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ONUSIDA afirma ante el Foro de Davos que la recuperación económica y la seguridad sanitaria son inalcanzables hasta que los líderes aborden la desigualdad
21 Mayo 2022 21 Mayo 2022GINEBRA, 19 de mayo de 2022 — En vistas a la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, ha advertido de forma urgente de que los planes de recuperación económica y seguridad sanitaria que no abordan la desigualdad se enfrentan a un estrepitoso fracaso.
Byanyima da voz al mensaje de las comunidades en primera línea que señala que las normas que exacerban las desigualdades ponen en peligro a la recuperación, alargan las pandemias del sida y de la COVID, quebrantan la salud pública, y ponen a todo el mundo en peligro. La directora hace un llamamiento a los líderes mundiales para sustituir las leyes de la propiedad intelectual que restringen el acceso a medicamentos esenciales contra el VIH, la COVID-19 u otras pandemias para la población del hemisferio por otras que obliguen al intercambio de tecnología. También urge a reemplazar las normas de pago de deudas que obligan a países de renta media y baja a recortar su presupuesto en educación y sanidad, lo que supone un obstáculo a los programas esenciales de prevención y tratamiento del VIH. En su lugar, se necesitarían leyes que aumenten la inversión en tiempos de crisis.
Las injustas leyes mundiales que tenemos hoy en día han afectado sobre todo a los africanos, y han aumentado la desigualdad de género. Byanyima denuncia sus “efectos racistas y sexistas”. Durante 2020, las mujeres eran 1,4 veces más propensas a abandonar el mundo laboral. Cada semana, 4200 chicas adolescentes y mujeres jóvenes en África subsahariana contraen el VIH. Un año y medio después de que se hayan administrado las primeras dosis de la vacuna contra la COVID, el 75% de la población en países de renta alta están vacunados con pauta completa, frente a menos del 13% en países de renta baja.
“Cuando nos asoló la COVID-19 se pidió a los africanos que se pusieran al final de la cola mientras los países ricos se protegían con EPI, vacunas y tratamientos. Se nos dijo que las empresas farmacéuticas no podían compartir sus descubrimientos porque la vacuna era demasiado ‘complicada’ como para que la fabricásemos”, indica Byanyima.
Estos comentarios son resultado de una visita a Afrigen, una empresa sudafricana en la que se ha desarrollado una nueva vacuna de la COVID-19; se ha utilizado la información disponible para crear una vacuna similar a la Moderna, y se planea distribuirla a un precio asequible por todo el continente: “He visto instalaciones de vanguardia, a científicos jóvenes y líderes apasionados que crean vacunas no solo para la COVID, sino también para otras enfermedades. Además, se producen otros tratamientos para que África esté preparada y que nunca más tengamos que estar al final de la cola”, dice Byanyima. Sin embargo, a pesar de los ingentes beneficios obtenidos, las empresas farmacéuticas occidentales aún se niegan a compartir la tecnología y fórmulas empleadas por el interés común. Se estima que Pfizer, BioNTech y Moderna alcanzaron los 34 mil millones de dólares estadounidenses en beneficios brutos en 2021.
ONUSIDA advierte de que parece que va a repetirse este patrón de exclusión en el acceso a nuevos medicamentos de acción prolongada para el VIH que están apareciendo. Este nuevo tipo de novedosos medicamentos para el VIH (disponibles ahora mismo para la prevención, y se espera que pronto para el tratamiento) se toman cada varios meses en vez de todos los días y, si se distribuyesen a gran escala desde el momento en el que están listos, podrían ayudar a salvas muchas vidas y a terminar con la epidemia del sida. Pero los altos precios y los monopolios van a dejar atrás a muchas personas en países de renta media y baja.
Es necesario, de manera urgente, reformar las normas de protección de la propiedad intelectual que han fallado al mundo en estas pandemias, para que así el acceso a los avances científicos esenciales no dependa del pasaporte o los medios económicos de los que disponga una persona. Es posible acabar con la pandemia del sida, con la de COVID-19, y con las del futuro, siempre y cuando los avances biomédicos alcancen a aquellos que más los necesitan. Si los líderes permiten el acceso a los antirretrovíricos de acción prolongada, muchas personas que de otra manera hubieran contraído el VIH no lo harán; las personas que viven con el VIH que de lo contrario hubiesen muerto por el sida no lo harán; el bienestar y la dignidad de las personas en riesgo de o que viven con el VIH podrán mejorarse.
Cada minuto se pierde una vida por el sida. 1,5 millones de personas contrajeron VIH en 2020. Las personas que viven con el VIH que participan activamente en la lucha por el acceso igualitario a medicinas, por la cancelación de deuda y por la salud mundial insisten en la importancia esencial de los derechos humanos en la respuesta a la pandemia y la salud pública.
Las políticas excluyentes hacen daño a todos, advierte Byanyima: “Cuando se excluye a las personas en países de renta media y baja del acceso a tecnología esencial contra el VIH, la COVID-19 u otras pandemias se causan también muertes en países ricos, se perpetúan las pandemias y se socava la economía mundial”.
Para que la recuperación económica tenga éxito, esta ha de ser inclusiva. El servicio de la deuda de todos los países más pobres del mundo supuso el 171% de todo el gasto en sanidad, educación y protección social combinado de los países de renta baja en 2021. Estos sectores necesitan una cancelación de deudas urgente. También es necesaria la asignación de forma masiva de nuevos derechos especiales de giro (DEG) para los países de renta media y baja por parte del Fondo Monetario Internacional, así como una reasignación de los recursos de la asignación de derechos especiales de giro de 2021.
Gracias a la cancelación de deuda y a un cambio en los DEG, los países de renta media y baja podrían aumentar su inversión en salud y educación, y así construir sociedades más equitativas y frenar pandemias como la del sida y la COVID-19. A través de nuevas normas que obliguen a las empresas farmacéuticas a compartir los derechos y fórmulas de medicinas que pueden salvar vidas y frenar pandemias sería posible proteger la salud de todos. Los pasos necesarios para terminar con el sida y la COVID-19 son el camino a seguir para la preparación frente a las pandemias. “La única estrategia realista para la recuperación económica, la seguridad sanitaria y la preparación frente a pandemias es la lucha contra la desigualdad”, afirma Byanyima.


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ONUSIDA advierte de que el lenguaje estigmatizante en torno a la viruela del mono pone en peligro la salud pública
22 Mayo 2022 22 Mayo 2022GINEBRA, 22 de mayo de 2022. ONUSIDA ha manifestado su preocupación por cómo en la cobertura mediática sobre la viruela del mono se usan lenguaje y referencias, en concreto, representaciones de las personas LGBT y africanas, que refuerzan los estereotipos homófobos y racistas y exacerban el estigma. Hemos aprendido de la respuesta al sida que el estigma social y la culpa dirigidos a determinados grupos sociales pueden debilitar rápidamente la respuesta a los brotes.
