ONUSIDA insta a que continúen todos los servicios esenciales relacionados con el VIH mientras EE.UU. pausa su financiación para ayuda exterior

01 de febrero de 2025

GINEBRA, 1 de febrero de 2025— El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) insta a que se mantengan todos los servicios esenciales relacionados con el VIH mientras Estados Unidos suspende la financiación de la ayuda exterior. 

ONUSIDA acogió con satisfacción el 29 de enero la noticia de que el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, había aprobado una "Exención humanitaria de emergencia" que permite a las personas seguir accediendo al tratamiento contra el VIH que salva vidas, financiado por los Estados Unidos, en 55 países de todo el mundo. El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR, por sus siglas en inglés) apoya directamente a más de 20 millones de personas (dos tercios de todas las personas que viven con el VIH y acceden al tratamiento del VIH en el mundo).

Si bien la continuidad del tratamiento del VIH es esencial, los servicios deben seguir siendo supervisados y se debe vigilar la calidad. Deben continuar otros servicios críticos relacionados con el VIH para las personas, especialmente las marginadas, incluidos niños, mujeres y poblaciones clave. El año pasado, el PEPFAR proporcionó a más de 83,8 millones de personas servicios esenciales de pruebas del VIH; llegó a 2,3 millones de adolescentes y mujeres jóvenes con servicios de prevención del VIH; 6,6 millones de huérfanos, niños vulnerables y sus cuidadores recibieron atención y apoyo para el VIH; y 2,5 millones de personas se inscribieron por primera vez en la profilaxis previa a la exposición para prevenir la infección por el VIH.

Desde que se creó el PEPFAR, Estados Unidos se ha mantenido firme en su liderazgo en la lucha contra el VIH. Gracias a sus programas, Estados Unidos ha salvado millones de vidas, especialmente en los países más afectados por el VIH. El PEPFAR ha obtenido resultados notables en la detención de nuevas infecciones y la ampliación del acceso al tratamiento del VIH, y esto debe continuar.

En todo el mundo, 1,3 millones de personas se infectan por el VIH cada año, 3.500 cada día. En África, las mujeres jóvenes y las niñas corren un riesgo alarmante de contraer el VIH: cada semana se infectan 3.100 mujeres jóvenes y niñas de entre 15 y 24 años, y al menos la mitad de las personas pertenecientes a grupos de población clave no reciben servicios de prevención.

Las mujeres embarazadas en zonas de alta prevalencia del VIH deben someterse a la prueba del VIH para determinar si viven con el VIH, de modo que puedan proteger a su bebé tomando terapia antirretrovírica antes del nacimiento. Como resultado, los bebés nacerán libres del VIH. 

Muchas organizaciones que prestan servicios a personas que viven con el VIH y que están financiadas, o parcialmente financiadas, por el PEPFAR han informado de que cerrarán sus puertas debido a la pausa en la financiación con falta de claridad y gran incertidumbre sobre el futuro. ONUSIDA está evaluando el impacto y proporcionará actualizaciones rutinarias y en tiempo real para compartir la última información mundial y nacional, datos, orientación y referencias.

"PEPFAR nos dio esperanza y ahora la orden ejecutiva está haciendo añicos la misma esperanza que ofrecía a todas las personas que viven con el VIH y a nuestras familias.  Como comunidades, estamos conmocionados por el continuo cierre de clínicas. Exigimos con firmeza que todos nuestros gobiernos se apresuren a cubrir el déficit de recursos humanos que se necesita en estos momentos para garantizar la sostenibilidad de la prestación de servicios relacionados con el VIH", afirmó Flavia Kyomukama, directora ejecutiva del Foro Nacional de la Red de Personas que Viven con el VIH de Uganda (NAFOPHANU).

La red coordinadora de personas que viven con el VIH en Zimbabue (ZNNP+) declaró que la aplicación de las órdenes de paralización de las obras ha provocado temores importantes, como la reducción del acceso a servicios esenciales, la pérdida de confianza de la comunidad y los resultados sanitarios a largo plazo.

 Dado que la exención es efectiva durante un periodo de revisión de toda la ayuda estadounidense al desarrollo exterior, la futura cobertura de los servicios relacionados con el VIH -incluido el tratamiento- sigue sin estar clara y las vidas de los millones de personas que reciben ayuda del PEPFAR corren peligro y podrían estar en juego

Anele Yawa, Secretario General de la Campaña de Acción pro Tratamiento, está preocupado. "La congelación de los fondos del PEPFAR hará retroceder a Sudáfrica y al mundo en cuanto a los avances que hemos conseguido en nuestra respuesta al VIH", afirmó. "Nos preguntamos cómo vamos a afrontar los próximos tres meses, ya que la gente se va a quedar atrás en términos de prevención, tratamiento y atención".

En un momento en el que el mundo puede por fin tomar la delantera a una de las pandemias más mortíferas del planeta, con la ayuda de los nuevos medicamentos de acción prolongada para la prevención y el tratamiento del VIH que se comercializarán este año, ONUSIDA insta a Estados Unidos a que continúe con su liderazgo sin parangón y acelere, no disminuya, los esfuerzos para acabar con el sida.

ONUSIDA espera asociarse con los Estados Unidos, otros donantes y los países más afectados por el VIH para garantizar una respuesta sólida y sostenible al VIH y alcanzar nuestro objetivo colectivo de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

ONUSIDA pide a los líderes que se comprometan en Davos a acelerar el acceso mundial a nuevos y revolucionarios medicamentos de acción prolongada contra el VIH

21 de enero de 2025

ONUSIDA pide celeridad y compasión a las empresas farmacéuticas para permitir el acceso a nuevos medicamentos que salvan vidas

DAVOS/GINEBRA, 21 de enero de 2025- Hoy, en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) ha advertido de que los nuevos medicamentos de acción prolongada para la prevención del VIH -y potencialmente para el tratamiento- pueden ayudar a marcar el fin del sida si los líderes empresariales y políticos actúan con rapidez y urgencia para priorizar el acceso de todos los países de ingresos bajos y medios.

