Reportaje

África estima que acabará con la transmisión maternoinfantil del VIH para 2015

26 de mayo de 2010

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Madre y bebé en Lesotho. Fotografía: PNUD/M. Hamman

Se estima que el 60% de las personas que viven con el VIH en África subsahariana son mujeres, la mayoría de las cuales se encuentran en edad fértil. Al no poder llevar a cabo las intervenciones apropiadas, la infección del VIH se transmite directamente de madre a hijo.

Cada año, aproximadamente 1,4 millones de mujeres que viven con el VIH se quedan embarazadas. En los centros de atención prenatal, la proporción de mujeres que viven con el VIH oscila entre un 5% y una 30%; el VIH en las mujeres en edad de tener hijos representa la principal causa de infección en los niños.

Más del 90% de los bebés y niños que viven con el VIH han contraído la infección a través de la madre, ya sea durante el embarazo, el parto o la lactancia. Si no se emprende ninguna acción, cerca de uno de cada tres niños de madres que viven con el VIH contraen la infección.

En 2008, hubo 430.000 nuevos casos de niños infectados por el VIH, y el 90% vivía en África subsahariana. Si no se les proporciona un tratamiento antirretrovírico adecuado, la mayoría de esos niños suele fallecer en un periodo máximo de un año después del nacimiento. Por el contrario, es habitual que aquellos que logran sobrevivir pierdan a sus padres, sobre todo en los casos en los que ellos tampoco tienen acceso a una terapia antirretrovírica.

Con todo, sí es posible salvar las vidas de estas madres y de sus hijos a través de la realización de pruebas del VIH; el acceso a servicios de asesoramiento, planificación familiar y a una profilaxis y un tratamiento antirretrovírico eficaces; un parto adecuado y seguro, y un uso correcto de sucedáneos de leche materna.

Las inversiones que se llevan a cabo para proteger a las madres del VIH y evitar que sus hijos contraigan la infección constituyen una responsabilidad moral para todos los gobiernos.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

El director ejecutivo de ONUSIDA, el Sr. Sidibé, ha hecho un llamamiento para la eliminación de transmisión maternoinfantil del VIH para 2015, y parece que África va a responder a dicha petición. Esta semana, más de 200 participantes llegados de 20 países diferentes, en los que la carga de infección por el VIH más alta se registra en mujeres embarazadas, se van a reunir en Nairobi, a fin de tomar medidas para acelerar el acceso a los servicios relacionados con el VIH más necesarios.

Su preocupación principal es la de comenzar a movilizar recursos. ONUSIDA, el UNFPA, la OMS, UNICEF y el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (Fondo Mundial), corresponsables de la mencionada reunión, proporcionarán apoyo técnico a estos países, a fin de capacitarlos para desarrollar planes de negocios sólidos que puedan ser financiados.

"Los líderes africanos son ahora más serios en lo que respecta a la protección de sus futuras generaciones", afirmó Michel Sidibé. "Las inversiones que se llevan a cabo para proteger a las madres del VIH y evitar que sus hijos contraigan la infección constituyen una responsabilidad moral para todos los gobiernos".

El Fondo Mundial es una fuente importante para la obtención de dichos recursos. Se ha comprometido a trabajar conjuntamente con los países, así como con otros asociados, con el fin de garantizar que, para diciembre de 2010, al menos el 80% de los programas de prevención de transmisión maternoinfantil (PTMI) financiados por el Fondo Mundial cumplan los niveles de eficacia y de calidad necesarios.

Asimismo, el Fondo Mundial ha manifestado su compromiso de acelerar la ampliación de los programas de PTMI ya existentes, así como de extender su cobertura a nivel mundial hasta satisfacer las necesidades de al menos un 60% de las mujeres para finales de 2010.

El primer paso consiste, por un lado, en ayudar a los países a reorganizar las subvenciones de las que disponen, con el objetivo de mejorar la eficacia de las estrategias que se llevan a cabo en los programas actuales y, por otro, en redireccionar los recursos obtenidos gracias a los fondos ahorrados y a los beneficios de eficacia conseguidos. El segundo paso es preparar a los países para que puedan elaborar informes de calidad, y enviarlos durante la décima convocatoria para la presentación de propuestas del Fondo Mundial.

En la actualidad, ya hay muchos países que lo están haciendo. Después de haber advertido que la existencia de una cobertura prenatal deficiente suponía un obstáculo para la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, Etiopía está utilizando la subvención de 600 millones de dólares estadounidenses que ha recibido para reforzar los servicios relacionados con la salud materna e infantil. Sudáfrica, por su parte, ha aprovechado esta oportunidad para reforzar la participación de la sociedad civil en las tareas de reorganización de programas de PTMI que se están llevando a cabo. En esta ocasión, Nigeria ha empleado los recursos que se le han facilitado para reforzar la cobertura general de sus programas, así como para establecer nuevos y más ambiciosos objetivos, ya que es el país con el mayor número de programas de PTMI a nivel mundial. Zambia y Ghana obtuvieron, asimismo, 3 millones de dólares estadounidenses más para la causa gracias al Fondo Mundial.

ONUSIDA, en colaboración con sus copatrocinadores UNICEF y la OMS, han ofrecido los mismos servicios de reorganización de programas en Tanzanía, y ha ayudado al país a poder disponer de 2,2 millones de dólares estadounidenses más para el programa de PTMI nacional. Gracias a dicha ayuda, el país ha ampliado su cobertura hasta un 70%.