Desde el 13 de mayo de 2022, se informa sobre un brote de viruela del mono en varios Estados miembros de las Naciones Unidas donde normalmente no se notifican casos de esta enfermedad. A 21 de mayo, se han comunicado a la Organización Mundial de la Salud 92 casos confirmados en laboratorio y 28 casos sospechosos en 12 Estados en los que la enfermedad no es endémica. Una parte significativa de los positivos se han dado entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y una parte de los casos se ha identificado a través de clínicas de salud sexual. Las investigaciones continúan. La OMS señala que los indicios disponibles en este momento indican que el riesgo es particularmente alto para aquellos que hayan estado en contacto físico estrecho con alguien contagiado y que el riesgo no se limita a los hombres que hayan tenido relaciones sexuales con hombres.
ONUSIDA insta a los medios de comunicación, gobiernos y comunidades a responder a la enfermedad con un enfoque basado en los derechos y la evidencia científica que evite el estigma social.
“El estigma social y la culpa socavan la confianza y la posibilidad de responder con eficacia a brotes como este”, señala Matthew Kavanagh, Director Ejecutivo Adjunto de ONUSIDA. “La experiencia previa ha demostrado que la retórica estigmatizante puede perjudicar rápidamente la respuesta, ya que alimenta las dinámicas de miedo y aleja a las personas de los servicios sanitarios, lo que obstaculiza los esfuerzos por identificar los casos; y promueve medidas punitivas ineficaces. Agradecemos que la comunidad LGTB haya liderado la campaña de concienciación y repetimos que esta enfermedad puede afectar a cualquiera.”
El brote de viruela del mono demuestra que las comunidades seguirán enfrentándose a amenazas procedentes de virus y que la coordinación internacional y la solidaridad son esenciales para la salud pública, ya que los virus solo pueden superarse a escala mundial.
“Este brote subraya la necesidad imperiosa de que los líderes mundiales refuercen la prevención de pandemias, incluidos un desarrollo de capacidades más fuerte liderado por la comunidad e infraestructura de Derechos Humanos para proporcionar respuestas eficaces y no estigmatizantes a nuevos brotes”, apuntó el doctor Kavanagh. “El estigma hace daño a todos. La ciencia compartida y la solidaridad social ayudan a todos”.
ONUSIDA insta a los medios de comunicación encargados de cubrir la viruela del mono a seguir las actualizaciones regulares que emite la OMS.




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ONUSIDA advierte de que la guerra en Ucrania supone una amenaza de catástrofe humanitaria para las personas afectadas por y que viven con el VIH
13 Abril 2022 13 Abril 2022Se pide de manera urgente un aumento del apoyo internacional para respaldar el heroico trabajo de las redes lideradas por la comunidad, que intentan proporcionar tratamiento contra el VIH capaz de salvar vidas a la población
GINEBRA, 13 de abril de 2022— La guerra en Ucrania ha provocado la destrucción y alteración de los servicios sanitarios y de las cadenas logísticas de suministro de las que depende la supervivencia de cientos de personas afectadas por y que viven con el VIH. Más de un cuarto de millón de ucranianos viven con el VIH, y la falta de acceso a terapia antirretroviral y servicios de prevención traería consigo una ola de muertes y el riesgo de un resurgimiento de la pandemia de sida en Ucrania. Las redes lideradas por la comunidad, vitales para mantener estos servicios que pueden salvar vidas, necesitan con urgencia recibir más apoyo internacional.
Más de 40 instalaciones médicas en las que antes de la guerra se ofrecía tratamiento contra el VIH, así como servicios de prevención y atención, están ahora cerradas. Hay distintos niveles de alteración de los servicios en otros emplazamientos. El 11 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) verificó más de 100 ataques contra instalaciones sanitarias en Ucrania, además del caos en el que se encuentran inmersas las rutas de suministro dentro del país. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia informa de que los ataques contra la infraestructura hídrica y los cortes de electricidad han dejado a 1,4 millones de personas sin acceso al agua, mientras que otros 4,6 millones tienen acceso limitado. Mientras tanto, el Banco Mundial prevé que la economía de Ucrania se contraiga en un 45 % este año, lo que es una amenaza inminente para el mantenimiento de programas sanitarios y sociales esenciales.
La semana pasada se entregaron en Leópolis más de 18 millones de dosis de medicamento antirretrovírico que puede salvar vidas, obtenidas por el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida (PEPFAR). Estas se distribuyen esta semana en colaboración con el Centro de Salid Pública del Ministerio de Salud de Ucrania y 100% Life, la organización de personas que viven con el VIH más grande de Ucrania. Si se consigue entregárselas a aquellos que las necesitan, las medicinas serían suficiente para tratar a todas las personas que viven con el VIH y reciben tratamiento de primera línea durante 6 meses. Este primer tramo es parte del compromiso de PEPFAR para financiar 12 meses de tratamiento contra el VIH en Ucrania. ONUSIDA calcula que aproximadamente 260 000 personas vivían con el VIH en Ucrania antes del comienzo de la guerra, de los cuales 152 000 tomaban medicación diaria contra el VIH.
El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) también proporciona financiación urgente para garantizar la continuación de servicios del VIH y la tuberculosis que salvan vidas.
Lo más importante ahora es asegurarse de que estos medicamentos lleguen a las personas que lo necesitan a tiempo. Las organizaciones de la sociedad civil están haciendo esfuerzos heroicos para entregar suministros médicos esenciales y servicios del VIH a las personas afectadas por y que viven con el VIH, poblaciones vulnerables inclusive. Llegan a personas en ubicaciones que suponen un verdadero desafío, a pesar de los obstáculos que se encuentran. Pero las organizaciones, de las que dependen estas entregas y sistema de salud, necesitan más apoyo internacional para seguir operando.
“La situación de las personas que viven con el VIH en Ucrania es desesperada. Estamos intentando entregar medicinas, comida y asistencia urgente a las personas que lo necesitan, pero este trabajo es peligroso y los voluntarios están arriesgando sus vidas”, afirma Dmytro Sherembey, líder del Consejo de Coordinación de 100% Life. “Si no recibimos más ayuda, no sé durante cuánto tiempo podremos continuar, sobre todo para alcanzar a las personas en las zonas de primera línea”.
