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Igor Radziewicz-Winnicki, subsecretario de Estado del Ministerio de sanidad y el presidente de la próxima Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA y la directora ejecutiva adjunta de Gestión y Gobernanza de ONUSIDA, Jan Beagle. 3 de diciembre de 2012, Varsovia (Polonia).

Funcionarios gubernamentales, representantes de la sociedad civil (entre ellos, personas que viven con el VIH) y otros expertos en la respuesta al sida se reunieron en Varsovia (Polonia) para hablar sobre los retos a los que se enfrenta la región con la creciente epidemia del VIH en el mundo.

En la decimonovena conferencia sobre el VIH, celebrada los días 3 y 4 de diciembre y organizada por el Ministerio de sanidad de Polonia, los participantes compartieron las prácticas óptimas y estudiaron las oportunidades para fortalecer la respuesta al sida en Europa oriental y central.

"Por razones obvias, estamos intentando centrarnos en la situación de Europa oriental, dado que es la región donde la dinámica de la epidemia es la más alta del mundo", dijo Igor Radziewicz-Winnicki, subsecretario de Estado del Ministerio de sanidad. "Es uno de los retos epidemiológicos más importantes en este momento", añadió.

Según ONUSIDA, entre 2001 y 2011 el número estimado de personas que vivían con el VIH en Europa oriental y Asia central aumentó en más de un 50%, de 970.000 a 1,4 millones. Por otro lado, a pesar de la ampliación de la cobertura de tratamiento antirretrovírico en los últimos años, se estima que solo un 25% de personas aptas para el tratamiento de VIH lo están recibiendo.

En la región, la epidemia sigue aumentando debido al consumo de drogas inyectables donde los países tienen progreso limitado en la propagación del VIH entre las personas que consumen drogas inyectables. Pruebas de estudios publicados recientemente sugieren que la accesibilidad a los programas de agujas y jeringas es bajo en la mayoría de los países de la región. El acceso a otros métodos de prevención del VIH como condones, pruebas o tratamiento del VIH es también muy limitado para las personas que consumen drogas.

En su discurso inaugural, Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Gestión y gobernanza de ONUSIDA, destacó la necesidad de ampliar los programas de prevención del VIH basados en pruebas y en países concretos, centrándose en las necesidades de las poblaciones clave de mayor riesgo. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de aumentar el acceso al tratamiento antirretrovírico para todas las personas aptas en la región.

Aunque la financiación para los programas de prevención del VIH para las personas que consumen drogas inyectables ha aumentado en algunos países, la mayor parte de este incremento resulta de los esfuerzos de los donantes internacionales. Fuentes del sector público nacional de la región proporcionan solo el 15% de los gastos en los programas de prevención del VIH para las personas que consumen drogas. La Sra. Beagle exhortó a los líderes políticos a comprometerse para ampliar la financiación nacional y para aumentar la apropiación nacional de dichos programas.

La Sra. Beagle afirmó que "los líderes de la región necesitan demostrar una fuerte voluntad política para centrarse en los programas adecuados para las personas adecuadas, para aumentar la inversión nacional y para ser modelos de conducta en la reducción del estigma y la discriminación relacionados con el sida".

Polonia: Presidiendo la Junta de ONUSIDA

El país que organizó la conferencia de este año será el nuevo presidente de la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA, que tendrá lugar los días 11 a 13 de diciembre en Ginebra (Suiza). Polonia es el primer país de la región que ha sido elegido como vicepresidente y posteriormente presidente de la Junta de ONUSIDA, y esto es un claro reconocimiento de su liderazgo en la región. Polonia ha desempeñado un papel importante en hacer que los temas que afectan a la región sean más visibles para la Junta.

La Sra. Beagle señaló la colaboración ejemplar de Polonia con las organizaciones de la sociedad civil en la elaboración y aplicación de su propia estrategia nacional del sida. "Es un modelo de compromiso político a diferentes niveles: internacional, regional, nacional y local", señaló la Sra. Beagle.