Reportaje
La Comisión independiente sobre el sida en Asia insta a los países a elaborar nuevas respuestas
26 de marzo de 2008
26 marzo 200826 marzo 2008La Comisión independiente sobre el sida en Asia sostiene en un nuevo informe que la respuesta al VIH en esta región debería basarse en intervenciones de alto impacto, como son los programas de prevención del VIH orientados a poblaciones clave y el tratamiento antirretrovírico. El informe se titula, en inglés, “Redefiniendo el sida en Asia: elaborar una respuesta eficaz" y el 26 de marzo se presentó ante el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en un evento celebrado en Nueva York.
La Comisión se creó en junio de 2006 y su objetivo es estudiar las nuevas realidades de la epidemia de sida en Asia desde un amplio punto de vista socioeconómico, que trascienda el contexto de la salud pública.
Encabezado por el presidente del Consejo económico del primer ministro de la India, el Dr. Chakravarthy Rangarajan, el grupo de trabajo está formado por nueve economistas, científicos, representantes de la sociedad civil y encargados de formular políticas de toda la región.
En la presentación del informe, el Dr. Peter Piot, director ejecutivo del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, aplaudió los esfuerzos de la Comisión por dar un nuevo enfoque a la situación de la epidemia en Asia y le agradeció sus recomendaciones prácticas.
“Las conclusiones de este informe muestran que en Asia hay diferentes epidemias de sida y que los países necesitan comprender cuáles son los factores que determinan su evolución y cómo llegar a las poblaciones más expuestas a la infección por el VIH", declaró el Dr. Piot.
Las epidemias de sida en Asia
Aunque el informe reconoce que en Asia las epidemias varían considerablemente de un país a otro, también señala algunas características comunes. Las epidemias se concentran, sobre todo, en ciertos comportamientos: relaciones sexuales remuneradas sin protección, uso de agujas y jeringuillas infectadas por consumidores de drogas inyectables y relaciones sexuales sin protección entre varones. Según la Comisión, la actual clasificación de la epidemia como “baja, concentrada y generalizada” está generando una actitud complaciente entre los gobiernos asiáticos. Por ello, insta a ONUSIDA y a la OMS a recomendar una nueva clasificación basada en factores de riesgo y en el impacto de la enfermedad para países con epidemias bajas y concentradas.
La Comisión estableció que el principal factor determinante de la epidemia del VIH en Asia lo constituyen los hombres que buscan relaciones sexuales remuneradas. Se calcula que este grupo asciende a unos 75 millones y, a su vez, cerca de 10 millones de mujeres ofrecen intercambios sexuales a cambio de dinero. Sin embargo, la continuación de la cadena de transmisión del virus está limitada por el comportamiento sexual de las mujeres en Asia, ya que, por lo general, solo tienen una pareja sexual.
De este modo, si los programas de prevención se centran, atendiendo al pragmatismo, en el mercado del sexo y en el consumo de drogas, la Comisión cree que los gobiernos obtendrán grandes avances a la hora de detener y reducir el número de nuevas infecciones en la región.
Respuesta nacional al VIH
El informe reconoce que en Camboya, Tailandia y en algunas zonas de la India ya se han puesto en marcha respuestas eficaces y orientadas, pero considera que en muchos países la falta de urgencia o de coherencia en la respuesta impide frenar la epidemia. Los jefes de gobierno de Asia deberían ejercer su liderazgo en la respuesta al VIH con más fuerza. Según el informe, esto solo ha ocurrido en dos países, donde los jefes de gobierno han desempeñado un papel crucial impulsando el programa nacional sobre el sida.
Para hacer frente a epidemias concentradas se necesita liderazgo para superar los factores sociales y estructurales subyacentes, como la criminalización y marginalización de determinados grupos, las violaciones de los derechos humanos y la discriminación. El fracaso en esta tarea constituye un gran obstáculo para una respuesta nacional eficaz.
Recomendaciones en materia de elaboración de políticas
Para hacer frente a la situación, en el informe se hacen importantes recomendaciones a los gobiernos nacionales sobre liderazgo, asignación de recursos, información estratégica y participación de la comunidad.
En las recomendaciones también se hace referencia a la necesidad de que los líderes empresariales y gubernamentales desempeñen un papel más proactivo en la respuesta al VIH y a que la participación de la comunidad y de la sociedad civil debería estar presente en todas las fases: en la formulación de políticas, en el diseño de programas, en la puesta en práctica y en la monitorización y evaluación.
Para maximizar resultados, el informe propone que los gobiernos lleven a cabo actuaciones específicas en lo referido a la prevención, el tratamiento y la atención. Asimismo, recomienda que los programas de mitigación del impacto sean parte del eje central de la respuesta nacional al sida y aconseja mejorar la monitorización y evaluación nacional de los datos epidemiológicos, comportamentales y financieros. Así, los países tendrán un mejor conocimiento de las epidemias y podrán determinar la eficacia de las diferentes opciones estratégicas.
Es imprescindible voluntad política, que esté concertada y bien orientada
Durante 18 meses, la Comisión celebró cinco consultas regionales y subregionales que reunieron a más de 30 expertos, a 600 personas y a grupos gubernamentales y de la sociedad civil. Además, durante este periodo, se revisaron más de 5.000 estudios, algunos de ellos publicados y otros no. Todo ello (la revisión y las consultas con diferentes interesados) ha hecho posible que la Comisión elabore sus conclusiones y recomendaciones.
Casi cinco millones de personas viven con el VIH en Asia y 440.000 mueren cada año. El estudio sostiene que si la tasa de transmisión actual no varía, ocho millones de personas más se habrán infectado para 2020.
La Comisión sobre el sida en Asia cree que los gobiernos de la región tienen el potencial para hacer realidad objetivos internacionales ambiciosos, como la Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA de 2001 o el sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio (detener y reducir la epidemia para 2015) si ponen en práctica las decisivas medidas propuestas en este nuevo informe.