ONUSIDA hasta ahora ha liberado 200 000 dólares americanos para cubrir las necesidades humanitarias urgentes y los objetivos del programa en ciudades que albergan grandes epidemias de VIH (Chernihiv, Dnipro, Kharkiv, Kryvy Rih, Kiev, Odesa y Poltava). Ahora hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que se done a mayores 2.42 millones de dólares a las organizaciones de la sociedad civil que proporcionan servicios del VIH en Ucrania, así como para aquellas que reciban a refugiados afectados por el VIH en otros países. Esto sería parte del aumento de apoyo ahora necesario.
“Las organizaciones de la sociedad civil y comunidades de personas que viven con y son afectadas por el VIH son el cimiento de la respuesta al VIH en Ucrania”, afirma Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “Necesitan más apoyo financiero y logístico de manera urgente para poder garantizar la continuación del tratamiento contra el VIH, así como de los programa de prevención y atención. Rogamos a los donantes que ayuden a perpetuar este servicio esencial a la hora del salvar vidas y evitar un resurgimiento de la pandemia de sida en Ucrania”.
La única razón por la que se han podido mantener los servicios a pesar de la guerra es porque la innovadora respuesta al VIH en Ucrania es producto de una asociación entre la provisión pública y comunitaria. Pero las redes de la sociedad civil, de cuyo valor y creatividad dependen los servicios del VIH, necesitan más apoyo internacional para poder continuar operando al nivel requerido.
Garantizar el acceso a suministros médicos y servicios para grupos vulnerables es todo un desafío. ONUSIDA trabaja codo con codo con asociados humanitarios en Ucrania e internacionalmente para obtener soluciones urgentes y proporcionar apoyo médico y humanitario a cientos de miles de ucranianos.
La Alianza por la Salud Pública trabaja para proporcionar el apoyo urgente que se necesita durante el conflicto. Utiliza minibuses para dar respuesta a necesidades humanitarias, como la evacuación de poblaciones vulnerables y la entrega de alimento y medicina. Las comunidades en primera línea de respuesta están haciendo un esfuerzo excepcional para llegar a la población. Por ejemplo, la Alianza por la Salud Pública ha desplegado varias clínicas móviles para hacer llegar la terapia de sustitución de opiáceos a las personas que consumen drogas en zonas donde las instalaciones han tenido que cerrar. ONUSIDA también trabaja con el uno de sus copatrocinadores, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y con el Fondo Mundial para conseguir suministros de terapia de sustitución de opiáceos.
El conflicto ha hecho que millones de personas abandonen el país, por lo que miles de mujeres ucranianas y niños que viven con VIH están en países de acogida y necesitan apoyo. Las redes de sociedad civil respaldadas por los copatrocinadores y socios de ONUSIDA ayudan a los refugiados a acceder a la terapia antirretroviral en la República de Moldova y por toda la Unión Europea.
Como parte de los esfuerzos para garantizar la continuidad del tratamiento contra el VIH, el copatrocinador de ONUSIDA, la OMS, ha participado en la negociación de un acuerdo con la farmacéutica ViiV Healthcare en virtud del cual se donarán medicinas contra el VIH a Polonia, República Checa y otros países de la Unión Europea que reciben un gran número de refugiados ucranianos.
ONUSIDA también urge a la comunidad internacional a ayudar a los centros de acogida de refugiados a fortalecer su apoyo a las personas en más riesgo. Para esto deberían mejorar sus servicios psicosociales, de tratamiento y prevención contra el VIH, y los relacionados con la violencia de género. Un copatrocinador de ONUSIDA, ONU Mujeres, afirma que las denuncias se abuso sexual y tráfico de personas en Ucrania son indicadores de una crisis de protección. ONUSIDA ha advertido del elevado riesgo para las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.
Byanyima respalda el llamamiento de las Naciones Unidas a acabar con la guerra. “Lo que más necesitamos es paz”, asegura. “La guerra en Ucrania tiene que terminar. Ahora. La recuperación necesita que esta guerra termine. Incluso cuando esto pase vamos a necesitar mucha ayuda. Las personas que viven con el VIH en Ucrania corren un grave peligro por culpa de esta guerra. Las redes lideradas por la comunidad, que dan respuesta a los servicios del VIH y arriesgan sus vidas para salvar las de los demás, necesitan todo el apoyo posible”.
Número de atención sobre el VIH en Ucrania: 0800 500 451.
Puede encontrar más apoyo a los refugiados ucranianos que viven con el VIH en la página web de la Iniciativa de Terapia Antirretroviral para Ucranianos en el Extranjero, establecida en coordinación con el Centro de Salud Pública de Ucrania. Se está recopilando más información sobre la ubicación y las necesidades de las personas que viven con el VIH en Ucrania, y de aquellos que se han visto obligados a huir del país.
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Irlanda y ONUSIDA fortalecen su alianza para poner fin a la epidemia del sida en el día de la Cero Discriminación
01 Marzo 2022 01 Marzo 2022DUBLÍN/GINEBRA, 1 de marzo de 2022—Irlanda ha anunciado hoy que va a incrementar su financiación básica para ONUSIDA de 2,4 millones de euros en 2021 a 2,5 millones en 2022. La noticia se dio en una reunión que tuvo lugar en Dublín entre el ministro irlandés de Ayuda al Desarrollo en el Extranjero y de la Diáspora, Colm Brophy, y la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Irlanda ha sido asociada y promotora de ONUSIDA durante más de 20 años. Ha brindado su apoyo a programas que reducen el impacto del VIH entre algunos de los grupos más vulnerables, incluidos los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y las mujeres jóvenes y las niñas. Además de su contribución de 2,4 millones de euros en el año 2021, Irlanda aportó 1 millón de euros como respaldo al programa para la cero discriminación.
“Irlanda es un líder fuerte en lo referente a la respuesta mundial contra el sida y continúa siendo un firme aliado para ONUSIDA”, afirmó Byanyima. “Esta contribución económica adicional del Irish Aid, el organismo de ayuda irlandés, constituye un mensaje importante en un momento en el que el mundo debe redoblar sus esfuerzos para eliminar las leyes que perjudican y crear, en su lugar, leyes que empoderan para que se puedan proporcionar servicios del VIH esenciales y transformadores”.
Este año, en el día de la Cero Discriminación, que se celebra bajo el lema “Eliminemos las leyes que perjudican, creemos leyes que empoderan”, ONUSIDA hace hincapié en la necesidad apremiante de tomar medidas contra las leyes discriminatorias. En muchos países, la legislación crea diferencias en el trato entre personas; muchas quedan excluidas de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por quiénes son, lo que hacen o a quién aman. Estas leyes son discriminatorias, restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El 1 de marzo, Día de la Cero Discriminación, celebramos el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva, y de vivirla con dignidad y sin discriminación.