El lenacapavir, producido por Gilead Sciences, ha demostrado una eficacia superior al 95% en la prevención del VIH con sólo dos dosis al año, y la empresa está realizando ensayos de inyecciones una vez al año. ViiV Healthcare dispone del medicamento inyectable Cabotegravir, administrado una vez cada dos meses para prevenir el VIH, que ya se está utilizando en algunos países. También se utilizan anillos vaginales de un mes de duración y se están probando píldoras y anillos vaginales de acción más prolongada.

"Estas nuevas tecnologías nos ofrecen una oportunidad real de acabar con el sida para 2030", afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA y Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas. "Pero viene con una advertencia: sólo si las empresas farmacéuticas, los gobiernos, los socios internacionales y la sociedad civil se unen en torno a una revolución de la prevención y el tratamiento del VIH, podremos utilizar estos medicamentos en todo su potencial y acabar con el sida mucho antes de lo que pensábamos."

Los innovadores medicamentos de acción prolongada podrían frenar las nuevas infecciones por VIH y ya se están utilizando para suprimir el virus en algunas personas seropositivas. Pero su potencial no puede aprovecharse a menos que todas las personas que puedan beneficiarse de ellos tengan acceso a ellos.

ONUSIDA insta a las empresas farmacéuticas a que actúen con mayor rapidez y garanticen "precios asequibles y competencia de genéricos" en el mercado de los nuevos medicamentos contra el VIH. "No tenemos ningún problema con los beneficios, pero no toleraremos la especulación", afirmó Byanyima.

Gilead y ViiV han concedido licencias para la fabricación de genéricos a varios países, lo cual es digno de aplauso, pero van demasiado despacio. Los genéricos no se esperan hasta el año que viene, y muchos países se han quedado fuera. Se ha excluido a casi toda América Latina, una región en la que aumentan las infecciones por VIH. Además, para abastecer a todo el mundo, Gilead sólo ha autorizado a seis empresas a fabricar versiones genéricas del medicamento, sin ningún productor en el África subsahariana. Para que estos medicamentos estén ampliamente disponibles y sean asequibles, es necesaria una mayor producción de genéricos.

Gilead no ha anunciado el precio del lenacapavir preventivo. Sin embargo, utilizado como tratamiento en Estados Unidos, el medicamento puede costar unos 40 000 dólares al año por persona. Un estudio sugiere que, si se llega a 10 millones de personas, los genéricos podrían costar sólo 40 dólares por persona y año, mil veces menos.

A finales de 2023, sólo 3,5 millones de personas utilizarán profilaxis preexposición. El objetivo de ONUSIDA es llegar a 10 millones con medicamentos preventivos contra el VIH para finales de 2025. Esto es posible", dijo Byanyima, "pero sólo si tenemos ambición. Fíjense en los anticonceptivos inyectables: 72 millones de mujeres de todo el mundo tuvieron acceso a ellos en 2022. Miren las vacunas COVID-19 en los países ricos: 4.500 millones de personas fueron vacunadas en un año. ¿Por qué no podemos tener la misma ambición para el VIH? Lo hicimos para el tratamiento del VIH y podemos hacerlo para la prevención. Lo hemos hecho antes y podemos volver a hacerlo".

En la actualidad, 30 millones de los 40 millones de personas que viven con el VIH reciben tratamiento, un logro enorme pero largamente esperado que destruyó familias y costó demasiadas vidas.

Aunque estos nuevos medicamentos no son una cura ni una vacuna, podrían detener la pandemia del VIH.

El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) anunciaron recientemente un acuerdo para hacer llegar lenacapavir a 2 millones de personas en los próximos tres años. Es un buen comienzo, pero no lo suficientemente ambicioso.

"La ciencia ha proporcionado una nueva herramienta milagrosa: medicamentos que previenen la infección por VIH con inyecciones dos veces al año y que podrían funcionar también para el tratamiento", afirmó Byanyima. "Esta vez debemos hacerlo mejor. O las empresas dan un paso adelante, o los gobiernos intervienen. Esta es nuestra oportunidad para acabar con el sida, y no podemos permitirnos desaprovecharla".

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A shot at ending AIDS — How new long-acting medicines could revolutionize the HIV response

Un informe de ONUSIDA muestra que la defensa de los derechos humanos es vital para acabar con la pandemia de sida

26 de noviembre de 2024

GINEBRA, 26 de noviembre de 2024 — En vísperas del Día Mundial del Sida (1 de diciembre), un nuevo informe de ONUSIDA muestra que el mundo puede alcanzar el objetivo acordado de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, pero sólo si los líderes protegen los derechos humanos de todas las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo. El mensaje del informe se resume en su título: "Sigamos el camino de los derechos para acabar con el sida".

"A pesar de los enormes progresos realizados en la respuesta al VIH, las violaciones de los derechos humanos siguen impidiendo que el mundo acabe con el sida", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "Cuando a las niñas se les niega la educación; cuando existe impunidad para la violencia de género; cuando las personas pueden ser detenidas por lo que son o por lo que aman; cuando una visita a los servicios de salud es peligrosa para las personas debido a la comunidad de la que son - el resultado es que las personas se ven bloqueadas para poder acceder a los servicios del VIH que son esenciales para salvar sus vidas y para poner fin a la pandemia del SIDA. Para proteger la salud de todos, tenemos que proteger los derechos de todas y todos".  

De los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, 9,3 millones aún no tienen acceso a un tratamiento que podría salvarles la vida. El año pasado, 630 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida, y 1,3 millones de personas en todo el mundo contrajeron el VIH por primera vez. En al menos 28 países, el número de nuevas infecciones por VIH va en aumento. Para frenar la trayectoria de la pandemia, es imperativo que todos los que lo necesiten puedan acceder sin miedo a los programas que salvan vidas.

