Reportaje

Priorizar los derechos humanos para acabar con las desigualdades y poner fin a la epidemia de sida

09 de junio de 2021

Las desigualdades y las barreras en materia de derechos humanos, magnificados a raíz de la pandemia de COVID-19, están dificultando el progreso para dejar de considerar la epidemia de sida una amenaza para la salud pública en 2030. Éstas facilitan la transmisión del VIH al incrementar la vulnerabilidad para hacerle frente y limitar el acceso a servicios sanitarios, sobre todo para hombres homosexuales y otros que tienen relaciones sexuales con hombres, personas trans, personas que consumen drogas, trabajadores sexuales, mujeres y niñas.

Acabar con las desigualdades es tanto un imperativo de derechos humanos como una necesidad para la salud pública. Sin embargo, a pesar de los reiterados compromisos, esas barreras que impulsan las desigualdades, como el estigma, la discriminación, la violencia y las leyes punitivas, siguen socavando la respuesta al VIH. 

Para destacar la crítica necesidad de avanzar para acabar con las barreras por los derechos humanos, y como llamamiento a las partes interesadas para unirse y aumentar las acciones, ONUSIDA convocó a socios de la sociedad civil, Estados Miembros de las Naciones Unidas, juristas y organizaciones de desarrollo al margen de la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de las Naciones Unidas en Nueva York. En esta reunión, llamada From Promises to Action: Scaling Up Efforts against Human Rights Barriers, including HIV-Related Stigma and Discrimination, que se celebró el 9 de junio, los ponentes hicieron hincapié en la necesidad crítica de impulsar una inversión a largo plazo y una acción transformativa en materia de derechos humanos, estigma y discriminación. Pusieron especial atención en las leyes penales discriminatorias, con el objetivo de cambiar las barreras sociales y estructurales, consiguiendo finalmente reducir las desigualdades. 

Los ponentes intercambiaron las mejores prácticas, debatieron cómo los enfoques basados en los derechos humanos y acercamientos transformadores de las relaciones entre géneros podrían llegar a acabar con las desigualdades, lanzando un llamamiento para ampliar rápidamente la financiación, el compromiso y la acción en este área para llegar a las personas más abandonadas.

La reunión sirvió como recordatorio de cómo un 62% de las nuevas infecciones por el VIH en 2019 se produjo en grupos de población clave, que continúan criminalizados en muchos países, y sus parejas sexuales, de cómo debido a la desigualdad de género y a las dañinas normas de género, el sida sigue siendo una de las principales causas de muerte en las adolescentes y mujeres jóvenes en África subsahariana, y de cómo seis de cada siete nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes (de entre 15 y 19 años) en la misma región se producen en niñas.

El encuentro también trajo esperanza de que la acción y el cambio son posibles. En la reunión, los gobiernos de Angola, Costa Rica y Gambia anunciaron que se unían a la Alianza Mundial para la Eliminación de Todas las Formas de Estigma y Discriminación Relacionados con el VIH.

Durante el encuentro, Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que apoyasen los nuevos objetivos y compromisos establecidos en la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026. Destacó que la estrategia era un avance crucial, ya que fijaba por primera vez unos objetivos específicos para reducir facilitadores sociales que impulsan la desigualdad, dándoles la misma prioridad y compromiso que a las intervenciones biomédicas.  

Nuevos objetivos implican nuevas herramientas y orientaciones, y la Sra. Byanyima presentó una nueva serie de hojas informativas sobre derechos humanos para apoyar la acción de todas las partes interesadas en la eliminación de las barreras en materia de derechos humanos, tales como las leyes penales, el estigma y la discriminación.

Citas

“Si no se logra ningún progreso en los facilitadores sociales, los objetivos de prevención, pruebas, tratamiento y supresión viral se verían perjudicados, lo que provocaría 1,7 millones de nuevas muertes relacionadas con el sida y 2,5 millones de nuevas infecciones por el VIH entre 2021 y 2030. Por tanto, el fracaso no es una opción.”

Winnie Byanyima DIRECTORA EJECUTIVA DE ONUSIDA

“El liderazgo comunitario es un elemento de importancia para empoderar a la comunidad a expresar y plantear sus preocupaciones en cuanto a las causas fundamentales y los impulsores del estigma y la discriminación. Estos problemas sólo pueden abordarse si las partes interesadas de todos los niveles trabajan de marera conjunta en estrecha colaboración con la comunidad.”

Harry Prawobo COORDINADOR REGIONAL PARA ASIA Y EL PACÍFICO DE LA RED MUNDIAL DE PERSONAS QUE VIVEN CON EL VIH

“Sin embargo, para alcanzar esta visión, es necesario aumentar la financiación a largo plazo para los programas sobre derechos humanos. Sabemos que acabar con las barreras relacionadas con los derechos humanos en el ámbito de la salud es clave para un mundo más sano, más justo y más fuerte. Así que, aprovechemos la oportunidad y reconstruyamos mejor.”

Peter Sands DIRECTOR EJECUTIVO DEL FONDO MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL SIDA, LA TUBERCULOSIS Y LA MALARIA

“Si nuestras acciones en respuesta al sida hubieran estado más centradas en los derechos y en la no discriminación, en el género, en la integración socioeconómica y en el acceso universal, la respuesta frente al COVID-19 hubiera sido mucho más fuerte.”

Souhaila Ben Said PRESIDENTA DE LA ASSOCIATION TUNISIENNE DE PRÉVENTION POSITIVE

“La pandemia del VIH aún no ha terminado. Nuestra estrategia para acabar con ella es abordar el estigma y eliminar las desigualdades que impiden el acceso sin restricciones a los servicios de atención sanitaria.”

Loyce Pace DIRECTORA DEL DEPARTAMENTO DE ASUNTOS EXTERIORES, SALUD Y SERVICIOS HUMANOS DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA