Comunicado de prensa

ONUSIDA advierte de que, tras una disminución significativa, las nuevas infecciones por el VIH en los adultos se han estancado y están aumentando en algunas regiones

A nivel mundial, las nuevas infecciones por el VIH en adultos y niños se han reducido en un 40 % desde el valor máximo de 1997. Sin embargo, un estudio de ONUSIDA muestra que las nuevas infecciones por el VIH en los adultos se han estancado, y que hace cinco años que no hay reducciones. El informe resalta la necesidad de intensificar las iniciativas de prevención

GINEBRA, 12 de Julio de 2016— Un nuevo informe de ONUSIDA revela tendencias preocupantes en las nuevas infecciones por el VIH en los adultos. El Informe sobre las carencias en la prevención (Prevention gap report) muestra que, aunque se están logrando progresos significativos en la detención de las nuevas infecciones por el VIH en los niños (con una reducción de más del 70 % desde 2001), la disminución de las nuevas infecciones por el VIH en los adultos se estancó en 2008. El informe resalta la necesidad de ampliar de forma urgente la prevención del VIH en ese grupo de edad.

Carencias en la prevención del VIH en los adultos 

Según el Informe sobre las carencias en la prevención, se calcula que en los últimos cinco años se han producido 1,9 millones de nuevas infecciones por el VIH en adultos al año, y que las nuevas infecciones en adultos van en aumento en algunas regiones. También deja claro que hay que intensificar las iniciativas de prevención del VIH para mantener la Acción Acelerada para poner fin al sida para el 2030.

  • En Europa Oriental y en Asia Central ha aumentado en un 57 % el número anual de nuevas infecciones por el VIH de 2010 a 2015.
  • En el Caribe, tras años de disminución constante, las nuevas infecciones en adultos crecieron en un 9 % en esos cinco años.
  • En Oriente Medio y el Norte de África, el aumento en esos años fue del 4 %. 
  • En ninguna otra región del mundo ha habido una disminución significativa.
    • En América Latina el número anual de nuevas infecciones por VIH en adultos ha aumentado un 2 % desde 2010; las nuevas infecciones por el VIH se redujeron ligeramente en Europa Occidental y América del Norte y Central, así como en África occidental y central en estos mismos años, un periodo durante el cual las nuevas infecciones en adultos se han reducido en un 4 % en África Oriental y Meridional, y un 3 % en Asia y el Pacífico.

«Estamos dando la voz de alarma —dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA—. No se está entendiendo el poder de la prevención. Si hay un repunte de nuevas infecciones por el VIH, será imposible controlar la epidemia. El mundo tiene que tomar medidas urgentes e inmediatas para subsanar las carencias en materia de prevención.»

La epidemia de sida ha tenido una repercusión enorme en los últimos 35 años. Desde sus comienzos, 35 millones de personas han muerto de enfermedades relacionadas con el sida y se calcula que 78 millones de personas se han infectado con el VIH.

Equidad y acceso para las poblaciones clave

En 2014, las poblaciones clave —a saber, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las trabajadoras sexuales y sus clientes, los transexuales, las personas que se inyectan drogas y la población reclusa— representaban el 35 % de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo. Se calcula que la probabilidad de que los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres se infecten con el VIH es 24 veces mayor que en la población en general, una probabilidad que es 10 veces mayor en las trabajadoras sexuales y también 24 veces mayor en las personas que se inyectan drogas. Además, las personas trans tienen una probabilidad de tener la infección 49 veces mayor que la población en general, y la población carcelaria, cinco veces mayor que la población en general.

Es esencial que las poblaciones clave tengan acceso a toda la gama de opciones de prevención del VIH con el fin de protegerse a sí mismos y a sus parejas sexuales. «Hoy en día existen múltiples opciones de prevención —afirmó Michel Sidibé—. El problema es el acceso: si las personas no se sienten seguras o no tienen los medios para acceder a servicios de prevención combinada del VIH, no lograremos acabar con la epidemia.»