Cada día de 2023, 570 mujeres jóvenes y niñas de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH. En al menos 22 países de África oriental y meridional, las mujeres y niñas de este grupo de edad tienen tres veces más probabilidades de vivir con el VIH que sus compañeros varones.

"A ninguna niña se le debe negar la educación y la información que necesita para mantenerse a salvo. La discriminación y la violencia contra las niñas deben abordarse como una emergencia sanitaria y de derechos humanos", afirmó Nomonde Ngema, activista de 21 años contra el VIH.

La criminalización y estigmatización de las comunidades marginadas está obstruyendo el acceso a servicios relacionados con el VIH que salvan vidas. En la Declaración Política para Poner Fin al VIH/SIDA de 2021, los países se comprometieron a garantizar que para 2025 menos del 10% de los países tengan marcos jurídicos y políticos restrictivos que lleven a denegar o limitar el acceso a los servicios relacionados con el VIH. Sin embargo, en 2023, 63 países siguen penalizando las relaciones entre personas del mismo sexo. Estas leyes están obstaculizando la respuesta al VIH: Entre los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la prevalencia del VIH es cinco veces mayor en los países que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo que en los que no lo hacen. que en los que no lo hacen.

"Las leyes y políticas punitivas alejan a las personas vulnerables de la ayuda que necesitan para prevenir el VIH, someterse a las pruebas del VIH y tratarse contra el VIH", ha declarado Axel Bautista, Community Engagement Manager de MPact Global Action for Gay Men's Health & Rights. "En lugar de castigar a las comunidades marginadas, los gobiernos deben defender sus derechos humanos".

La ciencia sigue innovando contra el sida. Los medicamentos de acción prolongada que sólo necesitan inyectarse un par de veces al año podrían inclinar la balanza, pero sólo si se adopta un enfoque basado en los derechos humanos para compartir la tecnología con el fin de bajar los precios y permitir la producción en todas las partes del mundo.

"Las herramientas médicas que salvan vidas no pueden tratarse como meras mercancías", afirmó Alexandra Calmy, responsable de VIH de los Hospitales Universitarios de Ginebra. "Las revolucionarias opciones terapéuticas y preventivas que se están desarrollando actualmente deben ser accesibles sin demora para lograr un alcance universal".

"Conocemos el camino para construir una sociedad en la que todos prosperemos", afirmó Jeanne Gapiya-Niyonzima, fundadora de la ANSS y primera persona de Burundi que anunció públicamente que vivía con el VIH. "Si el mundo quiere acabar con el sida como amenaza para la salud pública, tiene que proteger los derechos de todas las personas".

El informe incluye diez ensayos invitados de líderes de la respuesta mundial al sida, entre ellos: Elton John; el arzobispo de Ciudad del Cabo, Thabo Makgoba; el presidente irlandés, Michael D. Higgins; el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk; y la ex presidenta de la Sociedad Internacional del Sida, Adeeba Kamarulzaman.

Elton John, en su ensayo para el informe de ONUSIDA, escribe: “Conozco el sentimiento de vergüenza y lo que puede hacer. Mientras el VIH se considere una enfermedad para los 'otros', no para la llamada 'gente decente', no se vencerá al sida. La ciencia, la medicina y la tecnología pueden ser el 'qué' para acabar con el sida, pero la inclusión, la empatía y la compasión son el 'cómo'”.

El Presidente Michael D. Higgins, en su ensayo, escribe: “Garantizar la plenitud de los derechos humanos es una necesidad práctica crucial si queremos librar al mundo de la epidemia del sida. Cumplir la promesa de acabar con el sida como amenaza para la salud pública es una elección política y financiera. Ha llegado el momento de elegir el camino correcto”.


 

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Informe para el Día mundial del sida 2024

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ONUSIDA pide el fin de la violencia contra las mujeres y las niñas. Sin excusas

25 de noviembre de 2024

GINEBRA, 25 de noviembre de 2024 —La violencia de género persiste como una de las violaciones más atroces de los derechos humanos. También frustra los esfuerzos para acabar con el sida como amenaza para la salud pública, ya que la violencia de pareja está vinculada a un mayor riesgo de contraer el VIH entre las mujeres y socava el acceso a las pruebas y el tratamiento.

En todo el mundo, una de cada ocho mujeres y niñas sufre violencia sexual antes de los 18 años. Las normas de género perjudiciales, la escasa priorización de servicios de salud sexual y reproductiva seguros, cualitativos y asequibles, así como la fragilidad de los sistemas sanitarios, aumentan el riesgo de que las mujeres contraigan el VIH e impiden el acceso a los servicios relacionados con el virus.

Además, las mujeres y niñas que viven con el VIH son estigmatizadas con demasiada frecuencia por los proveedores de servicios sanitarios. También sufren presiones para no tener hijos, esterilización forzada y coaccionada o interrupción del embarazo. Todas ellas violaciones de los derechos humanos.

"Debemos contrarrestar el patriarcado y la pobreza para mantener a las niñas en la escuela y debemos proporcionar a las mujeres y niñas espacios seguros, oportunidades económicas y garantizar su reconocimiento y liderazgo", afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA.

"También debemos luchar contra las rígidas normas y estereotipos de género que perpetúan la masculinidad malsana y la violencia de género".

Los homicidios de mujeres y niñas por razones de género son el resultado más mortífero de la violencia de género, con una mujer asesinada cada 11 minutos. Esto es inaceptable. En 2022, el número de mujeres y niñas asesinadas intencionadamente -casi 89.000- es la cifra anual más alta registrada en los últimos 20 años.  Las mujeres de poblaciones clave -mujeres transgénero, trabajadoras sexuales y defensoras de los derechos humanos del colectivo LGBTQ+- también corren especial riesgo de feminicidio, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de este año, la campaña arrancó con el lema "Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas: Hacia Beijing +30".  Estos 16 Días de Activismo nos recuerdan que 30 años después de la declaración de Pekín -un plan para lograr la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas en todo el mundo- el mundo está lejos de esa igualdad de género.

