Reportaje
Delegación de alto nivel se compromete a hacer frente a las epidemias mortales de la tuberculosis y el VIH en África meridional
22 de marzo de 2013
22 marzo 201322 marzo 2013Pese a ser uno de los países de menor tamaño de África, Swazilandia tiene el mayor porcentaje de personas que viven con el VIH del mundo. Más de un cuarto de la población adulta vive con el virus. Además, la población de Swazilandia se enfrenta no sólo a una, sino a dos epidemias mortales que, en conjunto, están causando estragos no sólo en Swazilandia, sino en toda la región del África Subsahariana. Estas epidemias son la tuberculosis y el VIH.
Más de tres cuartas partes de las personas con tuberculosis en Swazilandia viven al mismo tiempo con el VIH y se calcula que 16.000 habitantes contraen cada año tuberculosis activa, una enfermedad potencialmente mortal. La combinación de ambas epidemias ha dado lugar a que la tuberculosis constituya la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH, ya que la bacteria de la tuberculosis acelera la progresión de la infección por el VIH hacia el sida, lo que debilita el sistema inmunitario del cuerpo hasta que no puede seguir luchando contra la enfermedad.
Sin embargo, Swazilandia también está decidida a cortar la epidemia de raíz.
Esta semana Swazilandia acogió a una influyente delegación de líderes y expertos de la salud comprometidos a acabar con la epidemia dual de la tuberculosis y el VIH en toda la región. La reunión, convocada por los ministros de Sanidad de Swazilandia y de Sudáfrica y financiada por la asociación Alto a la Tuberculosis (Stop TB Partnership), reunió mentes brillantes y una sólida experiencia para encontrar modos de acelerar las acciones que acaben con la tuberculosis y con la coepidemia de tuberculosis y VIH en los países de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (SADC por sus siglas en inglés).
"Esta es nuestra última oportunidad de enderezar el rumbo de África y conseguir los objetivos relacionados con la tuberculosis y el VIH", declaró Sibusiso Dlamini, Primer Ministro de Swazilandia. Asimismo, enfatizó que el progreso hacia el objetivo de reducir a la mitad las muertes por tuberculosis en personas que viven con el VIH para 2015, establecido en la Declaración política sobre VIH/sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2011, no es lo suficientemente rápido.
Aaron Motsoaledi, ministro de Sanidad de Sudáfrica, reconoció la importancia de este reto e instó a los participantes a actuar: "Uno no se propone escalar el Everest pensando en fracasar", afirmó. "Debemos partir con la esperanza de triunfar, sin importar las dimensiones del reto al que nos enfrentamos. Los atletas olímpicos con frecuencia tienen una larga trayectoria tras de sí antes de ganar la carrera, y nosotros podemos hacer lo mismo".
El Everest al que se refería era la sólida declaración de compromiso que resultó de la reunión: la 'Declaración de Swazilandia (en inglés)’. La declaración enfatiza la determinación de cada asociado de reducir de manera considerable las muertes relacionadas con la tuberculosis y el VIH en los próximos 1000 días y de alcanzar los objetivos de 2015.
"Necesitamos elevar nuestras expectativas y aumentar nuestras contribuciones financieras y técnicas para cumplir nuestros compromisos de reducir el impacto de la tuberculosis", dijo Lucica Dittu, secretario ejecutivo de la asociación Alto a la Tuberculosis.
Entre los compromisos importantes presentes en la declaración se encuentran la integración completa de los servicios para el tratamiento de la tuberculosis y del VIH, el establecimiento de asociaciones con nuevos asociados, el refuerzo de los programas y servicios, y métodos nuevos e innovadores para financiar la respuesta a ambas enfermedades.
"Mil personas que viven con el VIH mueren cada día de tuberculosis en el continente africano. Es algo inaceptable", dijo el director ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé. "Esta iniciativa aporta impulso, compromiso y energía renovada, lo que dará resultados y mejorará las vidas de millones de personas de toda la región".
ONUSIDA se comprometió a continuar trabajando estrechamente con sus asociados, entre los que se encuentran la asociación Alto a la Tuberculosis y el Fondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, para garantizar que todos aquellos que viven con el VIH y la tuberculosis activa puedan comenzar un tratamiento del VIH, que quienes están en atención para la tuberculosis tengan acceso a una prueba del VIH, y que quienes están en atención del VIH tengan acceso a métodos de detección de la tuberculosis.