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El director de innovación de ONUSIDA, distinguido con el prestigioso galardón Innovadores Sociales del Año
19 Enero 2022 19 Enero 2022GINEBRA, 19 de enero de 2022- La Fundación Schwab para el Emprendimiento Social ha anunciado que el director de innovación de ONUSIDA, Pradeep Kakkattil, ha recibido el premio Innovadores Sociales del Año 2022. El Sr. Kakkattil recibió esta importante condecoración por su trabajo en la creación del Health Innovation Exchange (HIEx), una plataforma que vincula a innovadores, Gobiernos e inversores, y encuentra soluciones a los problemas sanitarios mundiales, desde el diagnóstico de la COVID-19 hasta el coste de los medicamentos.
«Hoy en día, una de cada dos personas en todo el mundo no tiene acceso a la atención sanitaria básica, por lo que las innovaciones y tecnologías sociales son fundamentales para ampliar los servicios y abordar las desigualdades cada vez más amplias en el acceso a la atención sanitaria», insistió el Sr. Kakkattil.
Durante la pandemia de la COVID-19, los innovadores y las comunidades han demostrado el potencial del ingenio humano a la hora de responder a los desafíos sanitarios. Al acercar a los actores del sistema sanitario a trabajar en estrecha colaboración con innovadores y comunidades, HIEx ha sido capaz de acelerar la adopción de innovaciones y facilitar inversiones para ampliar las innovaciones que abordan especialmente las necesidades de los más vulnerables.
«El VIH y la COVID-19 han sacado a la luz el precio que el mundo tiene que pagar si seguimos pasando por alto la inversión en sistemas sanitarios resilientes», añadió el Sr. Kakkattil. «HIEx contribuye a generar confianza entre los sectores público y privado para ayudar a identificar desafíos e implementar rápidamente tecnologías e innovaciones probadas para maximizar el impacto en la salud».
La noticia se dio a conocer durante el segundo día de laAgenda Davos 2022 del Foro Económico Mundial, un foro virtual que reúne a líderes mundiales para juntos dar forma a soluciones para los desafíos más acuciantes del mundo. El Sr. Kakkattil fue uno de los 15 galardonados con el premio Social Innovators of the Year, entre quienes también estaban un emprendedor brasileño que usa el hip-hop para alejar a la juventud de las favelas de la delincuencia, una enfermera holandesa que revolucionó la atención sanitaria domiciliaria y un guardaparques que se convirtió en fundador tecnológico haciendo uso de Minecraft para revitalizar la cultura indígena de Australia.
«Los innovadores sociales del año 2022 representan un nuevo ecosistema de líderes que están impulsando el cambio y llevando a las organizaciones y los sistemas hacia un futuro más justo, inclusivo y sostenible», explicó Hilde Schwab, cofundadora y presidenta de la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social.
La fundación fue creada en 1998 por Klaus y Hilde Schwab para apoyar un nuevo modelo de cambio social, combinando los valores de misión, compasión y dedicación con los mejores principios empresariales para servir a los más desfavorecidos y construir una sociedad mejor. Durante los últimos 20 años, la fundación ha apoyado a los emprendedores sociales líderes del mundo en sus esfuerzos por crear un mundo más justo, equitativo y sostenible.


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La Junta de ONUSIDA se clausura con decisiones contundentes sobre los facilitadores sociales y el fin del estigma y la discriminación relacionados con el VIH como parte fundamental para acabar con las desigualdades y el sida
14 Diciembre 2021 14 Diciembre 2021GINEBRA, 14 de diciembre de 2021- La 49.ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa (JCP) de ONUSIDA, que comenzó el 7 de diciembre de 2021, concluyó el pasado día 10 de diciembre.
En su discurso de apertura de la reunión, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, agradeció al Honorable Dr. Kalumbi Shangula, ministro de Sanidad de Namibia, el liderazgo de Namibia como país presidente de la Junta Coordinadora del Programa, y reflexionó sobre las bases que se han establecido a lo largo del año para la futura respuesta al VIH. En ellas se incluyen la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026: Acabar con las desigualdades. Acabar con el sida, y la nueva Declaración política de las Naciones Unidas sobre el sida y sus objetivos relacionados, así como con el Marco unificado de presupuesto, resultados y rendición de cuentas (UBRAF) de ONUSIDA para 2022-2026. «Este año, hemos puesto en marcha las bases que necesitamos para poner fin al sida para 2030. El reto ahora está en hacer realidad ese plan», dijo la Sra. Byanyima.
La Sra. Byanyima también habló sobre el reciente diálogo de financiación estructurada convocado para profundizar en la comprensión del trabajo y el papel de ONUSIDA en materia de salud mundial a la luz de las importantes carencias en la financiación que ONUSIDA está experimentando.
La Sra. Byanyima, que comenzó rindiendo tributo a los esfuerzos del personal durante este año excepcionalmente difícil, puso al día a la Junta sobre el proceso de aplicación de una alineación organizativa de la Secretaría de ONUSIDA para garantizar que se modernice y sea eficiente. «La nueva estructura nos acercará a los países y a las comunidades a las que servimos, y nos permitirá también cumplir con la estrategia y ayudar a hacer realidad la agenda transformadora necesaria para poner fin al sida para 2030», afirmó, comprometiéndose a que el proceso se implementará de una manera justa y transparente con el apoyo brindado a todo el personal que pueda verse afectado.
La directora ejecutiva se refirió también a los efectos de la pandemia de la COVID-19 en la respuesta al VIH. Destacó que la COVID-19 sigue interrumpiendo los servicios de prevención y tratamiento del VIH, la educación, los programas de prevención de la violencia y mucho más, pero que ONUSIDA estaba apoyando a los países y socios para simplificar y adaptar los servicios para el VIH de manera que ambos satisfagan mejor las necesidades de las personas que viven con el VIH y reduzcan las cargas innecesarias en el sistema sanitario.
La Sra. Byanyima insistió en la necesidad de ampliar el acceso a la profilaxis previa a la exposición y otras opciones de prevención del VIH, que son elementos clave en la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026.
El representante de la Junta Coordinadora del Programa de la delegación de la organización no gubernamental se dirigió a la Junta para hablar de la importancia clave de ampliar el trabajo en relación con los facilitadores sociales en la respuesta al VIH. Destacó igualmente el papel central que deben desempeñar las comunidades para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.
El profesor Salim Abdool Karim, especialista en medicina de salud pública de Sudáfrica, se dirigió a la Junta Coordinadora del Programa en la sesión de Liderazgo en la respuesta al sida. Subrayó la necesidad de ampliar el tratamiento del VIH para las personas que viven con el VIH y garantizar que tengan acceso a la vacunación contra la COVID-19, ya que las infecciones por COVID-19 entre las personas inmunodeprimidas podrían provocar mutaciones del virus SARS-CoV-2. También mostró su rechazo al estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH y a quienes las culpan por las mutaciones del SARS-CoV-2. Valoró por encima de todo el compromiso de la comunidad para acabar con las desigualdades e instó a los participantes a mantenerse centrados en poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.