ONUSIDA mantiene su compromiso de trabajar en colaboración con los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, las comunidades y, especialmente, los movimientos y redes de mujeres, para crear un mundo en el que se respeten y protejan los derechos y la dignidad de todas las mujeres y niñas, incluidas las que viven con el VIH, las que corren el riesgo de contraerlo y las afectadas por él.

Iniciados en 1991, los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género son una campaña internacional que comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

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ONUSIDA celebra el anuncio del gobierno español de una nueva contribución de 1 millón de euros para superar la pandemia mundial de sida

15 de octubre de 2024

GINEBRA, 15 de octubre de 2024— El Gobierno español ha anunciado hoy una nueva contribución de 1 millón de euros a ONUSIDA para apoyar su labor encaminada a poner fin al sida para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El anuncio se hizo tras una reunión entre la ministra española de Sanidad, Mónica García Gómez, y la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, en la capital del país, Madrid.

«Acogemos con gran satisfacción el compromiso de España para acabar con el sida», declaró Byanyima. «Nos encontramos en un momento crítico en la respuesta al VIH, y el camino que tomen los líderes mundiales este año determinará si la pandemia continúa indefinidamente o si acabamos con el sida para 2030. La solidaridad de España con ONUSIDA y la respuesta mundial al sida, así como su compromiso para hacer frente al estigma y la discriminación, son testimonio de su determinación para encaminar al mundo hacia el fin del sida y salvar millones de vidas. España ha dado ejemplo al resto del mundo».

España es un antiguo defensor del derecho a la salud. Durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, España hizo de la lucha contra el estigma y la discriminación asociados al VIH una prioridad política. España también se unió a la Alianza Mundial para la Acción para Eliminar todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH y está avanzando en su plan de implementación para eliminar el estigma en entornos sanitarios, laborales y educativos.

ONUSIDA espera seguir fortaleciendo su asociación con España para avanzar hacia los objetivos mundiales y construir una respuesta sólida y basada en los derechos para poner fin al sida en 2030 y mantener los logros en el futuro.

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El nuevo informe de ONUSIDA muestra que la pandemia de sida puede acabar para 2030, pero solo si los líderes aumentan los recursos y protegen los derechos humanos ahora

22 de julio de 2024

GINEBRA/MÚNICH, 22 de julio de 2024—Un nuevo informe publicado hoy por ONUSIDA muestra que el mundo se encuentra en un momento crítico que determinará si los líderes mundiales cumplirán su compromiso de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030. El informe, La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada, recopila nuevos datos y casos prácticos que demuestran que las decisiones y las elecciones políticas que tomen los líderes mundiales este año decidirán el destino de millones de vidas y si se supera o no la pandemia más mortal del mundo. 

Aunque el fin del sida está a nuestro alcance, esta década, el mundo actualmente se ha desviado del camino. En todo el mundo, de los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, 9,3 millones, casi una cuarta parte, no reciben tratamiento que les salve la vida. Como consecuencia, una persona muere cada minuto por causas relacionadas con el sida.

Los líderes se comprometieron a reducir las nuevas infecciones anuales a menos de 370.000 para 2025, pero las nuevas infecciones por el VIH siguen siendo más de tres veces superiores a esa cifra, y a día de hoy se sitúan en 1,3 millones en 2023.  Y ahora los recortes de recursos y el aumento de la presión contra los derechos están poniendo en peligro todo el progreso logrado.

«Los líderes mundiales se comprometieron a poner fin a la pandemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030, y pueden cumplir su promesa, pero para ello han de asegurarse de que la respuesta al VIH tenga los recursos que necesita y de que los derechos humanos de todos estén protegidos», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Los líderes pueden salvar millones de vidas, prevenir millones de nuevas infecciones por el VIH y garantizar que todos los que viven con el VIH puedan disfrutar de vidas sanas y plenas».

El informe concluye que, si ahora los líderes adoptan las medidas audaces necesarias para garantizar unos recursos suficientes y sostenibles, y proteger los derechos humanos de todos, el número de personas que viven con el VIH y necesitan tratamiento de por vida se situará en unos 29 millones para 2050. Sin embargo, si se desvían y toman el camino equivocado, el número de personas que necesitarán apoyo de por vida aumentará a 46 millones (en comparación con los 39,9 millones de 2023). 

El informe refleja un progreso continuo (aunque más lento) en el despliegue de medicamentos a las personas que viven con el VIH. Actualmente son 30,7 millones de personas las que están en tratamiento, más de 3 de cada 4 de las personas que viven con el VIH. En 2010, la cobertura del tratamiento era de tan solo el 47 %. El aumento del número de personas que acceden al tratamiento ha supuesto un logro de salud pública histórico, pues desde 2010 se han reducido a la mitad las muertes relacionadas con el sida, que han pasado de 1,3 millones a 630 000 en 2023.

Sin embargo, el mundo no va por buen camino para alcanzar el objetivo de 2025 de reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 250 000.

Aunque hemos dado grandes pasos en la prevención de nuevas infecciones por el VIH, que han disminuido en un 39 % desde 2010 en todo el mundo y en un 59 % en África oriental y meridional, el informe muestra que las nuevas infecciones por el VIH continúan aumentando en tres regiones: Oriente Medio y África del Norte, Europa Oriental y Asia Central y América Latina, y que las brechas y desigualdades persisten.