Aún no son patentes los beneficios del tratamiento en materia de prevención

El informe pone de relieve que la gran esperanza de que el tratamiento antirretrovírico repercutiera en la prevención de nuevas infecciones por el VIH está empezando a hacerse realidad, pese a que aún habrán de pasar algunos años antes de que puedan verse todos los beneficios.

El informe indica que actualmente más de la mitad de las personas que viven con el VIH (el 57 %) conoce su estado serológico, que el 46 % de quienes viven con el virus tienen acceso a un tratamiento antirretrovírico y que el 38 % de las personas infectadas presentan supresión vírica, lo que supone que gozan de buena salud y no transmiten el virus. Esto pone de manifiesto la acuciante necesidad de que se cumplan los objetivos de tratamiento 90-90-90 de ONUSIDA para hacer realidad todo el potencial del tratamiento antirretrovírico. Tales objetivos persiguen que el 90 % de las personas infectadas por el VIH conozcan su estado serológico, que el 90 % de estos tengan acceso a un tratamiento antirretrovírico y lograr la supresión de la carga vírica del 90 % de las personas en tratamiento.

Faltan fondos para la prevención del VIH

Los datos sobre el aumento de las nuevas infecciones por el VIH coinciden con otros datos que indican que la financiación ha descendido a su nivel más bajo desde 2010. Las contribuciones de los donantes internacionales han caído en 2015 hasta los 8 100 millones de dólares desde su valor máximo de 9 700 millones en 2013. Los países de bajos y medianos ingresos han dado un paso adelante para subsanar esas carencias, y el 57 % de los 19 200 millones de dólares de financiación total de que dispusieron en 2015 eran recursos nacionales.

El informe señala que, pese a la reducción de la financiación internacional —que constituye la principal fuente de fondos para la prevención del VIH entre las poblaciones de mayor riesgo—, algunos de los principales donantes están mostrando un compromiso decidido para velar por que esos fondos lleguen a las personas más afectadas por el VIH. En junio de 2016, Estados Unidos anunció la creación de un nuevo Fondo de Inversión para las Poblaciones Clave, con una dotación de 100 millones de dólares, con vista a aumentar el acceso de las poblaciones clave a los servicios relacionados con el VIH.

La actual asignación de recursos para la prevención del VIH está muy lejos de poder cubrir las necesidades. Actualmente, el 20 % de los recursos mundiales para el VIH se destina a la prevención. El informe indica que, para obtener la máxima repercusión, la financiación debe centrarse tanto en la ubicación como en el grupo de población de los afectados, con el fin de llegar a las personas en mayor riesgo con opciones de prevención combinada en su lugar de residencia y de trabajo.

Carencias regionales en la prevención

El informe examina la trayectoria de las nuevas infecciones por el VIH y ve qué poblaciones y qué lugares son los más afectados. Asimismo, se fija en qué países necesitan una inversión más adaptada en la prevención del VIH.

En África Oriental y Meridional, por ejemplo, las tres cuartas partes de las nuevas infecciones por el VIH en el grupo de edad de 10 a 19 años se dan en chicas. Muchas veces, las adolescentes no pueden acceder a los servicios relacionados con el VIH debido a la desigualdad de género, la falta de servicios adecuados para su edad, el estigma, la falta de poder de decisión y la violencia de género. En 2014, solo el 57 % de los países del mundo (de los 104 países que presentaron informes) tenían una estrategia de VIH con un presupuesto específico para las mujeres. Se estima que en todo el mundo solo tres de cada diez chicas y jóvenes de 15 a 24 años tienen conocimientos amplios y correctos sobre el VIH. Llegar a las adolescentes y a las jóvenes, especialmente en el África subsahariana, será un factor clave para poner fin a la epidemia de sida.

En Europa Oriental y Asia Central, el 51 % de las nuevas infecciones por el VIH afectan a personas que se inyectan drogas. En 2015, más del 80 % de las nuevas infecciones por el VIH de la región se produjeron en la Federación de Rusia. La epidemia se concentra principalmente en las poblaciones clave y sus parejas sexuales, en particular las personas que se inyectan drogas, a quienes afectaron más de la mitad de las nuevas infecciones por el VIH ese año. Sin embargo, es muy baja la cobertura de los programas destinados a ese grupo de población, en particular las intervenciones de reducción de daños.

