Reportaje

Sudáfrica presenta una campaña para reducir la mortalidad materna

08 de mayo de 2012

El objetivo de CARMMA es acelerar la puesta en práctica de actividades para poner freno a la mortalidad materna e infantil.

El inconfundible llanto de un recién nacido rasga el aire de la sala de partos y detiene la conversación en seco. "Esto es lo que queremos oír", comenta la hermana Mavimbela, que hace solo unas horas lo trajo al mundo. "Cuando un bebé llora, es señal de un parto sano", dije con la tranquila confianza de quien conoce la materia.

Desgraciadamente, no siempre se oye un llanto, ya que Sudáfrica lucha contra una alta tasa de mortalidad materna e infantil. El país tiene una proporción de mortalidad materna de 310 muertes por cada 100 000 bebés nacidos vivos y una tasa de mortalidad de niños menores de 5 años de 56 muertes por cada 1000 nacidos vivos. Para reducir estas cifras, se presentó la campaña sobre Acelerar la Reducción de la Mortalidad Materna en África (CARMMA) en el Hospital Osindisweni del distrito Ethekwini, en la provincia de KwaZulu-Natal el viernes 4 de mayo.

El objetivo de CARMMA es acelerar la puesta en práctica de actividades para poner freno a la mortalidad materna e infantil y cumplir las metas de África para los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuatro y cinco: reducir en tres cuartos la tasa de mortalidad materna y reducir en dos tercios la tasa de mortalidad infantil entre 1990 y 2015.

Los trabajadores sanitarios del hospital Osindisweni conocen con seguridad qué se necesita para ayudar a lograr dichos objetivos: reducir la carga del VIH. Les respaldan los números. Los datos sobre Sudáfrica muestran que el 50% de las muertes maternas y el 40% de las muertes de menores de cinco años son consecuencia de las infecciones por el VIH.

"No experimentábamos problemas así cuando yo empecé", dice la hermana Phumzile Kwitshana, que ejerce como matrona desde hace 24 años. "Ha empeorado debido al VIH; ahora las madres están enfermas".

La Dra. Amina Kajee, médico de la sala de maternidad en Osindisweni está de acuerdo. "Los dos últimos casos de muertes maternas que yo atendí se debieron a casos de infección por el VIH clínicamente avanzada. En un caso, uno de los gemelos sobrevivió, la niña no. Solo pesaba 900 gramos".

El marco político ya existe: ofrecer a cada mujer embarazada la realización de análisis y el asesoramiento para el VIH bajo los auspicios del programa nacional de prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI). Si el análisis da positivo para el VIH, comenzar a administrar a la madre un tratamiento con antirretrovíricos muy activo para evitar la transmisión del virus a su bebé y garantizar que se le ofrezca tratamiento, asistencia y apoyo continuos para ella y su hijo.

Sin embargo, uno de los principales obstáculos para desplegar la política con éxito es que, con frecuencia, las mujeres solicitan atención prenatal cuando el embarazo ya está en una fase demasiado avanzada para recibir la atención adecuada. El factor primordial para explicar esta situación parece ser el miedo o la falta de información, o una mezcla de ambos.

"Las mujeres o bien no saben o bien no quieren saber", así es cómo lo explica la Dra. Kajee.

"Las mujeres no acuden a la clínica porque no quieren revelarlo a sus familias o parejas... A veces es la actitud de los profesionales sanitarios con las jóvenes", dice la hermana Kwitshana, refiriéndose a la desaprobación con que a menudo se encuentran las madres adolescentes, que en ocasiones les disuade de volver. "Algunas de ellas simplemente ocultan sus embarazos hasta tarde".

La presentación fue un crudo recordatorio del duro trabajo que debemos realizar para lograr el tercer objetivo de la Declaración Política sobre VIH/Sida: Eliminar las nuevas infecciones por el VIH entre los niños para 2015 y reducir las muertes maternas

Directora regional del Equipo de Apoyo de ONUSIDA para África Oriental y Meridional, la profesora Sheila Tlou

Los profesionales sanitarios citan otros desafíos; algunos aparentemente son problemas administrativos menores, como la necesidad de una ambulancia exclusiva a la espera de los casos de maternidad, de manera que las mujeres en riesgo puedan llegar al hospital antes de que una crisis se agrave. En entornos con escasos recursos, sin embargo, los desafíos menores con frecuencia se convierten en obstáculos importantes. Estos se agravan aún más por desafíos sustanciales del sistema sanitario. Por ejemplo, se necesitan más matronas para corregir la carencia de personal y estas requieren una formación constante y una explicación de los valores.

No obstante, la conversación vuelve al tema de las propias mujeres. "Debemos agitar a la comunidad", dice la hermana Kwitshana.

Se necesitan campañas de movilización de la comunidad para animar a las mujeres a que soliciten atención prenatal en etapas tempranas. Las comunidades deben ser las transmisoras de la información para evitar embarazos no deseados, especialmente entre mujeres seropositivas y adolescentes, y para reducir el estigma del VIH.

La presentación estuvo liderada por el ministro de Sanidad de Sudáfrica, el Dr. Aaron Motsoaledi y a ella asistieron numerosos dignatarios y celebridades, incluidos la ministra de Mujeres, Niños y Personas Discapacitadas, la Sra. Lulama Xingwana, la abogada Bience Gawanas, comisaria de Asuntos Sociales de la Unión Africana, el primer ministro de KwaZulu-Natal, el Dr. Zweli Mkhize, la Sra. Graça Machel, el icono musical y Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, Yvonne Chaka Chaka, y la directora regional del Equipo de Apoyo de ONUSIDA para África Oriental y Meridional, la profesora Sheila Tlou.

"La presentación fue un crudo recordatorio del duro trabajo que debemos realizar para lograr el tercer objetivo de la Declaración Política sobre VIH/Sida: Eliminar las nuevas infecciones por el VIH entre los niños para 2015 y reducir las muertes maternas", dice la profesora Tlou. "Una muerte es una muerte de más".