«Los países están haciendo enormes progresos para poner fin a la epidemia de sida para 2030. Sin embargo, hoy en día nos enfrentamos a ingentes desafíos capaces de ralentizar nuestros esfuerzos —advirtió el Dr. Anthony Fauci, antiguo asesor científico del presidente de los Estados Unidos—. Debemos hacer todo lo posible para que se nos esuche y ser proactivos. El fracaso no es una opción. De hecho, ha de resultarnos inaceptable. Solo trabajando juntos, alcanzaremos nuestro objetivo común. Yo, por mi parte, seguiré trabajando con todas mis fuerzas para asegurarme de que consigamos poner fin a la epidemia de sida. Y desde aquí imploro a todos a comprometerse a hacer lo mismo».

La desigualdad de género está exacerbando los riesgos a los que se enfrentan las niñas y las mujeres, y y no está sino impulsando la pandemia. La incidencia del VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes sigue siendo extraordinariamente alta en partes de África oriental y meridional, así como en África occidental y central.

Puesto que el estigma y discriminación contra las comunidades marginadas suponen una barreras para los servicios vitales de prevención y tratamiento, los grupos de población clave, incluidos los trabajadores sexuales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas que se inyectan drogas, representan un mayor porcentaje (55 %) de las nuevas infecciones en todo el mundo en comparación con 2010 (45 %).

El informe demuestra que los servicios de prevención y  tratamiento del VIH solo llegarán a las personas si se respetan los derechos humanos, si se eliminan las leyes injustas contra las mujeres y contra las comunidades marginadas, y si se abordan directamente la discriminación y la violencia.

Los cálculos de ONUSIDA apuntan a que, aunque el 20 % de los recursos para el VIH deberían destinarse a la prevención del virus para las poblaciones más afectadas, en 2023 solo el 2,6 % del gasto total en VIH se destinó a intervenciones para grupos de población clave.

En todos los rincones del globo se está reduciendo la financiación, el progreso se ralentiza e incluso la epidemia crece en ciertas regiones. En 2023, los recursos totales disponibles para el VIH (19,8 mil millones de dólares estadounidenses) se redujeron en un 5 % desde 2022, lo que nos deja una cifra de 9,5 mil millones de dólares estadounidenses menos de los que se prevén necesarios para 2025 (29,3 mil millones). La financiación nacional en los países de ingresos bajos y medios, que representan el 59 % de los recursos totales para el VIH, se ve restringida por la crisis de la deuda y ha caído por cuarto año consecutivo, con una disminución del 6 % entre 2022 y 2023.

Se necesita una mayor movilización de recursos, especialmente en Asia y el Pacífico, donde se prevé que el número de personas que viven con el VIH casi llegue a duplicarse en 2050, y en Europa Oriental y Asia Central, América Latina y Oriente Medio y África del Norte, regiones con epidemias en crecimiento, pero donde la financiación para el VIH ha disminuido significativamente. Alrededor de la mitad de los recursos totales necesarios para 2025, y el 93 % de la brecha de financiación actual del VIH, se encuentran fuera del África subsahariana.  

La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada nos recuerda que las decisiones tomadas este año determinarán si se cumplirán los objetivos mundiales, si el sida terminará como una amenaza para la salud pública para 2030 y si lograremos construir una respuesta sostenible al VIH.

«La falta de solidaridad entre y dentro de los países está poniendo en jaque el progreso, pero el camino que pone fin al sida es una senda que ha sido probada y que los líderes mundiales han prometido seguir. Si los líderes cumplen su promesa de poner fin al sida, su decisión será tanto política como económica. Ahora es el momento de elegir el camino correcto», afirmó la Sra. Byanyima.

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Informe mundial de ONUSIDA sobre el estado del sida 2024 (Resumen)

La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada

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Sitio web especial

crossroads.unaids.org

Diapositivas clave sobre epidemiología

Diapositivas clave sobre epidemiología

Los gobiernos, la sociedad civil y los organismos de las Naciones Unidas se unen para "acelerar y mantener" una respuesta resistente al VIH

27 de junio de 2024

GINEBRA, 27 de junio de 2024— En la 54ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa (JCP) de ONUSIDA, que ha concluido hoy en Ginebra (Suiza), los gobiernos, la sociedad civil y los organismos de las Naciones Unidas se han unido en un compromiso común para acelerar los progresos hacia la consecución de los objetivos contra el sida fijados para 2025 y mantener los logros de la respuesta mundial al VIH de cara a 2030 y más allá.  

En su discurso de apertura de la reunión, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, destacó la urgencia de acelerar los progresos para alcanzar el objetivo de 2030 de acabar con el sida como amenaza para la salud pública. "El mundo tiene seis años para reducir las tasas de nuevas infecciones por el VIH, ampliar el tratamiento antirretrovírico y reducir las muertes relacionadas con el sida, pero sólo 18 meses para alcanzar los objetivos de 2025 que determinarán si los países podrán o no acabar con sus pandemias para 2030".

Advirtió de que "no hay nada sostenible en una pandemia en expansión" y pidió a los miembros que se unan a ONUSIDA para "hacer todo lo posible" en la prevención del VIH, conseguir que los medicamentos y las tecnologías sanitarias para la prevención y el tratamiento del VIH sean equitativos, asequibles y accesibles, y construir sistemas sanitarios más fuertes".

"Tenemos una opción", afirmó Byanyima. "Podemos acelerar ahora, reducir las tasas y tener éxito. O podemos distraernos, centrarnos sólo en lo que hemos conseguido hasta ahora y perder la oportunidad de acabar con el sida. Debemos acelerar para mantenernos".

Señaló que la sostenibilidad también requiere avanzar en la ampliación del espacio fiscal y abordar el endeudamiento de los países de renta baja y media, proteger los derechos humanos y la igualdad de género, e hizo un llamamiento a todos los socios y aliados para que adopten una "visión audaz de la sostenibilidad, capaz de poner fin a la pandemia de sida".

