Reportaje
Contener la incidencia del VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en China
16 de enero de 2009
16 enero 200916 enero 2009China anunció en 2008 planes para un amplio programa destinado a contener drásticamente las crecientes tasas de VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), el indicio más reciente de que el país podría empezar a hacer frente a una crisis que durante mucho tiempo parecía tabú.
Al anunciar la campaña dirigida a los HSH, el ministro de Salud dijo que el comportamiento sexual de riesgo era el único factor significativo en la propagación del VIH en China continental, excluido Hong Kong, y que los HSH eran ahora el grupo con mayores probabilidades de contraer el virus. En China hay alrededor de 700.000 personas que viven con el VIH, y el 11,1% son HSH.
“En el pasado, entre el 1% y el 3% de los HSH de China continental era VIH-positivo; ahora el porcentaje se sitúa entre el 2,5% y el 6,5%”, según Hao Yang, subdirector de la Oficina de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio, citado en el China Daily.
La campaña supuso medidas de prevención destinadas a los 5-10 millones de HSH chinos, una promoción más enérgica del uso del preservativo, la ampliación de la cobertura y la calidad de las actividades de prevención del VIH, un mayor acceso a los servicios de asesoramiento y pruebas voluntarias y la mejora del acceso al tratamiento de las infecciones de transmisión sexual.
Como punto de partida de esta nueva campaña a gran escala para reducir el VIH entre los HSH, China aspira a efectuar la prueba del VIH a unos 21.000 hombres pertenecientes a este colectivo con el fin de poder establecer una estadística de referencia más clara de la tasa de infección. Se trata del estudio más amplio de este tipo llevado a cabo en el mundo y el primero de estas características en Asia.
Esta iniciativa de prevención incluirá organizaciones de base comunitaria de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y la sociedad civil a todos los niveles. Las organizaciones de base comunitaria están llevando a cabo campañas de sensibilización con respecto al sida, derivaciones para efectuar asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH (APV), educación inter pares, promoción de prácticas sexuales más seguras y distribución de preservativos; también existen líneas telefónicas de ayuda y se utilizan salas de chat y sitios web de Internet.
ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, considera que la capacitación de los HSH y otros grupos marginados para protegerse a sí mismos del VIH es uno de los elementos principales de la respuesta mundial al sida.
“El Gobierno chino ha hecho de la prevención del VIH entre los HSH una prioridad, y ONUSIDA aplaude esta iniciativa”, dijo Bernhard Schwartlander, coordinador de país de ONUSIDA en China.
Pero a pesar de los progresos realizados en China, persisten una serie de deficiencias, y el estigma y la discriminación siguen estando muy extendidos entre la población general e incluso en la propia comunidad de HSH.
Se estimaba que a finales de 2007 las intervenciones amplias de prevención del VIH habían llegado sólo al 8% de los HSH en China. Además, más de la mitad de este colectivo tiene más de una pareja sexual, pero sólo entre el 10% o 20% hace uso del preservativo, según estimaciones del ministerio de Salud.
“Es fundamental que el Gobierno y todos los grupos que trabajan con HSH encuentren la manera de mejorar su capacidad de trabajar conjuntamente en asociaciones abiertas y no discriminatorias”, manifestó Schwartlander.
Mayoritariamente ignorada
Los nuevos datos relativos a China llegan en medio de indicios que señalan que los gobiernos de otros países de la región de Asia y el Pacífico también empiezan a estar más dispuestos a reconocer una epidemia que previamente se había ignorado mayoritariamente.
En la mayoría de los países asiáticos, las relaciones sexuales entre hombres siguen siendo una cuestión incómoda: en muchos de ellos, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son ilícitas y las denuncias de acoso son frecuentes. Como consecuencia, ha habido poco apoyo específico a los programas para HSH.
“Se está consiguiendo atraer mucha atención a este problema, pero aún hace falta mucha más”, manifestó Paul Causey, un asesor con base en Bangkok que trabaja con la coalición Asia-Pacífico sobre Salud Sexual Masculina (APCOM) y con las Naciones Unidas sobre cuestiones relacionadas con los HSH.
La mayoría de los HSH en Asia no son abiertos con respecto a su comportamiento sexual. Los tabúes sociales y la discriminación se traducen en que muchos de ellos opten por esconder sus preferencias sexuales; para muchos otros, sus prácticas sexuales con otros hombres tal vez sean apenas un aspecto del papel social que tienen o de su vida sexual. Teniendo en cuenta que muchos de estos hombres también tienen relaciones sexuales con mujeres, las elevadas tasas de VIH entre los HSH también pueden trasladarse a un número considerable de mujeres en riesgo de exposición al VIH.
La combinación de gran número de parejas sexuales con comportamiento de alto riesgo, como el coito anal sin protección, ha sido un factor clave en la aceleración de la tasa de infección en muchas ciudades asiáticas.
Se dice que prácticamente ningún país asiático dedica recursos significativos a los HSH, a pesar del hecho de que los costos de prevención son muy inferiores a los de tratamiento. Según la comisión, 1 US$ invertido en prevención eficaz puede ahorrar hasta 8 US$ en gastos de tratamiento a los países con epidemias en expansión.
Involucrar a los grupos comunitarios
El punto de inflexión en la toma de conciencia de la magnitud de la crisis de los HSH fue la convocatoria de una conferencia especial en Nueva Delhi en septiembre de 2006: “Riesgos y responsabilidades: la salud sexual masculina y el VIH en la región de Asia y el Pacífico”.
Fue una conferencia auténticamente tripartita que reunió a gobiernos, donantes y 380 miembros de grupos de la comunidad. Tan importante como la conferencia en sí fue el período previo, en el que 16 países celebraron reuniones preparatorias patrocinadas por ONUSIDA. En algunos casos, como el de China, fue prácticamente la primera vez que se reunieron funcionarios del Gobierno con representantes de amplios grupos comunitarios de HSH para evaluar la situación y discutir soluciones.
Otro de los logros duraderos de la conferencia fue la decisión de lanzar la APCOM, que reúne a grupos de la sociedad civil, representantes del sector gubernamental, donantes, expertos técnicos y las Naciones Unidas para dar una respuesta eficaz a la creciente incidencia del VIH entre los HSH.
Estos esfuerzos son un complemento a los del grupo técnico de trabajo de las Naciones Unidas sobre HSH y el VIH/sida en China, puesto en marcha a mediados de 2006. El grupo está dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El grupo técnico de trabajo colabora con el Gobierno, los grupos comunitarios de HSH y los donantes para mejorar la coordinación y comunicación, desarrollar la capacidad gubernamental para involucrar a las organizaciones de la sociedad civil en la formulación de políticas y la prestación de servicios públicos, y desarrollar los medios de acción institucionales y profesionales de las organizaciones de la sociedad civil”, dijo Edmund Settle, gestor del VIH del PNUD en China.
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