La Junta Coordinadora del Programa se puso al día sobre la situación del VIH en cárceles y otros centros de internamiento, desde los que habló el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ghada Fati Waly. La Junta Coordinadora del Programa instó a los países a introducir y ampliar acciones programáticas basadas en la evidencia, con perspectiva de género y centradas en las personas con el fin de garantizar el acceso igualitario para las personas en cárceles y otros centros de internamiento a servicios integrales e integrados de prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral.
Tras la aprobación del Marco unificado de presupuesto, resultados y responsabilidad (UBRAF, por sus siglas en inglés) para 2022-2026 en una sesión especial de la Junta Coordinadora del Programa en octubre de 2021, la Junta recibió los resultados e indicadores para el UBRAF de 2022-2026 y un plan de trabajo revisado para 2022-2023. A través de la aprobación del plan de trabajo 2022-2023, la Junta Coordinadora del Programa conjunto de ONUSIDA proporcionó un marco para ampliar su apoyo a los países en la aplicación de la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026. Muchas delegaciones recalcaron la relevancia de financiar por completo el núcleo del UBRAF con 210 millones de dólares estadounidenses, para que este fuera proporcional al nivel de ambición de la Estrategia mundial contra el sida. Hubo incluso quien se refirió a las decisiones recientes de aumentar la financiación del Programa conjunto.
El progreso en las acciones para reducir el estigma y la discriminación en todas sus formas demuestra que tanto el estigma como la discriminación relacionados con el VIH siguen estando entre los principales obstáculos que bloquean el camino para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030. El estigma y la discriminación violan los derechos y minan la dignidad de las personas que viven con el VIH o que están afectadas por el virus, y les impiden el acceso a los servicios de prevención, pruebas y tratamiento del VIH. Incluso en aquellos países y regiones en que se han registrado grandes avances hacia el fin de sus epidemias de sida, el estigma y la discriminación siguen impidiendo un progreso equitativo. La Junta Coordinadora del Programa instó a tomar medidas urgentes para poner fin al estigma y la discriminación.
La Junta Coordinadora del Programa concluyó con un segmento temático titulado ¿Qué nos dicen los datos a nivel regional y nacional? ¿Estamos escuchando? y ¿Cómo podemos aprovechar mejor esos datos y la tecnología relacionada para alcanzar nuestros objetivos para 2020 y 2030? El segmento exploró de qué manera los datos, que son la base del progreso contra la pandemia de sida en las últimas dos décadas, pueden recopilarse mejor y utilizarse mejor en la respuesta al VIH.
La reunión fue presidida por Namibia, y contó con Tailandia como vicepresidente y los Estados Unidos de América como ponente. El informe proporcionado a la Junta y elaborado por la directora ejecutiva de ONUSIDA, así como las decisiones de la Junta, se encuentran disponibles en inglés en www.unaids.org/en/whoweare/pcb/49.
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Día Mundial del Sida 2021: Demos un paso al frente, seamos audaces, acabemos con el sida, pongamos fin a las desigualdades y a las pandemias
01 Diciembre 2021 01 Diciembre 2021Hay millones de vidas en juego. Por eso, aprovechando el acto celebrado por ONUSIDA y la OMS para conmemorar el Día Mundial del Sida, los socios mundiales, entre ellos el príncipe Harry, el Duque de Sussex, alzaron la voz e instaron, con carácter urgente, a ampliar el acceso a los tratamientos y las tecnologías de salud, y velar por el respeto a los derechos humanos.
GINEBRA, 1 de diciembre de 2021 - Con ocasión del Día Mundial del Sida 2021, ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios se reunieron en un evento especial celebrado en Ginebra (Suiza) para poner de relieve la urgente necesidad de acabar con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales que impulsan la pandemia de sida y otras pandemias en todo el mundo.
«Queremos lanzar una advertencia urgente. Solo saldremos de esta situación que nos atrapa si actuamos rápidamente para acabar con las desigualdades que impulsan la pandemia de sida», insistió Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Los líderes mundiales deben trabajar juntos desde ya para afrontar todos estos desafíos que tenemos ante nosotros. Os insto a ser valientes a la hora de acompañar las palabras con acciones. Es horrible e inconcebible que, cada minuto que pasa, el sida nos esté arrebatando otra vida muy valiosa. No tenemos tiempo que perder».
El mundo está lejos de cumplir con el compromiso común de poner fin al sida para 2030. En el año 2020 había 37,7 millones de personas viviendo con el VIH, se registraron 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH y lamentamos 680 000 muertes relacionadas con el sida. Alrededor del 65 % de las infecciones por el VIH en todo el mundo se produjeron entre los grupos de población clave, incluidos los trabajadores sexuales y sus clientes, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan drogas y las personas trans, así como sus parejas sexuales.
«Incluso antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19, muchas de las poblaciones con mayor riesgo eran dejadas atrás en lo referente a los servicios de pruebas, prevención y atención al VIH», señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. «La pandemia ha empeorado la situación con la interrupción de los servicios sanitarios esenciales y el aumento de la vulnerabilidad de las personas con VIH a la COVID-19. Al igual que estamos demostrando con la COVID-19, tenemos todas las herramientas para poner fin a la epidemia de sida. Solo tenemos que usarlas bien. En este Día Mundial del Sida, renovamos nuestro llamamiento a todos los países para que utilicen todas las herramientas existentes con el fin de reducir las desigualdades, prevenir las infecciones por el VIH, salvar vidas y poner fin a la epidemia de sida».
Si el mundo no planta cara a la discriminación y las desigualdades, ONUSIDA y la OMS advierten de que la próxima década podría sufrir 7,7 millones de muertes relacionadas con el sida.
En el transcurso del evento se proyectó un gran vídeo narrado por el príncipe Harry, el duque de Sussex, y la Sra. Byanyima, en el que se demostraron los tristes paralelismos entre el acceso al tratamiento contra el VIH y el acceso a las vacunas contra la COVID-19. Entre 1997 y 2006, se estima que 12 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida en países de bajos y medianos ingresos, ya que el precio de los medicamentos los dejaba fuera del alcance de muchos de los países más afectados por el VIH. Hoy en día, 10 millones de personas en todo el mundo todavía no tienen acceso a los medicamentos para el VIH que salvan vidas. El duque de Sussex instó al mundo a aprender de la historia del sida y acabar con el acceso desigual a las vacunas contra la COVID-19, así como a garantizar que los nuevos medicamentos y tecnologías para el VIH estén disponibles para todos.
