Reportaje
La epidemia oculta de VIH en Europa oriental y Asia central entre los HSH
26 de enero de 2009
26 enero 200926 enero 2009A juzgar por las estadísticas oficiales, los casos de infección por el VIH entre los HSH en Ucrania, así como en gran parte de Europa oriental y Asia central, son tan infrecuentes que no parecen motivo de preocupación.
“Si no hay estadísticas, no hay problema”, dice Zoryan Kis, de la Red Ucraniana de PVVIH (personas que viven con el VIH). “El hecho de que las cifras oficiales sean tan bajas pone en peligro nuestro trabajo porque sabemos que la epidemia efectivamente existe, pero está oculta.”
A criterio de los expertos y los activistas no hay duda de que las cifras oficiales subestiman enormemente el número de HSH que viven con el VIH, así como las nuevas infecciones por el VIH en Ucrania y otras partes de la región.
En los 20 años transcurridos desde que se detectó el primer caso de infección por el VIH en Ucrania, sólo hay 158 HSH y que viven con el VIH oficialmente registrados en un país con una población total de unos 46 millones de personas.
Según el informe de país del UNGASS 2007, Ucrania tiene la epidemia de VIH más grave de Europa, con más del 1,6% estimado de la población adulta que vive con el VIH. En 2007, se notificaron 17.687 casos de nuevas infecciones, un 10% más que en 2006. Entre ellas, el número oficial de nuevos casos entre los HSH fue sólo de 48.
Junto con el alto nivel de estigma ligado a los HSH en Ucrania, algo que este país comparte con otros países de Europa oriental y Asia central, esta concepción del problema ha contribuido a la resistencia de las autoridades a respaldar campañas de prevención entre este colectivo, manifiestan los activistas.
Más allá de las estadísticas oficiales, hay una ingente cantidad de datos sobre los HSH que dibujan un panorama diferente. Diversas organizaciones, incluidos ONUSIDA, la OMS y la Alianza Internacional contra el VIH/Sida de Ucrania, estiman que en 2006 había entre 177.000 y 430.000 HSH en Ucrania, de los cuales entre 3% y el 15% vivía con el VIH, lo que significaba multiplicar por varias centenas la cifra reflejada en los estudios oficiales.
La mayoría de los HSH no son abiertos. No van y dicen: ‘He tenido relaciones sexuales con hombres’, sino: ‘He tenido un comportamiento de riesgo, me he inyectado drogas’, o incluso ‘he visitado al dentista y estoy preocupado
Zoryan Kis, Red Ucraniana de personas que viven con el VIH
Estigma y discriminación
Los datos oficiales sobre el VIH en Ucrania, como en el resto de la región, se basan en los resultados de las pruebas voluntarias del VIH, durante las cuales se suele preguntar a las personas los motivos por los que se someten a ellas.
Pero en países donde los HSH se enfrentan a una discriminación generalizada y donde existe un alto nivel de estigma relacionado con las relaciones sexuales entre hombres, hay una reticencia comprensible por parte de éstos a manifestar el motivo auténtico de la prueba.
“La mayoría de los HSH no son abiertos. No van y dicen: ‘He tenido relaciones sexuales con hombres’, sino: ‘He tenido un comportamiento de riesgo, me he inyectado drogas’, o incluso ‘he visitado al dentista y estoy preocupado’”, explica Kis.
Y los funcionarios no suelen presionar para obtener respuestas. “Me he sometido a la prueba cuatro o cinco veces, pero nunca me han preguntado por mi orientación sexual”, añade Kis.
Según el Centro Europeo de Vigilancia Epidemiológica del VIH/Sida, entre los años 2002 y 2006 sólo se notificaron oficialmente 1.828 casos de infección por el VIH en los 15 países de la antigua Unión Soviética que constituyen la región sanitaria de Europa oriental de la Organización Mundial de la Salud.