La Sra. Byanyima hizo hincapié en las limitaciones de financiación que están obstaculizando el progreso en la respuesta al sida, destacando el déficit de 8.500 millones de dólares en financiación para el VIH. En 2022, se disponía de 20.800 millones de dólares para financiar la lucha contra el VIH en los países de ingresos bajos y medios, mientras que las necesidades estimadas para 2025 son de 29.300 millones de dólares. Hizo un llamamiento a todos los donantes para que garanticen la plena financiación del Programa Conjunto hasta alcanzar los niveles mínimos acordados de 160 millones de dólares para 2024.

El día de la inauguración de la reunión, Alemania anunció que aumentaría su financiación a ONUSIDA. "Alemania ha decidido aumentar su contribución a ONUSIDA en 2024 en 2 millones de euros, pasando de 4,75 millones de euros en 2023 a 6,75 millones de euros. Confiamos en que esta decisión contribuya a los requisitos presupuestarios mínimos de 160 millones de dólares estadounidenses para garantizar que ONUSIDA pueda ejecutar adecuadamente su plan de trabajo y su presupuesto", declaró Binod Mahanty, asesor principal de políticas del Ministerio Federal de Salud de Alemania.

La Junta examinó los resultados del Programa Conjunto y valoró el amplio alcance y la profunda contribución de ONUSIDA a la respuesta mundial al sida a nivel mundial, regional y nacional.

El papel fundamental de las comunidades a la hora de seguir abriendo camino en la respuesta al VIH se puso de relieve como elemento central para la sostenibilidad de la respuesta al VIH, que fue el tema central del segmento temático del último día: Mantener los logros de la respuesta mundial al VIH hasta 2030 y más allá.

La Sra. Byanyima declaró: "Para acabar con el sida, los cimientos deben ser las personas que viven con el VIH, la sociedad civil y las comunidades. Son indispensables y no negociables para acabar con la pandemia, mantener la respuesta y garantizar la responsabilidad de todos".

Florence Riako Anam, Codirectora Ejecutiva de la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH (GNP+), pronunció un poderoso discurso de apertura durante la sesión temática: "Las personas que viven con el VIH estarán aquí en 2031. Para nosotros, la sostenibilidad de la respuesta al VIH es un viaje de transformación y no un destino con fecha de finalización". Otros oradores principales fueron S.E. Edwin Dikoloti, Ministro de Sanidad de Botsuana, y la ex Presidenta de la República de Chile Michelle Bachelet.

Antes de la JCP, y aprovechando su larga asociación con el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, ONUSIDA firmó un nuevo marco estratégico de cooperación y colaboración para poner fin al sida. En los debates de la JCP, el director del Fondo Mundial, Peter Sands, declaró: "Para optimizar la integración del VIH y la atención primaria de salud es preciso establecer asociaciones bien coordinadas entre gobiernos, empresas del sector privado, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales".

John Nkengasong, Coordinador mundial de EE.UU. para el sida y responsable del PEPFAR, afirmó que los logros son frágiles y deben mantenerse. "2030 es crítico porque en ese momento la comunidad mundial o bien dice 'hemos hecho lo que hemos podido y no sabemos qué más hacer' o bien decimos '¡SI! podemos llegar a la meta'... 2030 es el momento de la cima de la montaña". También pidió que ONUSIDA cuente con todos los fondos necesarios para continuar su labor de salvar vidas.

La reunión de la Junta ofreció a ONUSIDA la oportunidad de anunciar la creación de un nuevo grupo de alto nivel sobre un Programa Conjunto de ONUSIDA resistente y adaptado a sus fines. El Grupo estudiará la evolución de la pandemia y la respuesta mundial, así como las necesidades cambiantes de los países en el contexto general del mandato del Programa Conjunto.

Esta semana también se ha publicado un nuevo informe sobre el consumo de drogas, la reducción de daños y el derecho a la salud, que demuestra la necesidad de salud pública de abandonar los enfoques punitivos hacia los consumidores de drogas, un paso adelante para garantizar el acceso a la atención sanitaria a las comunidades marginadas.

La 54th JCP estuvo presidida por Kenia, representada por Harry Kimtai, Secretario Principal del Departamento de Estado de Servicios Médicos de Nairobi, con Brasil como Vicepresidente y los Países Bajos como Relator. El Informe del Director Ejecutivo de ONUSIDA a la Junta, los informes de cada punto del orden del día y las decisiones de la JCP pueden consultarse en: 54th Junta Coordinadora del Programa ONUSIDA.

La 55a reunión de la JCP tendrá lugar del 10 al 12 de diciembre de 2024, en Nairobi (Kenia).

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Informe de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA

ONUSIDA elogia la prohibición de la terapia de conversión en México

12 de junio de 2024

ONUSIDA ha aplaudido la decisión de México de prohibir la práctica de la llamada "terapia de conversión".   

"El estigma y la discriminación que perpetúa la llamada 'terapia de conversión' han dañado la salud pública. La decisión de México de poner fin a esta práctica nociva contribuirá a garantizar la salud pública. Todos los países deberían seguir el ejemplo de México", declaró Luisa Cabal, Directora Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe.   

Expertos en salud y derechos humanos han condenado la llamada "terapia de conversión" por causar graves trastornos psicológicos. En 2012, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que dichas terapias no tenían justificación médica y representaban una grave amenaza para la salud y los derechos humanos. En 2015, la declaración conjunta de los organismos de la ONU condenó "los abusos en entornos médicos, incluidas las denominadas "terapias" no éticas y perjudiciales para cambiar la orientación sexual." En 2016, la Asociación Mundial de Psiquiatría concluyó que "no hay pruebas científicas sólidas de que la orientación sexual innata pueda cambiarse." En 2020, el Grupo Independiente de Expertos Forenses (IFEG) declaró que ofrecer este tipo de terapia es una forma de engaño, publicidad engañosa y fraude. En 2020, el informe sobre terapia de conversión del Experto Independiente de la ONU sobre orientación sexual e identidad de género pidió "una prohibición mundial de las prácticas de "terapia de conversión"".  La llamada "terapia de conversión" es falsa y perjudicial, y es necesario acabar con ella en todas partes.  

