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No llegamos a hombres que viven con el VIH

24 de enero de 2022

En todo el mundo, los objetivos de pruebas y tratamiento para 2020 casi se alcanzaron entre las mujeres adultas (de 15 años en adelante) que viven con el VIH. Sin embargo, la situación de los hombres que viven con el VIH es considerablemente peor que la de las mujeres en términos de realización de pruebas del VIH y adherencia al tratamiento. En comparación con las mujeres que viven con el VIH, hay 740 000 hombres más que viven con el VIH y que no conocen su estado serológico, 1,3 millones más de hombres que no están en tratamiento y 920 000 hombres más que aún no presentan supresión viral.

Si bien las normas de género que premian la fuerza y el estoicismo masculinos pueden justificar en parte por qué muchos hombres retrasan la búsqueda de atención, lo cierto es que también existen otros factores. Los servicios de atención sanitaria primaria en África oriental y meridional se centran en gran medida en las mujeres en edad reproductiva, y los servicios de salud reproductiva, materna e infantil ofrecen puntos de entrada ideales para los servicios para el VIH. Sin embargo, para hombres, no existen puntos de entrada similares. Las intervenciones más exitosas para llegar e incluir a los hombres en las pruebas del VIH y los servicios de tratamiento están aumentando, entre ellas las intervenciones en el lugar de trabajo, un mayor uso de los enfoques de autodiagnóstico y la provisión de servicios en los departamentos ambulatorios. Sin embargo, es imprescindible analizar a fondo los motivos por los que los hombres usan menos los servicios para el VIH, pues solo así se logrará dar forma a las respuestas concretas que ayudarán a cerrar la brecha.

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