triterapia han tenido hijos sin el VIH.

Sarita Jadav, directora del punto focal para el VIH y la educación sanitaria escolar de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Nueva Delhi, elogió a la Sra. Daver. “La salud materna e infantil es una de sus pasiones y ha dedicado más de 37 años a ayudar a mujeres necesitadas", declaró. La Sra. Jadav recalcó el hecho de que a pesar de haber estudiado y trabajado en los Estados Unidos de América y haber obtenido una tarjeta verde, la Sra. Daver decidió volver a la India para trabajar en hospitales estatales y formar a miles de estudiantes de Medicina.

“Todos admiran sus incansables esfuerzos por cambiar las cosas y salvar vidas", añadió la Sra. Jadav.

La Sra. Daver habló acerca de la importancia del asesoramiento. "A menudo, cuando veo a mujeres seropositivas y a sus maridos seronegativos, la pareja recibe presiones sociales, pero no ocurre lo mismo si el hombre es seropositivo y la mujer negativa", dijo. "Mi equipo y yo hemos intentado concienciar sobre las prácticas sexuales seguras y la planificación familiar". Ella atribuye a su trabajo en el Centro de Investigación sobre Reproducción Humana y el Consejo Indio de Investigaciones Médicas la ampliación de su alcance en lo referente a la salud femenina.

El apoyo a las mujeres es lo que ha impulsado la carrera de la Sra. Daver. Siempre supo que quería ser médico y se fijó como objetivo ser cirujana, pero al crecer en un pequeño pueblo se dio cuenta de que era esencial ayudar a las mujeres y que podría tener una mayor repercusión como obstetra y ginecóloga.

Tras estudiar en la Universidad de Medicina en India, pasó tres años en el Texas Medical Center de Houston (Estados Unidos). Cuando decidió volver a la India, su marido, el Dr. Gustad (su amor de la facultad) y sus dos hijos se trasladaron con ella.

En 1990, comenzó a trabajar en el hospital Sir J.J. y fue entonces cuando empezó a visitar a más y más mujeres que vivían con el VIH.

"Me di cuenta de que no había cura y de que quizá mi mejor apuesta era centrarme en la prevención, en especial la maternoinfantil".

Tras estudiar los programas de Tailandia y Uganda, el equipo de la Sra. Daver empezó a facilitar el acceso a los antirretrovíricos a madres que vivían con el VIH durante el embarazo. Sin el antirretrovírico, entre el 33 % y el 45 % de los niños nacidos de mujeres que viven con el VIH se infectará con el virus. El proyecto del hospital Sir J.J. se convirtió en un programa piloto y la Sra. Daver formó a otros médicos de toda India.

Gracias al éxito de los programas de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, la Sra. Daver pudo volver a promover la lactancia materna. "Antes estaba muy preocupada porque salvaba al niño, pero las tasas de mortalidad seguían siendo altas, debido a la falta de anticuerpos", dijo. "Ahora las mujeres pueden dar el pecho de forma segura, lo que me hace muy feliz", declaró.

Su entusiasmo por el trabajo es contagioso, explica su hija. "Siempre he visto la devoción de mi madre por las personas que viven con el VIH, así como su pasión en lo referente a los problemas de las mujeres", dijo Roshni Daver, que vive en Nueva York. "De hecho, ella me inspiró para convertirme en médica".

"La clave de la larga y exitosa carrera de mi madre es su excelente gestión del tiempo o quizá es que se levanta muy temprano", afirmó su hija.

Su madre lo ve de otra manera y dice: "Ayudar a todas esas mujeres desfavorecidas y formar a la futura generación de médicos me reporta una gran satisfacción". 

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