Durante el acto se leyó una carta escrita por el duque de Sussex y dirigida a la OMS y ONUSIDA en la que conmemoró los 40 años de sida y expresó su gratitud por el trabajo realizado hasta la fecha. En su carta recalcó la importancia de conseguir la distribución igualitaria de las vacunas contra la COVID-19, una de las lecciones extraídas de la respuesta al VIH.
Todos los ponentes alertaron sobre el impacto del VIH en los jóvenes. «La gente joven sigue siendo estigmatizada, especialmente en los grupos de población clave, y las desigualdades continúan comprometiendo la calidad de nuestras vidas», dijo Joyce Ouma, de la Red mundial de jóvenes que viven con el VIH.
«Los jóvenes son el futuro de las naciones y la piedra angular de la respuesta mundial al sida», subrayó Anutin Charnvirakul, viceprimer ministro y ministro de Sanidad Pública de Tailandia. «Nuestro compromiso mundial con la acción inmediata debe ser, por encima de todo, erradicar todo tipo de estigmas».
Durante el evento, los participantes rindieron un cálido homenaje a los 36 millones de personas que han muerto por el sida desde el inicio de la pandemia y subrayaron la urgente necesidad de hacer más por las personas más afectadas por el VIH.
La embajadora de Namibia, Julia Imene-Chanduru, en nombre de la directiva de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA, afirmó: «El sida sigue siendo una emergencia que no debemos olvidar en nuestra respuesta a la COVID-19».
Los ponentes animaron a todos los países, socios y a la sociedad civil a ser audaces a la hora de asumir el compromiso adquirido en la Declaración política sobre el sida adoptada en la Reunión de alto nivel de las Naciones Unidas en materia de sida y en la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, Poner fin al sida, pues ambas comparten el objetivo de acabar con las desigualdades.
«Podemos ver la importancia de la estrategia de ONUSIDA, haciendo hincapié en acabar con las desigualdades», dijo Stephanie Seydoux, embajadora francesa para la salud mundial. «Esto es lo que nos permite avanzar en la lucha contra esta pandemia y garantizar la salud de todos».
«Sabemos cómo vencer al sida y cómo vencer las pandemias», añadió la Sra. Byanyima. «Se pueden implementar las políticas para abordar las desigualdades que se interponen en el camino del progreso, pero ello requiere que los líderes den un paso al frente decididos y se muestren audaces».
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ONUSIDA advierte de millones de muertes relacionadas con el sida y de la continua devastación de las pandemias si los líderes no abordan las desigualdades
29 Noviembre 2021 29 Noviembre 2021GINEBRA, 29 de noviembre de 2021 - ONUSIDA emitió hoy la advertencia fehaciente de que, si los líderes no logran abordar las desigualdades, el mundo podría enfrentarse a 7,7 millones* de muertes relacionadas con el sida en los próximos diez años. ONUSIDA insiste en que, si no se adoptan las medidas transformadoras necesarias para la respuesta al sida, el mundo permanecerá además atrapado en la crisis de la COVID-19 y las futuras pandemias nos pillarán a todos peligrosamente desprevenidos.
«Tratamos de hacer un llamamiento urgente a la acción», dijo la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. «Si bien ya antes estábamos lejos del camino para poner fin al sida, los obstáculos ahora son mucho mayores, puesto que la COVID-19 sigue azotando al mundo con fuerza, lo que obliga a interrumpir los servicios de prevención y tratamiento del VIH, la escolarización, los programas de prevención de la violencia y mucho más. No nos podemos ver obligados a elegir entre poner fin a la pandemia de sida hoy y prepararnos para las pandemias del mañana. Con un único enfoque exitoso lograremos ambos objetivos. Pero, tal y como estamos ahora, no vamos bien».
La advertencia se incluye en un nuevo informe de ONUSIDA presentado antes del Día Mundial del Sida (1 de diciembre) y titulado Unequal, unprepared, under threat: why bold action against inequalities is needed to end AIDS, detener la COVID-19 y prepararnos para futuras pandemias.
Algunos países, entre ellos algunos con las tasas más altas de VIH, han dado grandes pasos contra el sida, de modo que nos han abierto el camino para saber todo lo que sí se puede conseguir. Sin embargo, las nuevas infecciones por el VIH no están disminuyendo lo suficientemente rápido en todo el mundo como para detener la pandemia: en 2020 hubo 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH y las tasas de infección por el virus son cada vez mayores. Las infecciones también siguen líneas de desigualdad. Seis de cada siete nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes del África subsahariana se producen entre las adolescentes. Los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales y las personas que consumen drogas se enfrentan a un riesgo de infección por el VIH entre 25 y 35 veces mayor en todo el mundo.
La COVID-19 está socavando la respuesta al sida en muchos lugares. El ritmo de las pruebas del VIH disminuyó casi de manera uniforme y en 2020 menos personas que viven con el VIH iniciaron tratamiento en 40 de los 50 países que informan a ONUSIDA. Del mismo modo, los servicios de prevención del VIH se han visto afectados: en 2020, los servicios de reducción del daño para las personas que consumen drogas se vieron interrumpidos en el 65 % de los 130 países encuestados.
«Aún es posible poner fin a la epidemia para 2030», afirma el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje para el Día Mundial del Sida. «Sin embargo, eso nos exigirá una acción gradual y una mayor solidaridad. Para vencer al sida y crear resiliencia contra las pandemias del mañana, necesitamos más que nunca una acción colectiva».
En su nuevo informe, ONUSIDA examina cinco elementos fundamentales del plan acordado por los Estados miembros en la Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida que deben implementarse urgentemente para detener la pandemia de sida y que, pese a ser fundamentales, carecen de financiación y no han recibido ninguna prioridad para la prevención, preparación y respuesta a la pandemia. Estos compromisos son:
- Infraestructura dirigida por la comunidad y centrada en las personas.
- Acceso equitativo a medicamentos, vacunas y tecnologías sanitarias.
- Apoyo a los trabajadores en las primeras líneas de la pandemia.
- Derechos humanos en el centro de las respuestas a la pandemia.
- Sistemas de datos centrados en las personas que pongan de manifiesto las desigualdades.
El llamamiento a la ampliación de las inversiones y los cambios en las leyes y políticas para acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias está respaldado por los líderes en la respuesta mundial a la salud y la pandemia de todo el mundo.
