Reportaje
UNICEF: Las comunidades ofrecen una "familia" mayor a los niños huérfanos de Rwanda
09 de marzo de 2009
09 marzo 200909 marzo 2009Este reportaje apareció publicado en UNICEF.org
Este reportaje apareció publicado en UNICEF.org
Bamporeze es una organización no gubernamental que poco después del genocidio de Rwanda en 1995 comenzó un programa comunitario para los niños que se quedaron huérfanos por el sida. En este país viven unas 150.000 personas seropositivas, de las que 19.000 son niños.
Clementine, de 18 años, vive en el este de Rwanda y su vida se ha visto seriamente afectada por la epidemia de sida.
“Mis padres murieron de una enfermedad relacionada con el sida hace unos años", afirmó Clementine, “pero nadie nos dijo lo que tenían ni que nosotras debíamos someternos a las pruebas”.
"Mis padres murieron de una enfermedad relacionada con el sida hace unos años, pero nadie nos dijo lo que tenían ni que nosotras debíamos someternos a las pruebas"
Clementine, de 18 años, vive en el este de Rwanda y su vida se ha visto seriamente afectada por la epidemia de sida.
Clementine y sus hermanos se sometieron a las pruebas del VIH y ahora se han unido a un grupo mayor en el que pueden confiar, una gran familia formada por miembros de la comunidad, movilizados por Bamporeze, que descubrieron el caso de Clementine y sus hermanos después de que murieran sus padres.
Apoyo comunitario para los huérfanos
Al trabajar con huérfanos, Bamporeze se dio cuenta de que las familias de acogida no eran suficientes para todos ellos.
“Había simplemente demasiados huérfanos", afirmó la fundadora y coordinadora de Bamporeze, Jeanne D’Arc Muhongayire. “Por ello decidimos ver cómo podíamos trabajar con el conjunto de la comunidad para intentar reconstruir las vidas de los niños creando un sentimiento de responsabilidad común para con los huérfanos”.
Con el fin de crear esta gran familia, Bamporeze, con el apoyo de UNICEF, ayudó a que los niños huérfanos continuaran sus estudios, adquirieran destrezas, accedieran a información sobre salud reproductiva y se prepararan para la vida activa. Los niños de la zona de Clementine también crearon su propia cooperativa agrícola con el fin de ganar dinero para libros, medicamentos y ropa. Bamporeze les puso en contacto con mentores que podían actuar como padres.
Un mentor con las funciones de padre
“Cuando Clementine y sus hermanos perdieron a sus padres, quedaron en un primer momento aislados de otras familias", afirmó Patrick, que trabaja en Bamporeze. “Lo mismo les ocurre a otros niños, y según se dispersan sus familias, es más complicado llegar a todos ellos para decirles que no están solos”.
“De hecho", continuo Patrick, “he pasado gran parte de mi tiempo yendo de un hogar a otro para garantizar que todos los huérfanos estén registrados en nuestra organización y puedan acceder a los servicios. Posteriormente elijo un mentor del pueblo, una persona en la que ellos confíen y que pueda ofrecerles el apoyo que necesiten".
“Nuestra mentora nos visita cada día”, afirmó Clementine. “Hablamos de cualquier cosa y me ha presentado a otros niños como nosotros. Está bien saber que no estamos solos".
El gobierno se hace responsable
Bamporeze es un programa comunitario dirigido a los huérfanos que ha conseguido, junto con las autoridades locales, registrar a todos los niños huérfanos.
“Esto significa que el gobierno local también conoce la situación de estos niños y se hace responsable de su bienestar”, declaró la directora del departamento sobre el VIH y el sida de UNICEF en Rwanda, Bernardine Mukakizima.
“Bamporeze ha ayudado a iniciar un programa que sirve de ejemplo a otras comunidades del país", añadió. “No tenemos que esperar a las familias de acogida, a las adopciones, ni incluso que confiar en ellas. Si una comunidad se moviliza y adopta un sentimiento de propiedad de "sus" niños, los huérfanos de este país sabrán que no están solos."