Reportaje

Argumentos a favor de legislación antidiscriminatoria en Jamaica

01 de marzo de 2022

Michael James (nombre ficticio) estaba totalmente desconcertado cuando lo despidieron. Escaneó la carta de despido. Esta citaba su rendimiento y su impuntualidad como motivos de la pérdida de empleo. Sin embargo, años de evaluaciones de desempeño contaban una historia diferente. Siempre había recibido evaluaciones positivas y en su expediente no había notas sobre retrasos o trabajo deficiente. La única razón que pudo discernir fue que sus colegas se habían enterado recientemente de que vivía con el VIH.

Los prejuicios relacionados con el VIH permanecen muy presentes en Jamaica. Un tercio de las personas que viven con el VIH que respondieron al Índice de estigma de las personas que viven con el VIH en Jamaica en 2020 reportaron haber sufrido estigma y discriminación. El acoso verbal, los cotilleos y los comentarios discriminatorios fueron las infracciones más comunes. Sin embargo, una de cada diez personas dijeron que se les había negado un empleo o habían perdido una fuente de ingresos debido a su estado serológico. Ninguna legislación prohíbe a un empleador jamaicano discriminar en base al estado serológico.

Esto tiene importantes implicaciones para la respuesta al VIH. El veintiún por ciento de los encuestados estaban preocupados por el maltrato o la violación de la confidencialidad por parte de los trabajadores sanitarios. El treinta y ocho por ciento retrasó las pruebas y el 29 % retrasó el inicio del tratamiento debido a la preocupación por la forma en que serían tratados.

Shelly John (nombre ficticio) cuenta cómo ha ido saltando de un centro de tratamiento a otro hasta llegar al Jamaica AIDS Support for Life. En otros centros escuchó a las enfermeras cotillear sobre los historiales médicos de los pacientes.

“Me sentí incómoda. Si yo oigo hablar de otros clientes, otros clientes pueden entrar y oír hablar de mí también”, razonó.

“El miedo al estigma lleva a algunas personas a la clandestinidad y a alejarse de los tan necesarios servicios sanitarios. Debido al estigma y la discriminación, varias personas retrasan el acceso a los servicios necesarios y, en consecuencia, se les diagnostica el VIH en una fase avanzada”, reconoció la ministra de Estado de Salud y Bienestar y presidenta de la Asociación Jamaicana para la Acción para Eliminar Todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH, Juliet Cuthbert Flynn.

Los resultados de las pruebas y del tratamiento en Jamaica lo confirman. Mientras que se estima que el 86 % de las personas que viven con el VIH eran conscientes de su estado en 2020, solo el 40 % de las personas que viven con el VIH estaban en tratamiento contra el VIH.

Pese a que la Carta de Derechos y Libertades Fundamentales de Jamaica garantiza la protección contra la discriminación, su alcance es limitado. Los motivos de protección son la raza, el sexo, el lugar de origen, la clase social, el color, la religión y las opiniones políticas. Existen disposiciones antidiscriminatorias parciales en diferentes actos legislativos, como la Ley de Discapacidad de 2014 y la Ley de Empleo de 1975. Pero ni la Constitución ni la legislación ordinaria hacen ilegal la discriminación por otros motivos.

Desde 2020, ONUSIDA y el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo han prestado apoyo técnico y económico a organizaciones no gubernamentales locales, entre ellas Jamaica AIDS Support for Life, para apoyar la realización de una encuesta nacional sobre las perspectivas y experiencias del público con el estigma y la discriminación en Jamaica y sobre la necesidad de contar con protecciones más adecuadas en la ley. Los resultados del estudio se utilizarán para abogar por una legislación que aborde adecuadamente la discriminación que sufren los grupos vulnerables y marginados.

La legislación propuesta debe ofrecer protección en todos los ámbitos, incluida la discriminación basada en la condición médica, el embarazo o el parto, las decisiones de contratación o despido y la denegación de servicios a grupos minoritarios. También debe abordar las conductas discriminatorias basadas en suposiciones sobre la competencia, las capacidades, la edad, la expresión personal, el nivel de ingresos, el barrio en el que vive o su formación académica.

“Una legislación antidiscriminatoria integral reforzará el marco legal para la protección de los derechos humanos con el fin de lograr la igualdad para todos”, explicó Manoela Manova, directora de país de ONUSIDA para Jamaica.

En términos reales, esto significa que los titulares de obligaciones tendrán que considerar cómo sus políticas, programas y servicios afectarán a las personas con las características protegidas. En términos críticos, la atención a los marcadores relacionados con la pobreza significaría que, por primera vez, los organismos públicos tendrán la obligación de tener en cuenta las desventajas socioeconómicas a la hora de tomar decisiones estratégicas sobre cómo ejercer sus funciones y cuando propongan el uso de financiación pública.

“Nuestra conclusión general ha sido que, independientemente de la condición médica, el sexo, la edad o la orientación sexual, el factor que alimenta la discriminación y hace a las personas más vulnerables es la pobreza. De cara al futuro, es fundamental que no tratemos el VIH como una preocupación aislada, sino que abordemos el panorama completo de lo que hace que las personas sean marginadas y vulnerables en Jamaica”, dijo el asesor de apoyo comunitario de ONUSIDA para Jamaica, Ruben Pages Ramos.

Región/país

Día de la cero discriminación 2022