Comunicado de prensa

Brasil acoge el anuncio sobre la creación del Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias

ONUSIDA constituye un grupo para obtener pruebas de las desigualdades que impulsan las pandemias y defiende la adopción de enfoques multisectoriales para fortalecer la respuesta al sida y otras pandemias 

BRASILIA/GINEBRA, 6 de junio de 2023 - Brasil alberga el anuncio del nuevo Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias presidido por la primera dama de Namibia, Monica Geingos; el director del University College London Institute for Health Equity, sir Michael Marmot, y el economista ganador del Premio Nobel, Joseph E. Stiglitz. La ministra de Salud de Brasil, Nísia Trindade, es miembro fundador.

«Para mí es un placer presentar el Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias. Ha llegado el momento de poner en práctica las lecciones aprendidas. Para ello, hemos de reducir las desigualdades que impulsan las crisis sanitarias actuales y fortalecer nuestra preparación para las pandemias del futuro», afirmó la Sra. Trindade. «Brasil tiene el firme compromiso de aportar su granito de arena mediante una mayor cooperación y una formulación de políticas basada en pruebas para construir así sistemas de salud más resilientes en todo el mundo».

Las desigualdades sociales y económicas dentro de los países y entre ellos están agravando y perpetuando las pandemias, y amplificando su impacto entre los más pobres y más vulnerables. Las mismas desigualdades interrelacionadas que impulsan el VIH, la COVID-19, la viruela símica y otras enfermedades están dejando a los países y comunidades en riesgo de futuros brotes y pandemias. Sin embargo, la experiencia demuestra que hay acciones a nivel global, regional y nacional que pueden generar respuestas a la pandemia que, en lugar de exacerbar, reducen la desigualdad.

La labor del Consejo mundial consistirá en reunir las pruebas fundamentales para los responsables políticos y elevar la atención política sobre la necesidad de tomar medidas para acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias. De manera significativa, el Consejo animará y apoyará a las comunidades de primera línea a la hora de defender los cambios políticos necesarios para combatir las pandemias actuales y prepararse mejor para los brotes futuros.

«La respuesta al sida es uno de los mejores ejemplos de cómo las comunidades que están experimentando desigualdades interseccionadas pueden unirse para superarlas y salvar millones de vidas», afirmó con relación al anuncio Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA y miembro del Consejo Mundial y de Brasil. «Un gran movimiento de personas que viven infectadas y afectadas por el VIH ha conseguido reducir el precio de los medicamentos y las pruebas diagnósticas, ha fortalecido las respuestas sanitarias nacionales, ha permitido el aumento de una sólida red de organizaciones lideradas por la comunidad y ha garantizado la eliminación de las leyes discriminatorias punitivas en muchos países. No obstante, las políticas y los enfoques basados en evidencias deben aplicarse en todas partes y para todos, y lamentablemente ese no es el caso en este momento». 

Las desigualdades basadas en el género ponen en peligro la salud de las mujeres de todo el mundo. Por ejemplo, en países como Ghana, Costa de Marfil y Liberia, la prevalencia del VIH entre las mujeres jóvenes es más de 5 veces superior a la de los hombres jóvenes de la misma edad, lo que refleja, en parte, la desigualdad económica y educativa.

«La desigualdad de género alimenta pandemias como la del sida y la COVID-19» afirmó Monica Geingos, primera dama de Namibia. «Aumenta la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a los virus mortales puesto que limita el acceso a la información, los recursos económicos y las elecciones de vida, y socava su habilidad para protegerse a sí mismas y a sus familiares. Tenemos que reinventar las respuestas a la pandemia capaces de reducir la desigualdad y no de exacerbarla».

«Las desigualdades en el acceso a la salud y otros servicios esenciales son, en gran medida, el resultado de decisiones políticas deliberadas», dijo Joseph Stiglitz. «Para luchar contra las futuras pandemias, debemos conocer las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH y adoptar métodos que migren la desigualdad para hacer del mundo un lugar más saludable, justo y seguro para todos».

Los logros y fracasos de la respuesta al VIH proporcionan valiosas lecciones sobre cómo el mundo puede hacer frente a futuras pandemias. Por ejemplo, los hombres gais tienen más probabilidades de vivir con el VIH. Pero sucede que las leyes y políticas impulsan el tamaño de la brecha. En Malasia, donde los gais son criminalizados y arrestados, los hombres gais tienen 72 veces más probabilidades de infectarse que otros adultos; pero en Tailandia, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son legales y la respuesta comunitaria a la pandemia es fuerte, los hombres gais solo presentan 12 veces más probabilidades. Los virus atraviesan los grupos de población. Estos contribuyen a por qué Tailandia, con una desigualdad menor, se está acercando al control de la epidemia mientras Malasia está perdiendo terreno en la lucha contra el sida.

Mientras tanto, el problema de la desigualdad va más allá del VIH y se hace extensible a otras pandemias. Así, por ejemplo, los países con una desigualdad de ingresos más acusada han experimentado una mayor mortalidad por COVID-19. En el mayor pico de la pandemia de COVID-19, los países ricos gastaron miles de millones de dólares en respuestas, pero casi la mitad de los países en desarrollo se vieron obligados a reducir el gasto sanitario, lo que sin duda socavó la capacidad para combatir las pandemias globales. Varios países de África continúan indicando un número significativo de muertes por MPox durante la pandemia, pero las vacunas que se utilizan en los países de ingresos altos no están disponibles.

Incluso en los países que han hecho un buen progreso contra el VIH, algunas comunidades han tenido dificultades para beneficiarse del asombroso ritmo de los avances médicos. En Brasil, las infecciones por el VIH están cayendo drásticamente entre la población blanca, ya que se ha ampliado el acceso al tratamiento y se están implementando nuevas herramientas de prevención, como la profilaxis previa a la exposición. Sin embargo, las infecciones por el VIH entre la población negra siguen aumentando.

«Las estrategias basadas en pruebas para abordar los determinantes sociales de la salud son cruciales no solo para mejorar los resultados sanitarios de las personas, sino también para construir economías más sólidas y sociedades más justas», subrayó sir Michael Marmot, de Brasilia. «La salud es un buen marcador de lo bien que una sociedad lo está haciendo en general. Hablar de equidad sanitaria es hablar de desigualdades sociales». 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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