Reportaje

Pia Wurtzbach habla sobre cómo está contribuyendo con la respuesta a la COVID-19

27 de mayo de 2020

Pia Wurtzbach, Miss Universo 2015 y Embajadora de Buena Voluntad de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, lleva mucho tiempo defendiendo la respuesta al sida en Filipinas y el resto de la región. Sin embargo, últimamente su trabajo se ha centrado en apoyar la respuesta a la COVID-19. Para ello, ha concentrado sus esfuerzos en recaudar dinero para distribuir 25 000 mascarillas  en los hospitales de Manila, y ha apoyado las campañas realizadas en las redes sociales para evitar los contagios tanto de la COVID-19 como del VIH.

ONUSIDA ha conversado con la Srta. Wurtzbach para conocer mejor su misión en este desafiante momento.

¿De qué manera organizó la campaña para donar mascarillas a las instalaciones sanitarias de Manila?

De entrada, encargué 5000 mascarillas que pagué con mi propio dinero para tener referencias de un proveedor con garantías. Encontré uno, pedí las mascarillas y después las repartí entre cuatro hospitales. Una vez que estuve lista y que me sentí segura, empecé la campaña para recaudar fondos. Recurrí al sector privado de Filipinas y eché mano también de mi propia red de contactos. Hasta la fecha, hemos conseguido donar mascarillas a 30 hospitales de Metro Manila. Intentamos hacer llegar mascarillas a otros hospitales de fuera de la capital, pero, debido al confinamiento, aún no ha sido posible. He logrado, además, donar comidas a la unidad de cuidados intensivos de uno de los hospitales en Metro Manila. Las enfermeras y los médicos que trabajan en dicha unidad están viviendo en el hospital y no van a sus casas. Con las donaciones siento que les estoy prestando mi apoyo.

¿Cómo continúa apoyando la respuesta al VIH en su papel como Embajadora de Buena Voluntad de ONUSIDA?

A diario estoy en contacto con LoveYourself, la organización de la sociedad civil de la que soy voluntaria para Filipinas. Nos ponemos al día de lo que está pasando y supervisamos las necesidades de las personas que viven con el VIH. También aprovecho mis perfiles en las redes sociales para colgar información relacionada con la prevención del VIH y la COVID-19, y consejos para mantenerse sano. Asimismo, mantengo a mis seguidores informados de los servicios proporcionados por LoveYourself para apoyar a las personas que viven con el VIH durante esta pandemia de la COVID-19. Por ejemplo, el acercar a casa de quien lo necesite su medicación antirretroviral.

¿Qué preguntas le están planteando las personas que viven con el VIH o los grupos de población clave con respecto al VIH y la COVID-19?

Lo que más me están preguntando tiene que ver con cómo acceder a las medicinas. Muchas personas también desean saber si va a haber un suministro suficiente de la medicación.  Es fantástico que haya organizaciones como LoveYourself en Filipinas que ayuden a las personas que viven con el VIH a acceder a sus medicamentos. Estoy verdaderamente impresionada por la actitud de Vinn (Ronivin Garcia Pagtakhan), fundador de LoveYourself. Lleva todo este tiempo utilizando su propio coche para llevar las medicinas a los hogares de las personas, estén donde estén. Sin duda, es un superhéroe de la vida moderna.

¿Cómo ha mantenido su motivación para continuar adelante con el trabajo en este momento que nos ha puesto a todos a prueba?

Me siento afortunada, porque a mi alrededor en este ámbito tengo infinidad de amigos y amigas que también son enfermeros y enfermeras. Quizá sorprenda si digo que mi maquilladora es enfermera, y que muchos de los fotógrafos que me acompañan también son enfermeros. En Filipinas, hay infinidad de personal de enfermería que, por un motivo u otro, acaba dedicándose a otra cosa. Pero siguen vinculados al ámbito sanitario y conocen a mucha gente de ese sector. Y sé mucho gracias a ellos. Me han contado muchas historias, historias reales, sobre cómo están los hospitales y el ambiente que se respira en ellos.

Al escuchar todo eso, sentía la necesidad de hacer algo. Tengo suerte, yo he podido permanecer todo el tiempo a salvo en casa. Así que una y otra vez le daba vueltas a lo mismo: ¿qué puedo hacer para sentirme útil? Por eso empecé la campaña para recaudar fondos. Los sanitarios que están en primera línea me enviaron mensajes para darme las gracias e incluso me hicieron llegar un vídeo. Y cuando veo a toda esa gente que está al pie del cañón, pero que saca tiempo para darme las gracias, aún quiero ayudar más y más.

La campaña de financiación dio a mi vida una misión y un propósito. Eso es lo que le digo a la gente. Si estás en casa y tienes seguidores en Instagram, o si eres una influencer o una persona famosa, si eres alguien conocido en tu colegio, utilízalo. Haz uso de esa fama. ¡Es el momento! No podemos sentarnos y quedarnos de brazos cruzados hasta que toda esta tormenta pase. La solución ha de venir de nosotros mismos.

¿Qué echa en falta de su vida anterior a esta pandemia de la COVID-19?

Me da la sensación de que no valoraba las pequeñas cosas. Las daba por sentadas. No apreciaba el valor de los pequeños recorridos de ida y vuelta al trabajo, de los viajes, de mi ajetreada vida profesional. Antes del confinamiento recuerdo estar quemadísima por el exceso de trabajo. No tenía ni un solo día ni fin de semana libre. Trabajaba de lunes a domingo. Me había dicho a mí misma que necesitaba algo de tiempo para mí, para estar sola. Y, de repente, empezó todo esto. Estoy aprovechando para reflexionar y pensar en todo aquello que realmente es importante para mí.

Lo echo todo de menos. Extraño el salir a andar, el tráfico, el ver a gente. Estoy realmente convencida de que este confinamiento nos está brindando el tiempo que necesitamos para meditar y darle vueltas a lo que realmente es importante en nuestra vida. Pienso que, cuando acabemos la cuarentena y el aislamiento, sabremos bien a qué dar prioridad.

¿Cómo pasa el tiempo libre ahora en casa, confinada?

Bueno, pues, lo bueno de este confinamiento es que dispongo de más tiempo para mí. Todos los días subo a mi azotea a entrenar. Extiendo allí mi esterilla de yoga y dedico unas cuantas horas a practicar ejercicio y tomar algo de sol. Me fijo una rutina para cada día. Soy de la opinión de que, con una rutina, los días parecen seguir una dirección. Cuando me despierto por la mañana, miro el correo electrónico y trato de sacar algo de trabajo adelante. Por las tardes entreno. Y por las noches cocino algo, me pongo la televisión o veo Netflix. Así que divido mi día entre el trabajo, la luz del sol y «mi tiempo». Creo que he conseguido un buen equilibrio. Me siento productiva y me cuido.

¿Qué hará una vez que haya alcanzado su objetivo de donar 25 000 mascarillas?

Aún no es nada seguro, pero mi equipo y yo estamos viendo la manera de ayudar a las personas que necesitan algún tipo de apoyo económico. Queremos prestarles nuestra ayuda y donarles alimentos. Además de todo ello, me gustaría también centrarme en utilizar mis redes sociales para transmitir a la gente mensajes con relación  a la salud mental. Me encantaría ofrecer consejos para ayudar a controlar o gestionar la ansiedad.  La gente está en casa con sus teléfonos, por lo que podrían leer algo que los ayudara a gestionar su estrés.

 

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