El Banco Mundial proporciona apoyo financiero y técnico esencial a los países en desarrollo para alcanzar el objetivo de reducción de la pobreza en una generación. Para ello, ha marcado dos objetivos a escala mundial ambiciosos, pero alcanzables para antes de 2030:
Acabar con la pobreza extrema mediante la reducción del porcentaje de población mundial que vive con menos de 1,25 dólares estadounidenses al día por debajo del 3%.
Fomentar la prosperidad compartida mediante el aumento de ingresos del 40% de las personas más pobres en todo el mundo.
Con más de 120 sedes en todo el mundo y más de 10.000 empleados, incluidos economistas, expertos en política pública, especialistas en salud y ciencias sociales, el Banco Mundial asiste a los países en desarrollo mediante el asesoramiento político, el desarrollo de las capacidades, la investigación y el análisis, que a menudo aportan datos para las inversiones nacionales.
También ofrece préstamos con intereses bajos, así como subvenciones y créditos sin intereses, que se utilizan en una gran variedad de áreas de inversión, como la salud, la educación, la administración pública, el desarrollo del sector privado y financiero y la infraestructura.
El Banco Mundial reconoce la amenaza que supone el VIH para el progreso y el desarrollo. Ayuda a definir la respuesta a escala mundial al VIH y apoya completamente la visión de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. Como copatrocinador de ONUSIDA y bajo la división del trabajo de ONUSIDA, el Banco Mundial es la agencia principal para el apoyo de la planificación estratégica, que incluye planes nacionales, multisectoriales, financiados y priorizados sobre el sida, así como el llevar a cabo análisis para apoyar las políticas empíricas. Además, el Banco Mundial dirige la asistencia prestada en la transmisión sexual del VIH conjuntamente con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, así como la protección social con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
El Banco Mundial utiliza su experiencia y perspectiva únicas para potenciar el desafío a nivel mundial a la epidemia, y ayuda a países a proporcionar servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH mediante la financiación, el apoyo técnico especializado y los conocimientos recopilados durante décadas. También ayuda a aliviar las consecuencias sociales y económicas que experimentan las comunidades afectadas y, de acuerdo con su mandato de la división del trabajo, hace hincapié en la importancia de la protección social como faceta vital del éxito en la respuesta al VIH.
En cuanto a la transmisión sexual del virus, el Banco Mundial dirige conjuntamente los esfuerzos de recogida de pruebas para la prevención del VIH, marcando prioridades mejores y utilizando enfoques científicos para aumentar el impacto de los programas de prevención.
Al trabajar con asociados nacionales claves, ayuda a los países a explorar las mejores vías de desarrollo y la puesta en marcha de servicios de alta calidad para el VIH que sean accesibles a aquellas personas que lo necesiten, así como a alcanzar los objetivos de los planes estratégicos nacionales.
Cuando un gobierno le pide intervención para ayudar a fortalecer la respuesta nacional al sida (como parte de la estrategia de un país asociado), el Banco Mundial puede ofrecer subvenciones, créditos y/o préstamos para los programas del VIH. Estos pueden ser proyectos individuales o, lo que es más común, proyectos integrados en una financiación más amplia de un sector de la salud o de otros sectores sociales, como el transporte, la infraestructura y el desarrollo urbano, en los cuales el Banco Mundial trabaja con asociados para reforzar las intervenciones basadas en pruebas.
Se hace especial énfasis en ofrecer “más por menos” para ayudar a los países a utilizar los recursos disponibles de forma inteligente, de forma que se mejore su respuesta al sida en cuanto a diseño y puesta en marcha para maximizar la distribución de recursos y el reparto de servicios. Para ello, el Banco Mundial realiza su función mediante unas medidas que incluyen la provisión de planes estratégicos y la gestión de estudios que analicen la eficiencia, la efectividad, la financiación y la sostenibilidad.
Además, el Banco Mundial se compromete a avanzar en las intervenciones que tienen como objetivo la eliminación de la transmisión materno infantil del VIH, lo cual acelera el progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud materno infantil.
El Banco Mundial duplicará esfuerzos en la colaboración con los países para tomar las mejores decisiones basadas en pruebas sobre las prioridades de financiación, de forma que las respuestas exhaustivas y multisectoriales al sida que estén preparadas para abordar las necesidades de los diversos grupos de población hagan efecto en la práctica.