En Oriente Medio y África Septentrional, el 96 % de las nuevas infecciones por el VIH se producen en las poblaciones clave, sobre todo entre las personas que se inyectan drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y las trabajadoras sexuales y las parejas de estos grupos de población. Sin embargo, los programas de prevención para hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y trabajadoras sexuales rara vez reciben apoyo de recursos nacionales o de servicios públicos.

En Europa Occidental y Central y en América del Norte, aproximadamente la mitad de las nuevas infecciones por el VIH se dan en hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y, aunque una proporción significativa de los recursos se están invirtiendo en este grupo de población clave, las iniciativas de prevención no están logrando todo el efecto esperado. Entre 2010 y 2014, el número de diagnósticos de infección por el VIH en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres aumentó en un 17 % en Europa Occidental y Central, y en un 8 % en América del Norte.

El informe pone de manifiesto la complejidad de la epidemia del sida y cómo las poblaciones y los lugares más afectados han ido cambiando tremendamente dentro de cada país y de cada región. También muestra que las inversiones deben dirigirse a programas eficaces para el VIH que hayan logrado resultados para reducir el número de nuevas infecciones.

Prevención combinada del VIH: lagunas y oportunidades

En comparación con la situación hace 20 años, cuando las opciones de prevención del VIH eran limitadas, hoy en día existen numerosas opciones disponibles para responder a las necesidades de todas las personas a lo largo de su vida y velar por su protección frente al VIH.

ONUSIDA insta a los países a adoptar un método que tenga en cuenta la ubicación y los grupos de población a la hora de elaborar programas para el VIH, que se base en cinco pilares de prevención integral y combinada:

  • Programas para mujeres jóvenes y adolescentes y sus parejas masculinas en lugares de alta prevalencia.
  • Servicios para las poblaciones clave en todos los países.
  • Fortalecimiento de los programas nacionales de preservativos.
  • Circuncisión masculina médica voluntaria en los países prioritarios.
  • Profilaxis preexposición para los grupos de población con mayor riesgo de infección.

Subsanar las carencias en la prevención del VIH

«La ciencia, la innovación y la investigación han proporcionado nuevas y eficaces opciones de prevención del VIH, un diagnóstico rápido y un mejor tratamiento —afirmó Michel Sidibé—. Invertir en innovación es la única manera de lograr el próximo gran avance: una cura o una vacuna.»

El informe, que contiene datos de más de 160 países, demuestra que pueden lograrse enormes beneficios con esfuerzos concertados. También indica que en 2015 unos 17 millones de personas tenían acceso al tratamiento antirretrovírico, el doble que en 2010 y 22 veces más que en el año 2000.

En la Conferencia Internacional sobre el Sida de 2016, que tendrá lugar del 18 al 22 de julio en Durban (Sudáfrica), ONUSIDA hará un llamamiento a los ejecutores, los innovadores, las comunidades, los científicos, los donantes y otros para subsanar esas carencias en la prevención. 

Resumen mundial de la epidemia de sida en 2015

Número de personas que viven con el VIH

Total

36,7 millones [34,0–39,8 millones]

Adultos

34,9 millones [32,4–37,9 millones]

Mujeres

17,8 millones [16,4–19,4 millones]

Niños (<15 años)

1,8 millones [1,5–2,0 millones]

Número de nuevas infecciones por el VIH

Total

2,1 millones [1,8–2,4 millones]

Adultos

1,9 millones [1,7–2,2 millones]

Niños (<15 años)

150 000 [110 000–190 000]

Muertes relacionadas con el sida

Total

1,1 millones [940 000–1,3 millones]

Adultos

1,0 millones [840 000–1,2 millones]

Niños (<15 años)

110 000 [84 000–130 000]

Número de personas en tratamiento antirretrovírico

Total

17 millones

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Sophie Barton-Knott
tel. +41 22 791 1697 / +41 79 514 6896
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