La experiencia de ONUSIDA ha demostrado que el estigma y la vergüenza alejan a las personas de los servicios sanitarios esenciales y de los sistemas de apoyo, incluidos los de prevención, pruebas, tratamiento y atención del VIH. La protección de los derechos humanos de todas las personas, según demuestran las investigaciones de ONUSIDA, es esencial para proteger la salud pública, ya que permite un acceso inclusivo y equitativo a los servicios de salud sin discriminación.   

"Las pruebas son claras", afirmó Cabal. "Las prácticas estigmatizantes perjudican la salud pública. Garantizar la inclusión, la aceptación y el respeto de los derechos humanos de todas las personas es vital para proteger la salud de cada una. El estigma mata, y la solidaridad salva vidas". 

ONUSIDA celebra el compromiso de los gobiernos para acabar con el sida y hacer frente a la violencia de género, la discriminación y las desigualdades

25 de marzo de 2024

Resolución sobre "La mujer, la niña y el VIH y el sida" actualizada, reforzada y adoptada por consenso en el 68º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

GINEBRA/NUEVA YORK, 25 de marzo de 2024— El 22 de marzo, los gobiernos asistentes al 68º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) adoptaron por consenso una resolución centrada en la promoción de los derechos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas como parte de los esfuerzos para poner fin al sida.

La actualizada resolución 60/2 “La mujer, la niña y el VIH y el sida” subraya la urgente necesidad de dar prioridad a la salud y los derechos de las adolescentes y las mujeres jóvenes en el contexto de la actual pandemia mundial de sida. Reconoce que las adolescentes y las mujeres jóvenes siguen estando desproporcionadamente afectadas por el VIH debido a diversos factores socioeconómicos, como las desigualdades de género, la pobreza y la falta de acceso a la educación y la atención sanitaria.

La resolución subraya el imperativo de avanzar en la igualdad de género como elemento central para acabar con el sida, y reafirma los compromisos adquiridos en la Declaración Política sobre el VIH y el sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2021. La resolución hace un llamado a todos los gobiernos para que promulguen e intensifiquen la aplicación de leyes y políticas para eliminar todas las formas de violencia de género, así como para acabar con el estigma y la discriminación contra las mujeres y las niñas relacionados con el VIH. También pide que se promueva la participación y el liderazgo activos y significativos de las mujeres y niñas que viven con el VIH en la respuesta al sida.

Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, expresó su optimismo y su profundo agradecimiento por la adopción de la resolución, afirmando: "Al comprometerse a dar prioridad a la salud y los derechos de las mujeres y niñas en toda su diversidad y a abordar el VIH de manera integral, los y las líderes han contribuido a salvaguardar la salud de las mujeres y niñas, lo que redundará en un futuro más equitativo y resistente."

Nyaradzayi Gumbonzvanda, directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, organización copatrocinadora de ONUSIDA que desempeñó un papel decisivo a la hora de organizar y garantizar el éxito de la CSW, afirmó: "Empoderar a las mujeres, garantizar sus derechos y lograr la igualdad es un imperativo".

De manera crucial, ONUSIDA subraya la importancia de traducir los compromisos esbozados en la resolución en acciones concretas a nivel nacional, regional y mundial. Los esfuerzos deben centrarse en cerrar la brecha de género en la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, al tiempo que se abordan los factores sociales, económicos y estructurales subyacentes que perpetúan la discriminación, la violencia y las desigualdades basadas en el género y aumentan la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas al VIH.

ONUSIDA se mantiene firme en su compromiso de trabajar en colaboración con los gobiernos, la sociedad civil y otros socios para crear un mundo en el que se respeten, protejan y hagan realidad los derechos y la dignidad de todas las mujeres y niñas, incluidas las que viven con el VIH, corren el riesgo de contraerlo o están afectadas por él.

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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En la 68 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ONUSIDA pide acción para lograr la igualdad de género y acabar con el sida

Con un modesto aumento de la inversión, ONUSIDA puede conseguir que 35 países pongan fin a sus pandemias de sida para 2025

28 de marzo de 2024

ONUSIDA necesita aumentar la financiación a tan sólo el 1% de los 20.000 millones de dólares de recursos destinados al VIH para apoyar eficazmente a los países en su objetivo de acabar con el sida para 2030.

GINEBRA, 28 de marzo de 2024-ONUSIDA insta a los donantes a un modesto aumento de la financiación para garantizar que 35 países puedan poner fin a sus pandemias de sida para 2025, cinco años antes del objetivo fijado para 2030. La financiación actual de ONUSIDA es de 160 millones de dólares, menos del 50% de los recursos disponibles en 2015. Para lograr el máximo impacto, ONUSIDA calcula que necesitará 210 millones de dólares anuales, lo que representa menos del 0,02% del gasto sanitario total en los países de ingresos bajos y medios.

"ONUSIDA ha seguido siendo un socio firme y fiable, que ha defendido y aprovechado los puntos fuertes del sistema de las Naciones Unidas para catalizar la acción, garantizar compromisos, movilizar a las partes interesadas, generar datos fidedignos, capacitar a las comunidades, abordar las vulnerabilidades y hacer frente a los obstáculos", declaró Ruth Laibon-Masha, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Control de Enfermedades de Kenya. "Aprovechemos este momento histórico, en el que estamos unidos en nuestro consenso de que necesitamos que ONUSIDA funcione plenamente, ya que no tenemos ninguna duda de la contribución de ONUSIDA a la salud mundial y de su importancia fundamental para acabar con el sida como amenaza para la salud pública. Kenia reafirma su compromiso con ONUSIDA cumpliendo su promesa de aportar fondos en 2024 e invita a otros países implementadores y donantes a no quedarse atrás aumentando también sus contribuciones."