«Si no tomamos las medidas necesarias para abordar las desigualdades que impulsan el VIH hoy en día, no solo no lograremos poner fin a la pandemia de sida, sino que también dejaremos nuestro mundo peligrosamente desprotegido para futuras pandemias», afirmó Helen Clark, copresidenta del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia, en un prólogo especial del informe de ONUSIDA. «La pandemia encuentra espacio para crecer en las fracturas de sociedades divididas. Los increíbles científicos, médicos, enfermeros y comunidades que trabajan para acabar con las pandemias nunca podrán tener éxito a menos que los líderes mundiales adopten las medidas que les permitan lograrlo».
ONUSIDA y los expertos en salud mundial subrayan que, si bien los intereses económicos, como siempre, matarán a millones de personas y dejarán al mundo atrapado en las pandemias colindantes que llevan décadas azotándonos, los líderes sí pueden, actuando de forma audaz y conjunta, abordar todas esas desigualdades en las que las pandemias prosperan, acabar con el sida, superar la crisis de la COVID-19 y proteger al mundo frente a las amenazas de futuras pandemias.
«Los patógenos que van desde el VIH hasta el virus que se esconde detrás de la COVID-19 invaden las grietas y las fisuras de nuestra sociedad con un oportunismo incansable», afirmó Paul Farmer, de Partners in Health, una organización sin ánimo de lucro que desde hace décadas se dedica a tratar eficazmente el sida en entornos de pobreza material. «No obstante, el hecho de que la pandemia de sida esté determinada por las profundas desigualdades estructurales no tiene que dejarnos inactivos. Nuestros equipos, en el Haití rural y en todo el mundo, llevan años demostrándonos que con una atención integral, formas sólidas de acompañamiento y apoyo social, y una mayor dosis de justicia social, las disparidades en los resultados del VIH se pueden reducir rápidamente y los sistemas sanitarios pueden verse enseguida reforzados. No deberíamos conformarnos con menos».
Este año precisamente hace cuarenta años que se notificaron los primeros casos de sida. Desde entonces, cuando las inversiones han cumplido los objetivos, se han producido enormes avances, especialmente en la ampliación del acceso al tratamiento. En junio de 2021, 28,2 millones de personas tenían acceso al tratamiento contra el VIH, frente a 7,8 millones en 2010, aunque el progreso se ha ralentizado considerablemente.
Los países que gozan de leyes y políticas alineadas con las pruebas, un fuerte compromiso, la participación de la comunidad y unos sistemas de salud sólidos e inclusivos han obtenido los mejores resultados, mientras que las regiones con las mayores deficiencias en materia de recursos y los países con leyes punitivas y que no han adoptado un enfoque basado en los derechos de la salud han protagonizado las peores cifras.
«Ya sabemos qué es lo que funciona: hemos visto respuestas brillantes en algunos lugares, pero es necesario aplicarlas en todas partes y para todos. Contamos con una estrategia efectiva que los líderes acordaron este año en la ONU, pero que debe implementarse en su totalidad. Poner fin a las desigualdades para poner fin al sida es una elección política que requiere reformas políticas audaces y dinero. Hemos llegado a una encrucijada. Debemos elegir qué líderes queremos: aquellos que apuestan por acciones audaces, o aquellos otros que se limitan a actuar a medias».
* La estimación de 7,7 millones de muertes relacionadas con el sida entre 2021 y 2030 es lo que los modelos de ONUSIDA predicen si la cobertura de los servicios para el VIH se mantiene constante a niveles de 2019. Si se pone en marcha la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Acabar con las desigualdades, Acabar con el sida, y logramos alcanzar los objetivos para 2025, ONUSIDA estima que a lo largo de esta década conseguiremos evitar al menos 4,6 millones de todas esas muertes.

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ONUSIDA insta a compromisos de financiación más amplios y sostenidos para continuar liderando los esfuerzos mundiales por poner fin a la epidemia de sida
19 Noviembre 2021 19 Noviembre 2021GINEBRA, 19 de noviembre de 2021—Tras experimentar recortes significativos en su financiación desde 2015, ONUSIDA convocó una reunión con donantes, asociados y miembros de la Junta Coordinadora del Programa, de cara a impulsar sus esfuerzos de colaboración con los países para poner fin a la epidemia de sida en 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Durante la reunión, celebrada el 15 de noviembre de 2021, ONUSIDA advirtió que, pese al creciente número de países en que parecía posible poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública, la respuesta mundial al VIH se tambalea, lo cual resulta en una ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH y muertes relacionadas con el sida. Aproximadamente, 1,5 millones de personas contrajeron el VIH en 2020, y, cada 60 segundos, una persona moría debido a una enfermedad relacionada con el sida. Sin una corrección inmediata del rumbo, ONUSIDA teme que debido a esta inercia se desvanezcan las esperanzas de alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia de sida en 2030.
“A medida que pasamos a la siguiente fase en la respuesta al sida, el riesgo de negligencia política aumenta, pues la epidemia pasa a centrarse en los más marginalizados, discriminados y criminalizados: poblaciones clave, chicas adolescentes y mujeres jóvenes”, comentó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “Ahora, el Programa Conjunto es mas necesario que nunca”.
La reunión se llevó a cabo para profundizar en la comprensión del trabajo de ONUSIDA y su importante papel en el ámbito de la salud mundial. Los portavoces subrayaron el hecho de que, desde su creación en 1996, ONUSIDA ha aportado un valor único en la respuesta mundial contra el sida, potenciando las fuerzas combinadas del Sistema de las Naciones Unidas, liderando los esfuerzos por ampliar el acceso a la prevención, tratamiento y atención relacionados con el VIH, aumentando los recursos, afianzando el compromiso político y recolectando datos para la elaboración de respuestas basadas en pruebas.
La Presidenta de la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA demostró cómo el apoyo de la organización ha sido crucial durante la respuesta a la pandemia de la COVID-19. “En Namibia pudimos apreciar con claridad la contribución de ONUSIDA, durante este último año tan complicado, a medida que experimentábamos un crecimiento exponencial en los contagios, hospitalizaciones y fallecimientos por COVID-19”, explicó Julia Imene-Chanduru, en representación de la Presidencia de la Junta de Coordinación del programa de ONUSIDA. “Nuestro sistema sanitario se vio desbordado. Durante este tiempo, ONUSIDA apoyó a Namibia para asegurar la continuidad del tratamiento de las personas que viven con el VIH, ayudándonos a pasar a la dispensación multi-mensual de tratamiento antirretrovírico y asistiéndonos en el fortalecimiento de la participación comunitaria contra la COVID-19 y el VIH”.
Los portavoces enfatizaron el hecho de que ONUSIDA también ha sido crucial a la hora de afrontar el estigma y la discriminación, luchando por la igualdad y los derechos humanos. Estas contribuciones de ONUSIDA, únicas y esenciales, representan el 1 % de toda la financiación disponible para actividades relacionadas con la lucha contra el VIH en países de renta media y baja.