Turkmenistán y Tayikistán no han notificado ninguno, mientras que Azerbaiyán tiene sólo 10 y Belarús 29. El número más alto es el notificado por la Federación de Rusia; pero sus 1.245 casos en más de cinco años no se pueden comparar con los más 38.000 de Gran Bretaña y los 11.000 de Alemania durante el mismo período, países con un población general más reducida.
Objetivos ambiciosos
En 2006, Ucrania fijó objetivos nacionales ambiciosos para la ampliación gradual del acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para los grupos de alto riesgo. Sin embargo, son las ONG las que llevan a cabo las actividades de prevención del VIH en Ucrania, como en la mayor parte del resto de la región, con respaldo financiero de donantes internacionales, sobre todo del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.
Por ejemplo, en Kiev se ha puesto en marcha un proyecto de dos años, llamado “HSH: prevención y apoyo relacionados con el VIH/ITS”, por la Fundación Este-Oeste para el Sida, la ONG Alianza Gay y Arca de Noé-Cruz Roja de Suecia, con el apoyo financiero de la Fundación Elton John para el Sida, entre otras.
La Alianza Internacional contra el VIH/Sida de Ucrania, cotitular de las subvenciones del Fondo Mundial, lleva a cabo actualmente 14 proyectos destinados a la prevención del VIH entre los HSH. Entre esos proyectos figuran servicios periféricos, difusión de información y educación sobre el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS), comunicación sobre cambio de comportamiento, promoción de prácticas sexuales más seguras, distribución de preservativos y lubricantes, asesoramiento y pruebas rápidas del VIH, pruebas y tratamiento de las ITS, grupos de autoayuda y capacitación contra el estigma.
“La escala y el alcance de los servicios de prevención para los HSH han mejorado en los últimos años, pero siguen siendo claramente insuficientes para incidir en el cambio de comportamiento y mantenerlo y, en consecuencia, reducir la transmisión del VIH en este grupo de hombres de Ucrania”, dice la Dra. Ani Shakarishvili, Coordinadora de país de ONUSIDA en Ucrania.
La situación es similar en otras partes de Europa oriental y Asia central. Por ejemplo, en la Federación de Rusia no hay programas de prevención del VIH financiados por el Estado para HSH.
“Los gobiernos de todas partes son reacios a gastar dinero en los profesionales del sexo y los consumidores de drogas, pero los HSH son los primeros en la lista de este rechazo. Probablemente éstos serán los últimos programas que pongan en marcha los gobiernos”, dice Roman Gailevich, asesor del Programa Regional de ONUSIDA.
Por primera vez
Bajo la presión de los donantes internacionales y de una comunidad de HSH mejor organizada y que se hace oír cada vez más, el Gobierno de Ucrania ha accedido últimamente a incluir y fijar objetivos de prevención y tratamiento del VIH para los HSH como una prioridad de su Programa Nacional del Sida 2009-2013.
“Este cambio surge del resultado de amplias encuestas en la comunidad que demuestran el papel real de los HSH en la epidemia de VIH de Ucrania”, dice Anna Dovbakh, jefa de equipo de la Alianza Internacional contra el VIH/Sida de Ucrania.
“Desde 2005, los activistas de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) son cada vez más activos y profesionales en su labor de sensibilización y respuesta al VIH”, añade.
Los activistas y los expertos en salud dicen que el nuevo programa, en la actualidad sometido al examen del Parlamento, marca un alentador cambio de posición por parte del Gobierno.
Pero la deliberación sobre lo que realmente aportará este programa se demora, en buena parte porque el dinero para la prevención del VIH seguirá procediendo del Fondo Mundial y otros donantes.
“La falta de compromiso gubernamental para proporcionar recursos, apoyo y servicios destinados a los HSH y para abordar los obstáculos jurídicos, financieros y administrativos existentes en su acceso a los servicios indican que el Gobierno de Ucrania no está del todo preparado para hacer frente a la epidemia de VIH entre los HSH”, dice Shakarishvili.
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