ONUSIDA prevé que la plena financiación del Programa Conjunto permitiría a 35 países alcanzar los objetivos de supresión de la carga vírica para 2025. Ese logro salvaría 1,8 millones de vidas, evitaría 5,7 millones de nuevas infecciones por el VIH para 2030 y establecería una base sólida para que el mundo acabe con el sida en 2030. 

"Si ONUSIDA no existiera, todos estaríamos pidiendo que se creara ONUSIDA. Aunque celebramos los progresos realizados, seguimos necesitando un ONUSIDA muy fuerte y bien dotado de recursos para seguir impulsando esos progresos", afirmó el embajador John Nkengasong, coordinador mundial de los Estados Unidos para el sida y alto funcionario de la Oficina de Seguridad Sanitaria Mundial y Diplomacia. "Una amenaza generacional requiere un liderazgo sostenido, un liderazgo sostenido que viene acompañado del compromiso sostenido de proporcionar financiación a ONUSIDA. Así que nuestro compromiso desde los Estados Unidos es siempre hacer que ONUSIDA sea más fuerte y continuará haciendo de ONUSIDA ese organismo que proporcione esa Estrella del Norte para todos nosotros."

"Confiamos en ONUSIDA para que apoye la voz de las comunidades más afectadas por el VIH en las políticas nacionales sobre el VIH y en los procesos de toma de decisiones, así como en los esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios y hacer frente al estigma y la discriminación y a la desigualdad de género", declaró Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. "Garantizar que ONUSIDA cuente con los recursos adecuados es fundamental para lograr un progreso continuado en el control del VIH".

Como explica Mary Mahy, Directora de Datos para Impacto de ONUSIDA, "Las enfermedades pasan por un periodo de aumento de nuevas infecciones y, con el tiempo, tras la aplicación de las intervenciones, las nuevas infecciones empiezan a disminuir y los países alcanzan un punto de control de la enfermedad, luego de eliminación y, finalmente, de erradicación. Pero con el VIH no hemos conseguido controlar la enfermedad en todo el mundo y algunos países siguen en la fase de aumento de las infecciones. Así que todavía queda mucho trabajo por hacer en la respuesta al VIH para lograr el control, la eliminación y la erradicación de la enfermedad".

En 2022, cada minuto moría alguien de sida, 4.000 mujeres jóvenes y niñas de entre 15 y 24 años se infectaban por el VIH cada semana, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, más de 9 millones no tienen acceso al tratamiento contra el VIH.

"Las pandemias suelen atravesar ciclos de pánico y negligencia. Pero la seguridad sanitaria sólo puede conseguirse cuando rompemos estos ciclos y alcanzamos y mantenemos los logros que hemos conseguido juntos", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "Con un modesto aumento de la financiación, en los próximos dos años, ONUSIDA podrá ayudar a 35 países a alcanzar los objetivos 95-95-95 y contribuir a mantener los logros. Será un logro mundial excepcional". 

ONUSIDA ha desarrollado una propuesta de valor que destaca tres mensajes clave para el periodo 2024-2025:

  • Sabemos cómo acabar con el sida como amenaza para la salud pública. Tomar este camino es una decisión política y financiera.
  • Una inversión modesta en ONUSIDA tendrá el máximo impacto a escala nacional y mundial.
  • ONUSIDA ocupa una posición privilegiada como líder de la respuesta mundial al VIH. Invertir en ONUSIDA es vital para invertir para acabar con el sida, luchar contra las desigualdades y salvar vidas.

ONUSIDA lidera la agenda de sostenibilidad de la respuesta al VIH, apoyando a los países para que garanticen programas contra el VIH bien dotados de recursos, centrados en las personas y basados en los derechos humanos, que se financian cada vez más con recursos nacionales. La agenda de sostenibilidad abarca la sostenibilidad política, programática y financiera, desarrollada en estrecha colaboración con el PEPFAR, el Fondo Mundial y otros donantes, países y comunidades.

La agenda considerará las implicaciones de las crecientes crisis financieras y de deuda a las que se enfrentan muchos países de ingresos bajos y medios, que también se ven muy afectados por el VIH. Aproximadamente el 60% de los recursos para las respuestas al VIH en los países de ingresos bajos y medios procedieron de fuentes nacionales en 2022, frente al 50% en 2010. ONUSIDA tiene un papel fundamental a la hora de garantizar que se mantengan los compromisos políticos, programáticos y financieros para la respuesta al VIH.

"Todos queremos que el Programa Conjunto siga liderando la respuesta al sida de cara a 2030", afirmó Cleopa K. Mailu, embajadora de Kenya ante la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y presidenta de la Junta Coordinadora del Programa ONUSIDA. "Es la prioridad que damos a las personas vulnerables que necesitan nuestro apoyo para llevar una vida significativa y plena. Debemos ser capaces de encontrar una solución colectiva para colmar el déficit de financiación. Cualquier momento que perdamos hablando de la financiación insostenible de ONUSIDA es un momento perdido para salvar una vida, prevenir una nueva infección o una muerte."

Mediante la plena financiación de ONUSIDA y aprovechando la experiencia técnica y el alcance geográfico de sus 11 copatrocinadores de las Naciones Unidas, ONUSIDA puede seguir liderando y dirigiendo estratégicamente la respuesta al VIH, basándose en datos, objetivos acordados y principios establecidos en la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026. ONUSIDA puede maximizar el rendimiento de las inversiones realizadas por los gobiernos, el PEPFAR y el Fondo Mundial, y trabajar codo con codo con los países para poner fin a sus pandemias de sida para 2030 y garantizar la sostenibilidad en el futuro.

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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