Reportaje

Una misión de ONUSIDA pone de relieve la importancia de la respuesta al sida entre los profesionales del sexo

24 de enero de 2011

La Sra. Jan Beagle, Vicedirectora Ejecutiva de ONUSIDA con Su Excelencia el Vicepresidente de la República de Ghana y Presidente de la Comisión de Ghana para la lucha contra el SIDA, Sr. John Dramani Mahama. Fotografía: ONUSIDA.

Aproximadamente un 2% de la población adulta de Ghana vive con el VIH, una cifra que se ha mantenido estable en los últimos 10 años. El número de nuevas infecciones por VIH en esta nación del África Occidental, estimado en aproximadamente 22.000 al año, también se ha estabilizado en la última década.

Pese a una incidencia del VIH relativamente estable en el país, varias poblaciones son más susceptibles de contraer el VIH, entre ellas, las profesionales del sexo y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Según un estudio reciente, la incidencia del VIH entre los profesionales del sexo en Accra y Kumasi se elevó a un 25% en 2009. En Ghana, en su totalidad, el comercio del sexo también origina una parte importante de las nuevas infecciones por VIH.

En una misión oficial a Ghana, Jan Beagle, Vicedirectora Ejecutiva de ONUSIDA (Responsable de Gestión y Relaciones Exteriores) se reunió con un grupo de profesionales del sexo en la sede en Accra del Programa de África Occidental para combatir el SIDA y las ETS (WAPCAS), una organización no gubernamental que desarrolla e implanta programas de VIH para profesionales del sexo, sus clientes, y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

La organización, que cuenta con veinte delegaciones en todo el país, ofrece diversos servicios, entre otros, información sobre salud reproductiva, fomento del preservativo, asesoría y pruebas VIH y servicios clínicos como la gestión de las infecciones de transmisión sexual. WAPCAS también está colaborando estrechamente con ONUSIDA, UNFPA y la policía local para luchar contra la discriminación y los abusos a los derechos humanos sufridos por los profesionales del sexo.

“No puedo dejar de ejercer de trabajadora sexual porque tengo cinco hijos a cargo”, declaró una mujer trabajadora del sexo, durante la visita de la Sra. Beagle. “Es el único medio que tengo de alimentar a mi familia al no tener ninguna otra capacitación para conseguir empleo”, añadió. Otros profesionales del sexo informaron a la Vicedirectora Ejecutiva que no podían denunciar abusos a los derechos humanos ante la policía, pues su trabajo se considera ilegal en Ghana.

Cualquier forma de discriminación de las principales poblaciones afectadas, por ejemplo, los profesionales del sexo, dificulta el acceso a servicios de VIH y tiene repercusiones en la calidad de la atención recibida por las personas que viven con el VIH.

Jan Beagle, Vicedirectora Ejecutiva de ONUSIDA.

La Sra. Beagle afirmó que ONUSIDA está firmemente dispuesto a asignar recursos y asistencia para luchar contra el VIH a los profesionales del sexo ya que se sitúan entre las poblaciones con mayor riesgo de contraer la infección del VIH en Ghana. “Cualquier forma de discriminación de las principales poblaciones afectadas, por ejemplo, los profesionales del sexo, dificulta el acceso a servicios de VIH y tiene repercusiones en la calidad de la atención recibida por las personas que viven con el VIH. Tenemos que hacer más para superar el estigma y la discriminación en Ghana”.

Durante su misión, la Sra. Beagle se reunió con el Sr. John Dramani Mahama, Vicepresidente de la República de Ghana. La Sra. Beagle felicitó a las autoridades de Ghana por el compromiso político y financiero que habían mostrado en la respuesta nacional al sida, sin dejar por ello de resaltar la urgente necesidad de reorientar los recursos VIH prioritariamente hacia las poblaciones con mayor riesgo de contraer esta infección.

El Sr. Mahama reiteró que su Gobierno se comprometía al más alto nivel para “combatir vigorosamente” la epidemia de VIH en Ghana. Prometió asignar los recursos necesarios para eliminar la transmisión madre-hijo del VIH, y reducir el estigma y la discriminación a las principales poblaciones afectadas.