Reportaje

Los jóvenes de China se convierten en los protagonistas de la prevención del VIH

13 de octubre de 2020

«En mi época no había ninguna enfermedad así. El sida ha aparecido por culpa de estudiantes como vosotros, que estáis todo el día haciendo el bobo y perdiendo el tiempo», gritó un señor mayor a un grupo de estudiantes que estaban hablando a la gente sobre la prevención del VIH en el precioso lago del Oeste de China. «¡Aprended a comportaros! No necesitamos escuchar vuestra basura».

En el año 2020, casi tres años después, Zhao Honghui, líder del grupo y estudiante de tercer año de Medicina en la Universidad de Zhejiang, sigue teniendo grabadas en su cabeza cada una de aquellas palabras, aunque sabía que él no había hecho nada malo. «Me quedé con ganas de responderle a ese hombre que, en realidad, las nuevas infecciones por el VIH entre los adultos también estaban aumentando», señala. «Y que el odio y la negación no son nunca una solución al VIH».

Hace bien poco, el Sr. Zhao tuvo la oportunidad de decir lo que siempre había querido decir, y habló sobre todas sus experiencias, buenas y malas, como voluntario para lograr la prevención del VIH. Y lo hizo de forma online y en directo ante más de 71 000 personas de todos los rincones de China.

Él y otros cinco jóvenes voluntarios en la respuesta al VIH participaron en un diálogo online en materia de juventud y VIH organizado por ONUSIDA y Tencent, una empresa tecnológica china. Fue uno de los actos de entre toda una serie de diálogos entre jóvenes organizados por las Naciones Unidas en China y Tencent para celebrar el Día Internacional de la Juventud y el 75.º aniversario de las Naciones Unidas. El objetivo del programa era que los jóvenes chinos pudieran alzar la voz y expresar su opinión con relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En China, según las estadísticas del Gobierno, las nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes de 15-24 años no han parado de crecer en los últimos años. Al invitar a jóvenes voluntarios a compartir sus historias, ONUSIDA busca que su diálogo logre concienciar a los jóvenes sobre los riesgos de la infección por el VIH. Asimismo, con estos actos se quiere enseñar a los más jóvenes a protegerse tanto a sí mismos como a los demás, y se pretende que cada vez un mayor número se comprometa a trabajar por la prevención del VIH.

Mei Junyan, estudiante de segundo curso de la Universidad Tecnológica del Sur de China, compartió su experiencia como educador de iguales en los ámbitos de la educación sexual y la prevención del VIH. Sun Yinghui, de la Universidad de Zhongshan, contó a los espectadores que su equipo de investigación médica había estudiado el impacto de la COVID-19 en las personas que viven con el VIH y explicó cómo se podían abordar los desafíos a los que se enfrentaba el mundo. «Veo el futuro con esperanza porque el diálogo me ha hecho darme cuenta de que no estoy sola en esta batalla», explica la Sra. Sun. «Se trata de un diálogo tremendamente inspirador para todas las personas que, como yo, estamos entregadas a la prevención del VIH», insistió el Sr. Mei.

Además, pudieron conversar e interactuar con otros ponentes invitados. Huang Xiaoming, actor y embajador de buena voluntad de ONUSIDA en China, confesó que ser voluntario no era una tarea sencilla. Hao Yang, director de la Asociación china para el control y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y el sida, animó a todos los participantes a seguir adelante con su gran labor. Comentó que la educación entre iguales complementa la educación impartida por los centros educativos, y animó a todos los estudiantes a realizar más voluntariado.  

Uno de los invitados especiales fue Andy Liu (nombre ficticio). Contrajo el VIH hace cinco años, cuando tan solo tenía 21. Ahora mismo, tras iniciar y adherirse a una terapia antirretrovírica, su carga vírica es indetectable y se ha convertido en voluntario para ayudar a otras personas que viven con el VIH. Sin embargo, y desgraciadamente, siente que todavía tiene que desconectar su cámara para ocultar su identidad, ya que el estigma contra las personas que viven con el VIH no ha desaparecido en China. Al final del diálogo hubo un momento realmente conmovedor, cuando el Sr. Huang le dijo al Sr. Liu que soñaba con el día en que pudiera mostrar su rostro sin miedo. Él se mostraba convencido de que ese día llegaría pronto y de que entonces podría continuar dirigiéndose a las personas que viven con el VIH y defendiéndolas del estigma y la discriminación.

El Sr. Zhao hizo público otro de sus deseos: que esos diálogos entre jóvenes se convirtieran en un acontecimiento anual en el que los jóvenes voluntarios en el ámbito del VIH pudieran intercambiar sus ideas. «Este diálogo resulta muy útil para nosotros, ya que nos permite conocer lo que están haciendo otros voluntarios y podemos aprender unos de otros. Quiero dar las gracias a ONUSIDA por proporcionarnos esta plataforma, y deseo de corazón que se convierta en un acontecimiento periódico».

Amakobe Sande, directora regional de ONUSIDA en China, subrayó el firme compromiso de ONUSIDA para con los más jóvenes, y manifestó que tanto ONUSIDA como el Gobierno chino y las organizaciones socias basadas en la comunidad están al servicio de la juventud. «Ojalá que los jóvenes que han participado en el diálogo de hoy logren inspirar cada vez a más personas y que cada vez seamos más los que aunamos nuestras fuerzas. Juntos podemos conseguir una generación sin VIH. Juntos podemos poner fin al sida como amenaza para la salud pública».