Reportaje

No podemos seguir ignorando los matrimonios prematuros de niñas

26 de julio de 2018

Cada año, 12 millones de jóvenes menores de 18 años (23 niñas cada minuto) contraen matrimonio en todo el mundo. Se las casa demasiado pronto. Se las priva de su crecimiento personal, su salud y sus derechos y libertades fundamentales. Las desigualdades y la violencia de género obligan a miles de niñas a casarse y a tener hijos. Las niñas que no han tenido acceso a la educación tienen tres veces más probabilidades de haber contraído matrimonio a los 18 años que las que cuentan con educación secundaria o superior. Y las que se casan antes de haber cumplido los 15 tienen un 50% más de probabilidades de sufrir violencia física o sexual a manos de su pareja.

El matrimonio infantil suele conllevar que las jóvenes no se sientan capacitadas para negociar relaciones sexuales más seguras con sus maridos, quienes, por norma general, son más mayores y cuentan con más experiencia sexual que ellas, lo que las hace especialmente vulnerables al VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

El último informe de ONUSIDA, Miles to go (Kilómetros que recorrer), pone de manifiesto la exclusión a la que se está sometiendo a las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años, especialmente a las del África subsahariana. Cada semana, más de 6600 jóvenes y adolescentes contraen la infección por el VIH. Una de cada cuatro infecciones de 2017 se produjo entre las mujeres y jóvenes del África subsahariana, pese a que tan solo representan un 10% de la población total.

Girls Not Brides, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos y ONUSIDA organizaron una mesa redonda para abordar el matrimonio infantil en el marco de la Conferencia Internacional del Sida que se celebraba en Ámsterdam (Países Bajos) y en la que participaron ponentes de diversas regiones, sectores y generaciones. La ponente Monica Geingos, primera dama de Namibia, fue una invitada especial.

Cuando se garantizan los derechos de niñas y mujeres, se les proporciona acceso a la educación en condiciones de igualdad, se les permite participar plenamente de la capacidad productiva y contar con representación equitativa en el gobierno y en los cuerpos responsables de la toma de decisiones, el alcance de los beneficios va mucho más allá de las vidas de esas mujeres en particular. Sus familias, sus comunidades y sus países prosperan. Y, sin embargo, en 2030, más de 150 millones de niñas habrán contraído matrimonios prematuros.

Los participantes subrayaron la necesidad de abordar los factores subyacentes que resultan determinantes tanto para el VIH como para el matrimonio infantil. Recalcaron que es necesario un enfoque integral, multisectorial y que cuente con recursos. Es necesario luchar contra las desigualdades de género y las normas sociales nocivas. Las soluciones, afirmaron, incluyen la escolarización de las niñas, la prestación de servicios sanitarios que satisfagan las necesidades de los jóvenes y la movilización de las familias y de las comunidades, hombres y niños incluidos.

Citas

“Muchas veces se trata de supervivencia económica, así que para que haya progreso colectivo, no iremos a ningún lado si no hay cambios estructurales”.

Monica Geingos PRIMERA DAMA DE NAMIBIA

“Inviertan en los jóvenes y faciliten nuestro empoderamiento permitiéndonos participar de la toma de decisiones”.

Melodi Tamarzians EMBAJADORA HOLANDESA DE LA JUVENTUD PARA LA SALUD Y LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

“No se puede aplicar sin más un modelo predefinido en una comunidad. Hay que dedicar tiempo para conocer a las personas y trabajar con ellas para averiguar cómo adaptarlo”.

L’Orangelis Thomas Negrón ACTIVISTA POR LA SALUD Y LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, PUERTO RICO

“Es una pena que muchas de las respuestas al VIH sigan teniendo una naturaleza esencialmente biomédica. Los recursos dedicados a la prevención son insuficientes, especialmente en lo tocante a los asuntos estructurales, como el matrimonio infantil, más difíciles de abordar en los programas y de efectos más inciertos”.

Catherine Sozi DIRECTORA DEL EQUIPO DE APOYO REGIONAL DE ONUSIDA PARA ÁFRICA ORIENTAL Y MERIDIONAL DE ONUSIDA

“Ya no podemos seguir ignorando a estas niñas, así que estoy encantada de que estemos teniendo las conversaciones necesarias, por complicadas que sean, y tratando de encontrar soluciones”.

PRINCESA MABEL DE ORANGE-NASSAU Girls Not Brides