Reportaje

Servicios integrados e inclusión: clave para eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH en Dominica

19 de mayo de 2021

Durante cuatro años consecutivos, ningún niño de Dominica, un país del Caribe Oriental, nació con VIH; incluso en 2017, cuando, en dos semanas, la isla se enfrentó a sucesivos huracanes que terminaron por dañar el 90 % de su infraestructura.

Ahora, Dominica ha recibido la validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis. Es el octavo país o territorio del Caribe que ha alcanzado esta doble meta de eliminación, junto con Cuba, que lo consiguió en 2015, y Anguila, Antigua y Barbuda, las Bermudas, las Islas Caimán, Montserrat y Saint Kitts y Nevis, que lo consiguieron en 2017.

Durante una ceremonia virtual, los participantes reflexionaron sobre la mezcla de componentes políticos, sanitarios y comunitarios que se necesitan para crear un marco sostenible para la prevención del VIH y otras enfermedades en el contexto de salud materno infantil.

Roosevelt Skerrit, el Primer Ministro de Dominica, reiteró la importancia del compromiso del gobierno con la agenda de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  Señaló que las inversiones en los centros y sistemas de atención sanitaria ayudarían a Dominica a cumplir otros objetivos, como “una reducción de la mortalidad materna e infantil, un acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva y una cobertura sanitaria universal”.

“El camino que ha recorrido Dominica hasta alcanzar este ambicioso objetivo representa un cúmulo de años expandiendo la capacidad de los servicios de atención primaria para tratar las enfermedades transmisibles. También ha servido para adoptar enfoques armonizados e integrados en los servicios de salud materno infantil para mejorar los resultados en la salud de las mujeres y sus hijos”, declaró Carissa Etienne, Directora Regional para las Américas y Directora de la Organización Panamericana de la Salud.

A todas las mujeres embarazadas de Dominica se les ofrecen pruebas para el VIH y la sífilis cuando se inscriben en la atención prenatal. Para las que den positivo el tratamiento es totalmente gratuito. El acceso a los servicios de salud está disponible para todo el mundo, independientemente de la nacionalidad. Además, en la actualidad Dominica ofrece un diagnóstico precoz para los niños dentro del país, garantizando así una atención adecuada y oportuna para aquellos expuestos al VIH.

Los trabajadores sanitarios, incluidos un grupo de enfermeras comunitarias y personal de la Unidad de Respuesta Nacional contra el VIH y el sida, que coordinaron el apoyo psicosocial y los servicios de atención, han sido fundamentales para el éxito de la estrategia.

Dominica trabajó de forma crítica para reforzar su sistema de información sanitaria y poder aportar datos relacionados con la cobertura de la atención prenatal, los servicios de pruebas y de tratamiento y su impacto. El proceso de validación incluía también asesoramiento en materia de derechos humanos, equidad de género y participación comunitaria.    

Cumplir con los rigurosos requisitos de información y datos para certificar la eliminación de la transmisión maternoinfantil es un paso clave para varios países del Caribe que ya han logrado notables avances en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH. Desde 2010, se ha duplicado la proporción de mujeres embarazadas que viven con el VIH en la región que reciben terapia antirretroviral para prevenir la transmisión a sus hijos. 

El Director de la Delegación Subregional Caribeña, James Guwani, ha destacado durante la ceremonia que el próximo mes el mundo adoptará una nueva declaración política de las Naciones Unidas para el sida.

“Uno de los testimonios más poderosos de nuestra capacidad para poner fin a la epidemia del sida es el éxito de asegurar que los niños no nazcan con VIH. Pero el trabajo no termina aquí”, afirmó el Sr. Guwani. “Debemos cambiar las actitudes y los prejuicios que hacen más difícil a las familias afectadas por el VIH que vivan, aprendan, trabajen y sean libres. Es nuestro deber proporcionar a los jóvenes la educación, el empoderamiento y el acceso a los servicios que necesitan para estar libres de VIH durante su vida. Y debemos mejorar el trabajo en la prevención de infecciones por el VIH en todos los grupos de población y en todas las comunidades. Dando prioridad a las personas podemos poner fin a la epidemia de sida”.