Reportaje

El aprendizaje de la evaluación

02 de abril de 2019

«Que algo sea difícil de evaluar, no significa que sea imposible», afirmó Anna Downie, encargada del sector de información estratégica en Frontline AIDS. En su discurso, reflejó los retos que suponen fomentar la evaluación, forjar alianzas y nuevos socios, y desarrollar las capacidades de las comunidades. «Para tener éxito, hay que dejar espacio para la innovación, prestar atención a lo que es importante para las comunidades, integrarlas para obtener resultados comunes y, por supuesto, hacer una evaluación es realmente útil», añadió.

Anna Downie se encontraba entre los numerosos expertos reunidos en la sede central de ONUSIDA el 29 de marzo en Ginebra (Suiza) para asistir a la primera conferencia acerca de la evaluación. Con el objetivo de dar a conocer la nueva política de evaluación, que se presentará ante la Junta Coordinadora del Programa (JCP) en junio, los participantes compartieron lo aprendido mientras trabajaron en la evaluación.

«La base de nuestro de trabajo reside en realizar evaluaciones que sean independientes, fiables y útiles», alegó Susanne Frueh, presidenta del grupo de evaluación de las Naciones Unidas y presidenta de la conferencia.

Se destacó el papel fundamental de los países por apoyar la evaluación firme e independiente de ONUSIDA. Asimismo, se enfatizó la necesidad de financiación para la evaluación, en concreto, para que esta labor sea independiente y para asegurar la transparencia en la elección de la persona al mando. También se habló sobre la fiabilidad y la experiencia de la plantilla de evaluación, del establecimiento de una comisión asesora independiente y de la necesidad de evitar que esta delegación se convierta en un instrumento político.

Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, puso de manifiesto la importancia de la función de la evaluación. «No podremos transformar ni mantener nuestros logros en la respuesta al sida si no recibimos una clara retroalimentación de nuestras acciones. No podremos acelerar el ritmo de acción ni ayudar a los países a mejorar su situación si no somos capaces de compartir nuestro trabajo y lo que hemos aprendido», dijo.

Los participantes coincidieron en que es fundamental, no solo garantizar un fuerte componente de género e igualdad en las evaluaciones, sino también determinar qué funciona e identificar los resultados dentro de las áreas de género y derechos humanos, ya que se tratan de los pilares en la respuesta al sida. Cotejar la información de los derechos humanos con la sociedad civil es una buena forma de asegurar que la evaluación proporciona una perspectiva completa. Otro punto destacado fue el apoyo prestado por ONUSIDA en la transición de los principales inversores hacia los países.

Los participantes hicieron hincapié en la necesidad de desarrollar las capacidades de los jóvenes evaluadores y de colaborar con el creciente número de empresas de evaluación del hemisferio sur.

Las partes interesadas pronto harán las últimas observaciones sobre la política de evaluación de ONUSIDA. Posteriormente, el grupo de evaluación de las Naciones Unidas la someterá a una revisión inter pares antes de ser presentada ante la Junta Coordinadora del Programa (JCP) para que la aprueben.