Reportaje

Fomentando la generación de ingresos y el emprendimiento social entre las personas que viven con el VIH en Brasil

29 de marzo de 2022

En la ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, en la región nordeste de Brasil, una bicicleta modificada transporta productos elaborados por personas que viven con el VIH para venderlos directamente a los consumidores. Se trata de la Diversibike, una de las estrategias de generación de ingresos impulsadas en el contexto de la Cocina Solidaria, un proyecto desarrollado por la organización no gubernamental Grupo de Trabajo en Prevención Positiva (GTP+). GTP+ es una de las tres organizaciones brasileñas que se han beneficiado de los recursos del Fondo de Solidaridad de ONUSIDA, cuyo fin es apoyar actividades emprendedoras lideradas por personas que viven con el VIH y grupos de población clave. 

Fundada en el año 2000, GTP+ fue la primera organización no gubernamental de la región nordeste de Brasil dirigida exclusivamente por personas que viven con el VIH. Entre los proyectos desarrollados por la organización, además de la Cocina Solidaria, están el Espacio Positivo, que acoge a las personas que viven con el VIH que buscan apoyo, y Mercaderes de Ilusiones, que colabora con trabajadores sexuales para fortalecer su autoestima y asistirlos en el ejercicio de su ciudadanía. 

La Cocina Solidaria surgió en 2005 con el objetivo inicial de proporcionar comidas a las personas con VIH que buscaban el apoyo de GTP+. En 2019, incorporó un nuevo proyecto, la Escuela de Pastelería, para ofrecer a trabajadores sexuales, exreclusos y otras personas vulnerables que viven con el VIH una forma de generar ingresos a través de la cocina. Con los recursos recibidos del Fondo de Solidaridad, GTP+ pudo impulsar iniciativas para comercializar los productos desarrollados en la Cocina Solidaria y formar a los participantes en diferentes aspectos de emprendimiento. 

“El proyecto ha transformado la vida de personas que viven con el VIH en situaciones vulnerables. Gracias a él, encontraron una oportunidad de generar ingresos mediante actividades empresariales y desarrollaron sus competencias en gastronomía, a través del aprendizaje de recetas y técnicas para mejorar sus productos”, dijo Wladimir Reis, Coordinador General de GTP+. 

Sérgio Pereira, uno de los fundadores de GTP+ y Coordinador de la Cocina Solidaria, concuerda y añade: “Cuando el mercado laboral tiene conocimiento de que vivimos con el VIH, no nos acepta. La Cocina Solidaria aporta a sus participantes la posibilidad de sustentarse a largo plazo y les abre las puertas para poder acceder al mercado laboral”.

Karen Silva, una de las beneficiarias de la Escuela de Pastelería de la Cocina Solidaria, dijo: “Me acogieron en GTP+ con mucha atención y cariño. Primero, acudí al Espacio Positivo. Luego, poco a poco, empecé a ayudar en la cocina y aquí estoy. Participar en la Cocina Solidaria me cambió la vida y la autoestima”. En total, la Cocina Solidaria, con el apoyo del Fondo de Solidaridad, ha ayudado directamente a 20 personas.

Como el objetivo era encontrar y promover las mejores formas de comercializar los productos elaborados en la Cocina Solidaria, el equipo responsable del proyecto celebró reuniones semanales de planificación, organización y producción. También realizaron estudios de mercado para averiguar los gustos e intereses de los clientes potenciales, lo cual fue especialmente útil para determinar la viabilidad de Diversibike. 

Según el Sr. Reis, una parte importante del desarrollo de las capacidades y los conocimientos de los participantes del proyecto fue la formación virtual en gastronomía y administración que se ofreció con la colaboración de la Universidad Federal Rural de Pernambuco. Dos becarios de dicha institución ayudaron al grupo en las reuniones y elaboraron materiales de apoyo.

Algo que destaca el Sr. Reis es que el proyecto nació en una época de extrema desigualdad social. “Por eso, es fundamental que pongamos en marcha más iniciativas como esta, con el apoyo del Fondo de Solidaridad, para que otras personas en situación de vulnerabilidad puedan tener las mismas oportunidades de desarrollo. Con el proyecto pudimos ver el impacto que tiene la generación de recursos financieros para los participantes, además de fortalecer sus conocimientos para llevar a cabo sus proyectos y asegurar su durabilidad durante la pandemia de COVID-19”.

“El apoyo del Fondo de Solidaridad a GTP+ pone de manifiesto la importancia de garantizar la generación de ingresos por parte de organizaciones dirigidas por grupos de población clave vulnerables. Se trata de una acción estratégica que genera protección social para estas personas, permitiéndoles el acceso a recursos básicos para cuidar de su salud y a los servicios de prevención y tratamiento del VIH”, dijo Claudia Velásquez, directora de país de ONUSIDA para Brasil.