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El informe del ETI sobre el sector de la educación mundial para la respuesta al VIH, muestra resultados mixtos, con avances en algunos ámbitos y estancamiento en otros.

Según un estudio detallado, realizado en 39 países de todo el mundo, hay espacio para el optimismo en el progreso mundial del sector de la educación para la respuesta al VIH. Sin embargo, aún hay un grado preocupante de estancamiento en algunas zonas, y todavía queda mucho por hacer si se quiere que este sector cumpla satisfactoriamente con la vital tarea de ayudar a intensificar la prevención del VIH.

El Equipo de trabajo interinstitucional de ONUSIDA (ETI) sobre la educación realizó el informe Encuesta sobre el progreso mundial en materia de VIH y sida de 2011-2012: ¿Avance, retroceso o estancamiento?, que coteja los resultados con los de un estudio comparado similar realizado en 2004. El estudio muestra que, en la actualidad, casi todos los países tienen una política sobre el sida para el sector educativo, que cada vez más docentes están formados para transmitir conocimientos sobre la epidemia y que esta política se encuentra con más frecuencia en los planes de estudio, que se enseña a través de educación práctica para la vida.

Sin embargo, las políticas desarrolladas no siempre se aplican eficazmente. El grado en el que se aborda el VIH es, todavía, mínimo. A pesar de las mejoras, aún es necesario formar a muchos más docentes y el conocimiento sobre el virus sigue siendo bajo.

Las investigaciones recientes realizadas en varios países muestran que menos de la mitad de los jóvenes tienen un conocimiento integral y correcto sobre el VIH. El informe sostiene que esto es de vital importancia, porque la educación es la base del éxito de todos los programas sobre el VIH. La información de alta calidad y el espacio adecuado para tratar cuestiones clave como el sexo y las relaciones son fundamentales para una educación integral sobre el sida.

Los jóvenes pueden emplear sus conocimientos para tomar mejores decisiones sobre cómo protegerse a sí mismos y a los demás del VIH. Además, el mero hecho de tener acceso a la educación reduce la vulnerabilidad al virus, especialmente entre las niñas, al fomentar su autoestima, firmeza e independencia económica.

Según la coordinadora general de la UNESCO para el sida, Soo-Hyang Choi "la educación es un factor de protección de la infección por el VIH, y contribuye a una ciudadanía mundial que puede abordar cuestiones como el estigma y la discriminación social. La educación desempeña, entonces, un papel fundamental en la respuesta al sida".

Oportunidades de mejora

El informe del ETI constituye un ejemplo notable de lo que está pasando en el terreno, y proporciona información sobre dónde pueden hacerse mejoras en un estudio a largo plazo en África oriental y meridional. La investigación reveló que, en promedio, dos tercios de los estudiantes de sexto grado (entre los 13 y los 14 años de edad) en 11 países ni siquiera tienen los conocimientos mínimos sobre el VIH para preservar y promover su salud. Los niveles de conocimiento varían desde un 19% en Lesotho hasta un 70% en Tanzanía.

Sin embargo, el 99% de sus maestros si tenían estos conocimientos, pero no los transmitían a sus estudiantes. El estudio concluye que los docentes se sentían incómodos compartiendo este tipo de información y que además esto extralimitaba sus competencias.  También se les proporcionó una formación limitada sobre este tema —por parte de expertos del gobierno, organismos de las Naciones Unidas u organizaciones de la sociedad civil— antes y durante su actividad como docentes.

Scott Pulizzi, coordinador de ETI de ONUSIDA sobre la educación, sostiene que "todo estudiante necesita de un docente formado, que esté encargado y respaldado por la administración de la escuela y por la comunidad para impartir una educación sobre la sexualidad y sobre el VIH centrada en aptitudes para la vida. Sin un cambio sistémico en el sector educativo, los docentes no serán capaces de ayudar a sus estudiantes a adquirir los conocimientos ni a desarrollar las habilidades necesarias para reducir su vulnerabilidad al virus".

¿Avance, retroceso o estancamiento? recomienda un plan de acción detallado para asegurar que los estudiantes tengan acceso a una educación sobre el VIH que podría salvar sus vidas. Los pasos incluyen:

• Establecer una voluntad política de alto nivel para una educación integral sobre la respuesta al sida;
• Desarrollar un sistema de gestión adecuado a cada país y aplicar las políticas y planes existentes;
• Apoyar una amplia formación para docentes sobre el VIH; 
• Asegurarse de que el plan de estudios y los materiales de enseñanza sean apropiados para la edad, sean sensibles a cuestiones de género, y estén basados en competencias esenciales para la vida y disponibles en todas las escuelas, para todos los estudiantes, y
• Vincular a los padres y a la comunidad en el plan de aplicación.

El informe enfatiza que una generación libre de sida está al alcance.  Y concluye resaltando que "los objetivos de Llegar a cero: cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida son posibles y empiezan por la educación".

Al ETI lo coordina la UNESCO e incluye a otros copatrocinadores de ONUSIDA, organismos bilaterales y organizaciones de la sociedad civil