“Nuestra salud no sólo es un lecho de vida en sí misma, sino que también es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, recalcó Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas. “ONUSIDA es inteligente, y hace posible la acción transformativa. De la financiación global para combatir el VIH, el 1 % que representa ONUSIDA ayuda a potenciar miles de millones más. Les recomiendo encarecidamente que continúen incrementando sus contribuciones a esta organización y apoyando su increíble labor, que salva vidas”.
Desde 2015, ONUSIDA ha experimentado recortes en su financiación. Para 2020 y 2021, ONUSIDA ha aprobado un presupuesto anual de 242 millones de dólares. En 2020, ONUSIDA alcanzó 194,1 millones de dólares, pero se espera que sólo consiga 165 millones para 2021. La reunión proporcionó una oportunidad para que los donantes comprendiesen con mayor profundidad el trabajo de ONUSIDA, y también el peligro que supone la falta de acción o la financiación insuficiente.
“Nuestra financiación actual limita lo que es posible y lo que podemos hacer posible“, explicó Byanyima. “Es hora de invertir. Es hora de igualar nuestra ambición política y equipar a nuestros interesados directos para abrir el camino hacia delante y ayudar a concienciación del derecho humano a la salud para todos”.
Nuestra responsabilidad como Programa Conjunto es volver a colocar al sida dentro de la agenda de desarrollo. Pero no sólo con discursos, sino también con presupuestos. La posición de la delegación de la organización no gubernamental es que queremos una financiación completa del Marco Unificado de Presupuesto, Resultados y Rendición de Cuentas. Queremos una financiación completa para ONUSIDA, así como para la respuesta al sida”, determinó Gracia Violeta Ross Quiroga, Presidenta de la Red Nacional de Personas que Viven con VIH y sida en Bolivia.
ONUSIDA urge a donantes y asociados a maximizar las potenciales oportunidades y los compromisos mutuos relacionados con la financiación de ONUSIDA en su respuesta al sida, atendiendo especialmente a la distribución de recursos y la asignación de prioridades. ONUSIDA exhorta a los donantes a que aseguren una financiación adecuada, estable y flexible para ONUSIDA, a través de acuerdos plurianuales de fondos fundamentales y no fundamentales, de forma que se brinde apoyo a los esfuerzos de ONUSIDA por poner fin a la epidemia de sida en 2030.
“Reiteramos los llamamientos que la Secretaría y los copatrocinadores han hecho hoy; la financiación debe ser estable y sostenida, de forma que el Programa Conjunto alcance todas nuestras metas comunes. Kenya mantiene su compromiso en apoyar este proceso, y se encuentra dispuesta a colaborar en cualquier diálogo subsecuente”, informó Peace Mutuma, representante de la Misión Permanente de Kenya en las Naciones Unidas en Ginebra.
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La Junta de ONUSIDA aprueba el presupuesto para 2022-2023 y un marco de responsabilidad y resultados a cinco años
07 Octubre 2021 07 Octubre 2021GINEBRA, 7 de octubre de 2021- La Junta de Coordinación del Programa (JCP) de ONUSIDA ha aprobado, en una sesión especial, el Marco Unificado de Presupuesto, Resultados y Rendición de Cuentas (UBRAF) para 2022-2026 y el presupuesto de ONUSIDA para 2022 y 2023. El presupuesto aprobado se establece en un umbral de 210 millones de dólares estadounidenses al año.
«Debemos prevenir una crisis del sida resurgente. Los confinamientos por la COVID-19 y otras restricciones han alterado gravemente el uso de los servicios de prevención del VIH, el acceso a las pruebas del VIH y, en muchos países, esto ha provocado caídas pronunciadas en los diagnósticos del VIH y en las derivaciones a los servicios de atención. Además, se ha retrasado el inicio del tratamiento del VIH y se ha limitado el acceso a las pruebas de carga viral. Todo ello es motivo de una gran preocupación. Y por eso es tan importante aprobar el UBRAF», afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, en la apertura de la sesión especial.
El UBRAF es el marco general para la contribución colectiva del Programa Conjunto de ONUSIDA a la respuesta mundial al VIH. Es el marco para aprovechar las ventajas, las fortalezas y los mandatos de los 11 copatrocinadores y la Secretaría de ONUSIDA para la puesta en marcha completa y eficaz de la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al sida, cuyo fin es situar a las personas y a las comunidades en el centro y garantizar una sólida asociación con otras partes interesadas.
En el marco del nuevo UBRAF, del 2022 al 2026, el Programa conjunto:
- Maximizará su liderazgo y defensa global.
- Creará y promoverá la distribución de bienes públicos mundiales que son fundamentales para poner fin al sida.
- Apoyará a los países y comunidades a través de una orientación y un apoyo técnicos coordinados.
- Facilitará y apoyará la información estratégica y el intercambio de conocimientos.
- Convocará y facilitará los diálogos entre las partes interesadas para lograr entornos propicios y aprovechar las asociaciones e inversiones inclusivas para cerrar las brechas programáticas y políticas para una mayor responsabilidad, eficiencia e impacto.
Las áreas de mayor enfoque e inversión en el marco del UBRAF son:
- Afrontar las desigualdades para garantizar un acceso equitativo a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo para el VIH.
- Fomentar el liderazgo y el apoyo a enfoques innovadores para lograr servicios para el VIH más inclusivos.
- Aprovechar el impulso de la combinación de prevención, pruebas y tratamiento para el VIH, con un enfoque orientado a salvar las brechas entre todos aquellos que han sido dejados atrás.
- Defender la capacitación y la dotación de recursos de las comunidades para obtener respuestas más sólidas lideradas por la comunidad que conduzcan a una prestación de servicios más amplia y respondan a las necesidades.
- Fortalecer a los facilitadores sociales a través de capacidades sociales, institucionales y estructurales más sólidas de los países y de las comunidades para garantizar la protección social, establecer y fortalecer los entornos legales, eliminar con éxito el estigma y la discriminación, y alcanzar la igualdad de género en la respuesta al VIH.
- Avanzar en la mayor disponibilidad y financiación de sistemas sostenibles para hacer realidad los objetivos para el VIH para 2025.
«Gracias por aprobar el marco de trabajo y el presupuesto. Tomé nota y me animan las solicitudes claras y el apoyo de los miembros de la Junta para financiar totalmente el UBRAF con 210 millones de dólares estadounidenses para ayudar al Programa Conjunto a lograr un trabajo transformador y que salve vidas con el fin de alcanzar los objetivos de la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026», añadió la Sra. Byanyima al cierre de la sesión.